Sagaz: d¨ªcese de quien prev¨¦ y previene las cosas
La situaci¨®n del mercado no ha cambiado en las ¨²ltimas horas, con el ¨ªndice bajando a ritmo lento, pero seguro, y con unos niveles de contrataci¨®n que tambi¨¦n descienden a buena marcha.Lo m¨¢s divertido de estas situaciones -aunque las caras de alegr¨ªa no abundan estos d¨ªas en el parqu¨¦- son las pol¨¦micas que se originan entre aquellos que apuestan por el sentido de la tendencia a corto plazo. Los seguidores del chart, por el momento, se encuentran en el umbral de demostrar si sus previsiones eran correctas. No es el dato m¨¢s relevante de la jornada, pero el caso es que ayer el ¨ªndice general rompi¨®, despu¨¦s de algunos amagos infructuosos, la barrera del 112%. ?Estamos ante una ca¨ªda libre hasta cotas cercanas al 106%?
Los partidarios del an¨¢lisis fundamental, por su parte, se resisten a creer que la situaci¨®n sea tan desesperada y defienden la tesis de una cierta y pasajera debilidad del mercado sin consecuencias tan dr¨¢sticas como las anteriores. El sentido com¨²n siempre es necesario, de todas formas, a la hora de intentar trazar un pron¨®stico siempre diricil, ya que la marcha de la bolsa es muy irregular, jugando de capricho en funci¨®n del viento que sopla, y sin poner rumbo definido hacia parte alguna.
A primera vista parece que el cambio en la contrataci¨®n bancaria es un asunto trivial, que puede originar alg¨²n desconcierto t¨¦cnico entre los operadores durante las primeras experiencias, pero que nunca puede influir en la tendencia del mercado. M¨¢xime si se tiene en cuenta que ayer el s¨ªndico de la bolsa, Manuel de la Concha, se entrevist¨® con Rafael Termes, presidente de la patronal bancaria, y que ¨¦ste-mostr¨® su conformidad con la iniciativa de la Junta Sindical. Ya por la noche, en una cena de los presidentes de los siete grandes, tambi¨¦n ¨¦stos mostraron su aceptaci¨®n de la medida sin reservas. Aunque el responsable burs¨¢til de una de estas entidades ha mostrado su fuerte oposici¨®n al nuevo sistema de contrataci¨®n, no parece contar con el respaldo de su presidente en este tema. Es previsible que, al final, los cuidadores bancarios terminen por efectuar operaciones de cobertura para evitar las fuertes fluctuaciones registradas en estos dos primeros d¨ªas -ayer Bilbao cedi¨® nueve enteros y Santander recuper¨® ocho- y que no parecen ser propias ni convenientes a esos valores.
M¨¢s importante a la hora de influir en los operadores, al menos ¨¦sa es una sensaci¨®n bastante extendida, es la pol¨¦mica sobre las cifras reales de la marcha de la econom¨ªa, que han sembrado ciertas dudas de fiabilidad y que incluso han sido recogidas por el Wall Street Joumal. No parece muy positivo, de cara a la inversi¨®n nacional y extranjera, ofrecer una imagen de estad¨ªstica bananera.
Y, sobre todo, los analistas empiezan a estudiar los resultados de las sociedades. Resulta que los mayores beneficios se han registrado en aquellas empresas peque?as, de ¨¢mbito casi familiar, mientras que las de mayor dimensi¨®n han obtenido peores resultados. Eso tampoco es una buena noticia. Casi tan poco constructiva como la comentada por las lenguas viperinas de que las el¨¦ctricas est¨¢n dejando caer sus t¨ªtulos para presionar al Gobierno por el tema de las tarifas y otros contenciosos pendientes.
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