Lorenzo Natali: "Espa?a debe concluir la negociaci¨®n sin miedo al futuro"
Pregunta. Una nueva comisi¨®n ha entrado en funciones, abriendo nuevas esperanzas para la CEE. ?Viene esto a cambiar algo, tanto para la soluci¨®n de los problemas de los diez como de las negociaciones de adhesi¨®n de Espa?a y Portugal?Respuesta. Todas las nuevas comisiones aportan nuevas esperanzas. Esta ha sido, sin duda, la ambici¨®n de las que le han precedido. La comisi¨®n es consciente de que a la Comunidad le queda poco tiempo para darse un movimiento de relanzamiento institucional, un esfuerzo decisivo para dotarse de un verdadero mercado interno -y no solamente de una uni¨®n aduanera-, para darse, al fin, una pol¨ªtica industrial que no sea un dise?o dirigista o un conjunto de grandes proyectos, sino la creaci¨®n de condiciones para un crecimiento de la industria de punto y un aumento de la productividad de toda la industria europea, productividad que ha ca¨ªdo ahora a niveles preocupantes. Espa?a y Portugal tienen todo el inter¨¦s en unirse a estos esfuerzos y, por tanto, en concluir la negociaci¨®n sin temer demasiado por el futuro inmediato.
P. Usted sigue encarg¨¢ndose de las negociaciones de adhesi¨®n. ?Con qu¨¦ entusiasmo?
R. Con un entusiasmo inmutado.
P. En las ¨²ltimas sesiones de negociaci¨®n -con Espa?a, pues el caso portugu¨¦s es algo diferente- la parte espa?ola y algunos pa¨ªses miembros le han criticado (al menos al hablar con nosotros, los periodistas) por no poner el suficiente empe?o a la hora de aproximar posiciones entre los diez y Espa?a. ?C¨®mo acoge usted estas cr¨ªticas?
R. La impaciencia es mala consejera y pone a menudo a sus v¨ªctimas en contradicci¨®n consigo mismas. Las partes de la negociaci¨®n son los Estados miembros y los pa¨ªses candidatos. La comisi¨®n cumple su deber de amortiguador, pero tambi¨¦n de promotor en el momento oportuno, y debe aceptar estas cr¨ªticas con serenidad. En el sector industrial, en el que eran evidentes las aperturas por parte espa?ola y por parte comunitaria, no hubo demasiadas dificultades. Pero en el sector agr¨ªcola y en el de la pesca las cosas no estaban nada maduras. No hab¨ªa llegado a¨²n el momento de hacer propuestas.
P. Queda, pues, impl¨ªcito que ahora es el momento de hacer estas propuestas, pero Natali no entra en el detalle. ?Viene la presencia de Jacques Delors al frente de la comisi¨®n a cambiar algo? En las p¨¢ginas de este peri¨®dico hemos dicho que Espa?a le hab¨ªa pedido a Delors que tomara personalmente parte activa en estas negociaciones...
R. El presidente Jenkins en 1977, el presidente Thorn en 1981 y ahora el presidente Delors, respectivamente, han tomado y tomar¨¢n ciertamente parte activa en la negociaci¨®n. Lo contrario ser¨ªa extra?o y preocupante. No s¨¦ cu¨¢les son las fuentes de su diario, pero no me parece que se identifiquen con personas informadas sobre la realidad institucional de la comisi¨®n como colegio.
'Queda poco tiempo para superar los obst¨¢culos'
P. ?Y la llegada de una nueva presidencia, la italiana, al Consejo de Ministros de la CEE, puede realmente ser decisiva?
R. Se lo deseo de todo coraz¨®n, como se lo he deseado a todas las que la han precedido. Cierto que los obst¨¢culos que quedan son pocos, pero el tiempo necesario para superarlos es tambi¨¦n escaso.
P. Primero fueron las frutas y hortalizas. Luego, el vino; despu¨¦s, el aceite de oliva, y m¨¢s tarde, los Programas Integrados Mediterr¨¢neos (PIM). ?Cabe el que se planteen otras condiciones previas a la adhesi¨®n?
R. No me lo parece. Pero es necesario se?alar que las sorpresas han sido numerosas y frecuentes en esta materia en el curso de la negociaci¨®n.
P. Son los pa¨ªses del norte de la CEE los que parece que van a sacar m¨¢s provecho del ingreso de Espa?a, y, sin embargo, es a los del sur a los que se pide mayores sacrificios...
R. Es una contabilidad poco recomendable esta de las ventajas y de los sacrificios. Se ha visto con otras ampliaciones precedentes de la Comunidad. Pero las impresiones del que teme ser llamado a pagar una cuenta m¨¢s onerosa que la de los dem¨¢s son ciertamente un obst¨¢culo psicol¨®gico y pol¨ªtico de primer orden sobre el camino que deber¨ªa llevar a posiciones comunes entre los Estados miembros.
P. ?C¨®mo caracteriza usted la actual situaci¨®n de las negociaciones de adhesi¨®n?
R. Una fase final con algunos obst¨¢culos, pero maduros para un ataque decisivo.
P. ?Qu¨¦ escenario ve usted para este ¨²ltimo tramo?
R. Los escenarios pueden ser diversos, pero me parece que se pueden reducir a dos: o el paquete final a partir del pr¨®ximo Consejo (28 y 29 de enero), o la t¨¦cnica de los Oracios y Curiazos, comenzando con la agricultura, luego la pesca y al final el resto.
P. Natali se refiere a la leyenda de la Roma antigua en la que tres Oracios se enfrentaron en duelo a tres Curiazos para evitar una guerra. Dos de los Oracios resultaron pronto muertos. Pero el tercero logr¨® vencer a sus adversarios, afront¨¢ndolos de uno en uno. ?C¨®mo piensa usted, desde la comisi¨®n, enfocar lo que queda?
R. En materia de procedimiento la comisi¨®n depende del Consejo (de ministros de la CEE). Personalmente, no tengo preferencias por uno u otro escenario. Lo que cuenta es la intenci¨®n de terminar ahora en el poco tiempo que queda.
P. ?Y c¨®mo cree usted que Espa?a lo enfoca y lo negocia?
R. La delegaci¨®n espa?ola ha mostrado querer entrar en lo concreto de la negociaci¨®n, y lo ha hecho egregiamente, con gran fineza y decisi¨®n. L¨¢stima-peccato, dice Natali- que todo esto no haya comenzado hace dos a?os, sin demasiadas preocupaciones por las declaraciones y las cuestiones de principio.
'El gran escollo final ser¨¢ la pesca'
P. Queda la agricultura, la pesca, los asuntos sociales, Canarias, la contribuci¨®n al presupuesto de la Comunidad y las relaciones con Espa?a y Portugal, entre otros temas, para el ¨²ltimo cuarto de hora...
R. Digamos que de este simb¨®lico cuarto de hora 14 minutos ser¨¢n para la agricultura y la pesca.
P. ?Es posible acabar en marzo o abril y presentar los textos a ratificaci¨®n en los Parlamentos nacionales para ingresar el 1 de enero de 1986, o hay que pensar ya en otra fecha (julio de ese a?o, por ejemplo)?
R. Ya es dif¨ªcil profetizar sobre los resultados de conferencias internacionales. Pero predecir las reacciones de 12 Parlamentos nacionales, ni siquiera Nostradamus podr¨ªa hacerlo. Sin embargo, esto no quita nada al empe?o pol¨ªtico que anima a los Estados miembros en todos sus ¨®rganos constitucionales.
P. ?Cu¨¢l va a ser al final el mayor escollo?
R. La pesca.
P. Usted fue el impulsor de los PIM, programas que a¨²n no se han puesto en marcha y de cuya soluci¨®n satisfactoria hace depender Grecia la luz verde para la ampliaci¨®n. ?Qu¨¦ raz¨®n tiene Grecia y qu¨¦ posibilidades de soluci¨®n de este escollo ve usted?
R. Ya he hablado antes de las dificultades psicol¨®gicas y pol¨ªticas que pueden surgir en un Estado miembro, si ¨¦ste tiene la impresi¨®n, quiz¨¢ econ¨®micamente infundada, de ser llamado a contribuir en una medida no equitativa a algunas empresas comunes. Grecia, en materia de PIM, tiene las decisiones del Consejo Europeo y las invoca como otros Estados miembros han invocado otras decisiones del mismo Consejo Europeo. En lo referente a las posibilidades de soluci¨®n, es necesario buscarlas en el presupuesto de la Comunidad. Pero no deber¨ªan ser insuperables.
P. La crisis presupuestaria de la CEE, en general y para 1985, favorece el caso espa?ol o, por el contrario, lo empeora?
R. El r¨¦gimen de las doceavas partes provisionales no es incompatible con la adhesi¨®n espa?ola y portuguesa, aunque s¨ª, lo admito, comenzar¨ªamos verdaderamente a estar estrechos. En suma, la crisis del presupuesto no afecta ni pol¨ªtica ni econ¨®micamente a la negociaci¨®n. Aunque debe resolverse antes de la adhesi¨®n.
P. Se ha dicho que ya se han decidido qu¨¦ carteras podr¨ªan ocupar Espa?a y Portugal en la Comisi¨®n Europea tras su ingreso en la comunidad: pesca, investigaci¨®n, asuntos sociales, coordinaci¨®n de los fondos estructurales o turismo.
R. Se ha pensado en posibles carteras a destinar a los pa¨ªses candidatos, pero no en carteras destinadas a este o al otro candidato determinado.
P. Pasa usted ahora a ocupar la cartera de la cooperaci¨®n al desarrollo en el Tercer Mundo, que hasta ahora era un semifeudo franc¨¦s. ?C¨®mo piensa usted abordar esta nueva tarea?
R. Espero poder ocuparme de la pol¨ªtica de la cooperaci¨®n y ayuda al desarrollo con la sabidur¨ªa y el ¨¦xito de mis predecesores franceses.
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