Mosc¨², espera ampliar las relaciones econ¨®micas bilaterales
Las relaciones diplom¨¢ticas entre la URSS y Espa?a han experimentado un proceso de normalizaci¨®n desde que se establecieron en febrero de 1977, pero existen a¨²n muchas posibilidades de desarrollo apenas exploradas, especialmente en la econom¨ªa y el comercio.?sta es la idea central expresada ayer por varios art¨ªculos aparecidos en la Prensa sovi¨¦tica -uno de ellos, en el ¨®rgano del partido, Pravda- en v¨ªsperas de la visita que el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Andrei Gromiko, comienza hoy en Madrid. Aparte de los temas bilaterales, la visita de Gromiko, devoluci¨®n de la que efectu¨® Fernando Mor¨¢n a Mosc¨² en mayo de 1983, se centrar¨¢ en explicar la posici¨®n sovi¨¦tica con vistas a las pr¨®ximas negociaciones que representantes de Washington y Mosc¨² comenzar¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 23 de marzo en Ginebra para tratar sobre el desarme nuclear, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas occidentales en Mosc¨².
Las mismas fuentes no excluyen que Gromiko manifieste de alguna forma su preocupaci¨®n por la eventual instalaci¨®n de armas nucleares en las bases norteamericanas situadas en territorio de Espa?a. Pese a que el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, ha dado garant¨ªas sobre la no instalaci¨®n de armas nucleares en territorio nacional, los medios oficiales sovi¨¦ticos han expresado reiteradamente su escepticismo al respecto, opinando que la capacidad de decisi¨®n sobre este punto est¨¢ en Washington y no en Madrid. En la URSS se ha criticado tambi¨¦n el rumbo de la pol¨ªtica socialista en relaci¨®n a la OTAN, y, tras el congreso del PSOE, la Prensa sovi¨¦tica record¨® a Felipe Gonz¨¢lez sus anteriores posiciones.
Desequilibrio de bloques
Medios sovi¨¦ticos expertos en pol¨ªtica internacional opinan que la integraci¨®n de Espa?a en el bloque militar de la OTAN llevar¨ªa consigo contramedidas b¨¦licas destinadas a compensar lo que desde la URSS se considera una alteraci¨®n del equilibrio de bloques existentes en Europa. El foco de mayor presi¨®n por parte sovi¨¦tica son las bases norteamericanas en Espa?a.
Tras recordar la firma del acuerdo intergubernamental de desarrollo de la cooperaci¨®n econ¨®mica e industrial firmado en febrero de 1984, Pravda se?ala que existen todav¨ªa "muchas posibilidades de utilizaci¨®n (de las relaciones) que dependen de la buena voluntad de los dos pa¨ªses, sus aspiraciones para reforzar lo conseguido y continuarlo en inter¨¦s de los pueblos sovi¨¦tico y espa?ol en aras de la paz en el mundo". Por su parte, la agencia Tass informaba de la publicaci¨®n en Espa?a de un libro de intervenciones de Gromiko, en el que se hace hincapi¨¦ en la falta de utilizaci¨®n de "todas las posibilidades y reservas existentes para la colaboraci¨®n en diferentes campos".
Entre los problemas bilaterales pendientes est¨¢n las condiciones de retorno (Seguridad Social y pensiones) para los ni?os de la guerra, la colonia de 1.100 espa?oles que, en compa?¨ªa de su familia, residen en la URSS como consecuencia de la guerra civil. Esta colonia est¨¢ interesada en un acuerdo semejante al logrado por Grecia recientemente.
Ese pacto prev¨¦ la integraci¨®n de los emigrantes pol¨ªticos griegos en el sistema de Seguridad Social de aquel pa¨ªs tras el pago por la URSS de una cantidad global para que sea administrada desde Atenas. Entre los espa?oles que desean regresar existen un par de casos delicados, a los que las autoridades sovi¨¦ticas no permiten el retorno.
El m¨¢s conflictivo de estos casos es el del asturiano Adolfo Gonz¨¢lez, antiguo titular de la Direcci¨®n T¨¦cnica del Petr¨®leo de la URSS, a quien le ha sido negado repetidamente el permiso para regresar a Espa?a desde que lo solicit¨® en 1978. Este caso ser¨¢ tratado probablemente entre el ministro de Exteriores, Fernando Mor¨¢n, y Gromiko.
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