Reagan utiliza el acuerdo de Ginebra para que se apruebe su presupuesto de defensa
El compromiso de negociar con los sovi¨¦ticos la reducci¨®n de todo tipo de armas nucleares, adoptado en Ginebra esta semana, va a ser utilizado por la Administraci¨®n Reagan como un instrumento de presi¨®n sobre el Congreso para que ¨¦ste apruebe la financiaci¨®n de un presupuesto de defensa para el a?o fiscal de 1986 de 277.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 38,5 billones de pesetas). Esto impedir¨¢ que la Administraci¨®n consiga alcanzar sus objetivos de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, que alcanza la monumental cantidad de 200.000 millones de d¨®lares.
Nada m¨¢s regresar de Ginebra, y aprovechando el momento psicol¨®gico de optimismo que se vive en Washington por el reinicio del di¨¢logo con Mosc¨², el secretario de Estado, George Shultz, ha pedido al Congreso que contin¨²e financiando el programa del misil MX, un mastod¨®ntico cohete con 10 cabezas nucleares, y los 26.000 millones de d¨®lares que necesita el programa de investigaci¨®n de la guerra de las galaxias.
Para Shultz, el progreso en las futuras negociaciones, que podr¨ªan iniciarse en Ginebra en marzo, depende de que la URSS contin¨²e viendo a EE UU como un poder decidido a dialogar desde posiciones de fuerza. El presidente Reagan estima, por su parte, que cualquier reducci¨®n en los gastos de defensa ser¨ªa vista ahora por el Kremlin como un signo de debilidad.
En su conferencia de prensa del jueves, el presidente explic¨® que los gastos de defensa no pueden ser completamente decididos a nivel nacional, sino que vienen determinados por factores de pol¨ªtica exterior. "Es imposible", dijo, "prever el gasto para un per¨ªodo de tres a?os" .?Qu¨¦ ocurrir¨ªa", se pregunt¨®, "si alg¨²n acontecimiento al otro lado del oc¨¦ano nos obligara a hacer algo respecto a nuestra seguridad nacional que ni siquiera podemos contemplar ahora?".
Cualquier modificaci¨®n de los programas de defensa, afirm¨® Shultz en el Congreso, debe ser un resultado de las negociaciones, no algo logrado antes de iniciarlas. "L¨®gicamente, si los sovi¨¦ticos pueden conseguir lo que quieren de nosotros sin dar nada a cambio, estar¨¢n encantados", dijo el secretario de Estado.
En marzo, los congresistas tendr¨¢n que votar si desbloquean 1.500 millones de d¨®lares, que permitir¨ªan continuar la construcci¨®n de 21 misiles MX de los 100 que el Pent¨¢gono quiere desplegar antes de 1990. El MX, pieza clave del programa de rearme de Reagan, ten¨ªa hasta ahora escasas posibilidades de superar la batalla legislativa.
El MX es un arma de gran tama?o y m¨¢s de 90 toneladas, que debe ser instalada en silos y que ofrecer¨ªa un blanco f¨¢cil para un ataque sovi¨¦tico. Sectores importantes del Congreso estiman que los fondos dedicados a este supermisil estar¨ªan mejor empleados en el desarrollo de peque?os cohetes m¨®viles Midgetman. La batalla legislativa prevista esta primavera sobre el MX puede ahora ser aplazada debido al inicio de las negociaciones con los sovi¨¦ticos, en el caso de que la Administraci¨®n no logre persuadir a los parlamentarios de la necesidad de aprobar los fondos por motivos de seguridad nacional.
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