Carta abierta de Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla a Marcelino Camacho
"Un legendario dirigente obrero alem¨¢n tuvo que preguntarse en alguna ocasi¨®n, cuando desde los esca?os de la derecha en el Bundestag se le ofreci¨® una salva de aplausos, aquello de 'viejo Bebel, ?qu¨¦ tonter¨ªa has dicho?'. De un tiempo a esta parte, Marcelino Camacho viene siendo agredido desde diversos ¨¢ngulos. Sin embargo, el veterano y estimado sindicalista sigue gozando (como su organizaci¨®n de Comisiones) de un enorme predicamento y prestigio entre los trabajadores. No voy a hacer un planteamiento hagiogr¨¢fico, sino el que se desprende de los datos.Todo el mundo recordar¨¢ qu¨¦ dijo Camacho sobre el Estatuto de los Trabajadores y sobre la pol¨ªtica econ¨®mica y social del Gobierno sobre el paro, los precios, las cotizaciones a la Seguridad Social, la revisi¨®n salarial, etc¨¦tera.
Pues bien, los datos nos dicen que Camacho ha tenido (y tiene) raz¨®n. Y tiene raz¨®n precisamente porque su an¨¢lisis se basa en los hechos concretos. Y los hechos concretos nos dicen que fue un mal planteamiento el Estatuto de los Trabajadores, y los hechos tozudos afirman que se est¨¢ perdiendo poder adquisitivo, que las previsiones de inflaci¨®n no se cumplen, que se est¨¢ desmantelando el car¨¢cter p¨²blico de la Seguridad Social, que se est¨¢ desdibujando la revisi¨®n salarial... En definitiva, que la CEOE est¨¢ asestando golpes certeros a los planteamientos electorales del PSOE y al discurso de investidura de Felipe Gonz¨¢lez. Veamos, ?acaso erraba Camacho cuando afirm¨® -en un momento determinado- que el PSOE y el Gobierno hab¨ªan renunciado a la creaci¨®n de los 800.000 empleos? ?Acaso erraba Camacho cuando alert¨® del lamentable giro en relaci¨®n a la OTAN del Gobierno PSOE?
Nos encontramos, por lo que parece, en un momento curioso y un tanto amoral: el que tiene problemas en su casa, le exporta la crisis al otro. Y, as¨ª, vemos que los que tienen problemas de autoconvencerse sobre el descomunal incumplimiento gubernamental echan pelotas fuera, dicen que con ellos no va la cosa, y critican a Marcelino Camacho. Pero, bien visto, esta pol¨ªtica torpe y miope est¨¢ dando resultados. M¨¢s datos: Comisiones, el sindicato de Camacho ha ganado las elecciones sindicales en Seat y en el Ayuntamiento de Barcelona, en la finca La Almoraima (de Rumasa, qu¨¦ casualidad), y no sigo para no hacer interminable la lista.
Comisiones hizo unos planteamientos en tomo a la reconversi¨®n naval, que ahora han sido analizados con todo rigor tras el abandono de ELA-STV de la mesa de negociaciones... Nosotros avanzamos sindicalmente por varias razones: a) porque nuestra pr¨¢ctica es la m¨¢s justa; b) porque los dem¨¢s lo ¨²nico que hacen es la pol¨ªtica-espect¨¢culo sin arraigo de masas, y c) por la furibundez de los ataques contra una organizaci¨®n y un dirigente sindical que dice la verdad. Estamos -por lo que parece- ante un momento de querer romper el espinazo a una organizaci¨®n gloriosa, Comisiones Obreras, pero los intentos son vanos, como lo demuestra la voluntad expl¨ªcita de los trabajadores en las f¨¢bricas, que son la columna vertebral del sindicalismo.
Nadie puede negar que Camacho no haya advertido al Gobierno sobre lo que iba a ocurrir en el plano social, econ¨®mico e internacional. El veterano dirigente manejaba datos y dispon¨ªa de una intuici¨®n privilegiada cuando public¨® sus conocidos trabajos period¨ªsticos sobre La pol¨ªtica posible y la pol¨ªtica necesaria, primero, y sobre Los aliados posibles y los aliados necesarios, segundo. Y all¨ª alertaba. No le hicieron caso y hoy estamos viendo el deterioro del partido del Gobierno. Pero, tras los resultados de las elecciones auton¨®micas en Catalu?a y en el Pa¨ªs Vasco, Carnacho volvi¨® a la carga sugiriendo modificaciones en la pol¨ªtica gubernarnental. "Ojo, que os equivoc¨¢is", vino a decir.
Entonces, ?por qu¨¦ tanta agresividad contra Marcelino Camacho? Porque -por ejemplo- se dice que Marcelino no tiene raz¨®n en torno a la puerta que se abre para el despido libre, si luego el presidente de la CEOE viene a confirmar que es verdad, que se abre un portillo' a dicho despido libre.
Si no fuera por el sacrilegio de corregir al gran Cervantes, me atrever¨ªa a parafrasearlo con aquello de 'est¨¢n rebuznando en balde el uno y el otro alcalde'".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.