Krivocalpic, el mejor brazo del balonmano espa?ol
Radivoj Krivocapie pesa 106 kilos y mide 1,92 m¨¦tros. Es el mejor brazo del balonmano espa?ol, el m¨¢s potente. M¨¢ximo goleador ya la temporada pasada con el Tecnisa de Alicante, vuelve a encabezar la lista de los mejores artilleros y es semifinalista con su equipo de la Copa Federaci¨®n, tercer¨ªa competici¨®n europea por clubes. En el actual par¨¦ntesis liguero, ya en v¨ªsperas del Mundial B de la selecci¨®n, el yugoslavo Radivoj Krivocapic vela sus armas para la fase final de la nueva Liga, en la que su brazo intentar¨¢ sorprender a los dos grandes, Atl¨¦tico de Madrid y Barcelona.
Radivoj estuvo a punto de nacer h¨²ngaro, pero por 30 kil¨®metros fue yugoslavo, y latino en todos los aspectos. Naci¨® en Zenta, una localidad muy pr¨®xima a las verjas fronterizas con Hungria, que sabe mucho de los rigores del invierno.Vino a caer en un ambiente que predestinaba, desde su nacimiento, una notoria inclinaci¨®n hacia el deporte. ?ste era casi una obligaci¨®n o religi¨®n en el reducido, pero c¨¢lido), seno ¨ªntimo de la familia Krivocapic, compuesta por el matrimonio y dos hijos varones, fuertes y robustos como el cabeza de familia y el t¨ªo paterno. "Mi padre y mi hermano jugaron al f¨²tbol". El padre, un viejo ferroviario que evit¨® que su prole pasara estrecheces -eran una familia de tipo medio-, no vivi¨® lo suficiente como para ver a su hijo Radivoj defender la camiseta de su pa¨ªs y detacar en un deporte que no ten¨ªa precedente en la familia. "Yo soy el ¨²nico que practico este deporte. Es como llevar la contraria a mis mayores y a ini hermano".
Radivoj empez¨® jugando al tenis de mesa, y lo dej¨® por el f¨²tbol. Luego cogi¨® gusto al baloncesto y al balonmano a la par, un matrimonio inseparable durante largos a?os, que se rompi¨® por el primer premio en su incipiente carrera deportiva. "Siete a?os practiqu¨¦ baloncesto y balonmano. Jugu¨¦ un a?o en Primera de baloncesto. En el a?o 1971 me decid¨ª por el balorimano cuando fui llamado a la selecci¨®n j¨²nior". El comienzo en la fabricaci¨®n del Lanzapiedras era ya tangible.
Ave de paso sin rumbo
Krivocapic sali¨® del Club Deportivo,de Zenta para ser figura y encaminar sus pasos, dubitativos a¨²n, a Ada, donde dos a?os supusieron un trampol¨ªn importante que dur¨® lo suficiente. Luego, la gran urbe, BelgTado, el c¨¦nit de cualquier yugoslavo para triunfar, y dentro dle ¨¦l, Partizan, el equipo cl¨¢sico blanquinegro que le dio nombrey acab¨® de dar forma a sus maneras un tanto bruscas, casi violentas, y pulir un rostro algo temible. "Soy muy temperamental en la cancha, no lo puedo evitar, ?qu¨¦ le voy a hacer?". Su temible lanzamiento era m¨¢s importante que la vehemencia, y las diversas formaciones nacionales le requer¨ªan por sus virtudes goleadoras; se fraguaba una figura que dar¨ªa gloria al propio gol. Fue su rey por dos veces en su siguiente etapa en el pa¨ªs eslavo.
Y, de ciudad en ciudad, porque en Lubjliana se asent¨® definitivamente: "Como jugador, fui dos veces el m¨¢ximo goleador, me dieron adem¨¢s el cargo de segundo secretario del club y ganaba dinero por partida doble dentro del Slovan. Conoc¨ª a la que hoy es mi esposa y me cas¨¦; tuvimos un hijo; los dos est¨¢n all¨ª". Encima, le regalaron un piso. No pod¨ªa pedir m¨¢s dentro de su pa¨ªs, con el que fue subcampe¨®n del Mundial A en 1982, en la RFA, lugar que ver¨ªa meses m¨¢s tarde sus tremendos manotazos a puerta, pero de manera fugaz; era el comienzo de una experiencia nueva.
En 1975 se proclam¨® m¨¢ximo realizador del campeonato de Divisi¨®n de Honor, con 234 goles. En 1979, con el Slovan, volvi¨® a coronarse m¨¢ximo goleador de la Liga, con 317 tantos.
"Guardo un gran recuerdo de mi despedida de la selecci¨®n, fue la final del Mundial del 82 en Hamburgo, contra Rusia; de all¨ª dej¨¦ mi pa¨ªs para lanzarme a la aventura". Quer¨ªa ganar algo m¨¢s de dinero. Diezembach no fue m¨¢s que un paso, esta vez en la Bundesliga, de la que fue el primer realizador ante puerta. Y Alicante. Lejos de su fr¨ªa Zenta, esa de los 20? bajo cero en invierno. Tambi¨¦n aqu¨ª su fama y carisma triunfaron a base de golpes de mano y con un alias espa?ol: Lanzapiedras. Su imagen es pol¨¦mica y brutal en apariencia cuando sale de visitante. "Es un sambenito que no puedo sustraer; no tengo otra cara ni otro cuerpo. S¨¦ que mi envergadura hace que pueda dar sensaci¨®n de violento, pero no". Poco a poco el pa¨ªs fue rindiendo a la evidencia de este elemento que, al primer intento, se convert¨ªa en el m¨¢ximo goleador del trofeo Carlos Albert, como se llama a la Liga espa?ola.
?ltima camiseta
Pero Radivoj, Lanzapiedras o simplemente Krivi, empieza a estar cansado. "Me gustar¨ªa acabar aqu¨ª mi carrera deportiva. Me han propuesto la renovaci¨®n, pero hasta mayo no hablaremos en serio, aunque quiero quedarme". Dos a?os se otorga para terminar con sus tremendos lanzamientos. Piensa que a los 33 de edad es un buen momento para encauzar la vida y el porvenir personal. Quiere incluso traer a los suyos, a todos, en caso de renovar por otras dos temporadas. Se siente alejado de Yugoslavia y de la familia, y no descarta la posiblidad de echar ra¨ªces en Aficante, donde es bien recibido y est¨¢ compenetrado en la vida ciudadana. Niega ser un m¨ªstico y un descuidado.
Hace un a?o pensaba volver a casa y montar un pub en Zenta, que por lo visto es el negocio de moda en su pa¨ªs; pero el tiempo pasa y el negocio puede montarse en Alicante. "Empec¨¦ la carrera de profesor de Educaci¨®n F¨ªsica, pero en 1976 lo dej¨¦; me gustar¨ªa acabar y ejercer". Quiz¨¢ piense en su padre, que tanto razonamiento positivo le daba; pero cada cual tiene los biorritmos propios y personales y este joven/ maduro, barbudo, gigant¨®n, Lanzapiedras, sigue siendo un tanto ni?o, aunque nadie podr¨ªa apostar por ello simplemente vi¨¦ndole.
Sigue empe?ado en que le quedan dos a?os; luego... ?El pub en Zenta? ?en Alicante? ?d¨®nde? Su contrato con Tecnisa vence al final de esta temporada.
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