Fracas¨® un mot¨ªn en la c¨¢rcel de Vigo tras 12 horas de tensi¨®n
Despu¨¦s de 12 horas de tensi¨®n y negociaciones, los tres reclusos del Centro de Cumplimiento y Diligencias de Vigo que manten¨ªan como rehenes a cinco funcionarios se entregaron ayer, poco antes de las ocho de la tarde. Los reclusos, delincuentes peligrosos, condenados por la comisi¨®n de numerosos atracos, hab¨ªan fracasado en su intento de evadirse de la prisi¨®n minutos despu¨¦s de las ocho de la ma?ana en medio de los internos que sal¨ªan para disfrutar su permiso de fin de semana. Un recluso result¨® herido durante una reyerta entre dos bandas rivales.
Los sublevados estaban armados con una escopeta de ca?ones recortados y armas blancas. La prisi¨®n fue inmediatamente rodeada por fuerzas de la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil. El ¨²nico incidente grave en medio de la tensi¨®n ocurri¨® a mediod¨ªa, cuando uno de los sublevados agredi¨® con arma blanca a otro recluso.La secuencia del m¨¢s grave suceso ocurrido en la prisi¨®n de Vigo se inici¨® poco despu¨¦s de las ocho de la ma?ana de ayer. Unos 40 reclusos sal¨ªan para disfrutar su permiso de fin de semana y fue entonces cuando un funcionario observ¨® desde el exterior del patio que tres de los internos, armados, intentaban mezclarse con los otros. El funcionario grit¨®: "?Que se evaden, que se evaden!", y uno de los que intentaban la fuga se revolvi¨® y dispar¨® contra ¨¦l.
El disparo, que rompi¨® los cristales de una ventana, no alcanz¨® al funcionario. Fuera, el guardia civil de vigilancia, dispar¨® una r¨¢faga al aire. La alarma estaba dada y el dispositivo de cierre funcion¨® autom¨¢ticamente. Ese fue el momento en que los amotinados se hicieron fuertes y lograron reducir a los cinco vigilantes de guardia. Desde entonces, las negociaciones para intentar buscar una salida se pusieron en marcha.
Durante el revuelo, ocurri¨® un hecho confuso en el que result¨® herido un recluso, Justo Troncoso Alonso, alias El Chicho, de 29 a?os, miembro de una banda rival de la formada por los tres amotinados. El Chicho fue atacado con arma blanca por uno de los tres reclusos sublevados y poco despu¨¦s de las dos de la tarde se consigui¨® evacuarle en una ambulancia hacia el hospital Xeral, donde fue intervenido quir¨²rgicamente.
El parte m¨¦dico indicaba que se hab¨ªa observado "herida incisa punzante" que penetra en cavidad abdominal perforando costado izquierdo", y que el pron¨®stico era grave.
Mientras tanto, los intentos negociadores se suced¨ªan en la prisi¨®n fuertemente custodiada. Se dijo que los amotinados quer¨ªan un coche y v¨ªa libre para escapar y se habl¨® tambi¨¦n de que solicitaban hero¨ªna, extremo ¨¦ste que fue desmentido por el director de la prisi¨®n, Ram¨®n Gonz¨¢lez Arteaga.
Poco antes del desenlace final, hubo una prueba m¨¢s de que la resistencia de los sublevados disminu¨ªa. El director de la prisi¨®n consegui¨® la liberaci¨®n de uno de los cinco funcionarios retenidos, Salvador Lorenzo.
Numerosos atracos
Los amotinados son tres peligrosos delincuentes que cumplen condenas, como m¨ªnimo de siete a?os, por la comisi¨®n de numerosos atracos. La polic¨ªa les conoce bien porque no en vano en varias ocasiones algunos se enfrentaron, pistola en mano, con la fuerza p¨²blica.
Se trata de Alejandro Casal Iglesias, Tito de Matam¨¢, de 19 a?os, que cumpl¨ªa condena de siete a?os, acusado de diversos delitos y atracos con intimidaci¨®n a entidades bancarias.
Jos¨¦ Fern¨¢ndez G¨®mez, El chuti, de 20 a?os, es presunto drogadicto al igual que el anterior, e ingres¨® en la prisi¨®n de Vigo en junio de 1984. Este amotinado est¨¢ considerado tambi¨¦n como "altamente peligroso".
Por ¨²ltimo, Guillermo Garc¨ªa Gonz¨¢lez, de 27 a?os, conocido como El atracador solitario. El apelativo se debe a su particular m¨¦todo de atracar entidades bancarias. Se le acusa de haber cometido en solitario no menos de 14 atracos.
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