Desayunos
La verdad, no lo veo claro. Leo que el Papa ha invitado a Mar¨ªa Ostiz al Vaticano, para que asista, con toda su familia, a una misa privada y a un desayuno posterior con el Pont¨ªfice. Noticia que me ha dejado de lo mas meditabunda.Ver¨¢n, de todos es sabido el profundo catolicismo de Mar¨ªa Ostiz. Lo cual, ni qu¨¦ decir tiene, me parece de perlas, porque cada cual es absoluta y profundamente libre para creer o no creer en lo que quiera. Pero se me ocurre que el que Juan Pablo II invite a desayunar a Mar¨ªa Ostiz es algo as¨ª como que a un millonario le toque el premio gordo de la loter¨ªa. O sea, redundante. Digo yo que desayunar con el Pont¨ªfice debe de tener millones de indulgencias, si no oficiales, oficiosas. O por lo menos una influencia ben¨¦fica y ejemplar. Y habiendo tantos seres des carriados por el mundo, mucho mas necesitados que Mar¨ªa Ostiz de una apropiada intercesi¨®n con las alturas, el desayunar con la cantante me parece casi casi un lujo espiritual, un derroche de carisma.
Y luego est¨¢ la misi¨®n evangelizadora, que ¨¦sa es otra. Porque ademas Juan Pablo II es hipertrabajador, y entre sus m¨²ltiples viajes le deben de quedar muy pocos desayunos libres. Raz¨®n de mas para que, como mandatario m¨¢ximo del Estado de las almas, aprovechara los escasos almuerzos matinales que le restan para continuar sus gestiones evang¨¦licas. Siendo como es un Papa innovador en los usos vaticanos, se me ocurre que podr¨ªa instituir unos desayunos de captaci¨®n y reconquista, invitando a los mas notorios descreidos, a los marxistas redomados, a los contraculturales obsesivos, a los ateos militantes y a cuantos rematadamente tibios de coraz¨®n hay por el mundo. Que son legi¨®n. Imag¨ªnense lo bonito que ser¨ªa que el Pont¨ªfice compartiera conversaci¨®n y caf¨¦ con leche matutinos con gentes como Frank Zappa, o Yoko Ono, o Fidel Castro, o Susan Sontag, o Ramonc¨ªn, o incluso el mism¨ªsimo Chernenko, si es que sus achaques seniles le permiten alimentarse por otra v¨ªa que no sea la de la sonda.
Porque adem¨¢s as¨ª incluso se intercambiar¨ªan opiniones. Lo cual siempre es bueno para la salud f¨ªsica y metaf¨ªsica del esp¨ªritu.
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