El Gobierno reconoce que no controla el destino final de las exportaciones de material b¨¦lico espa?ol
"El Gobierno no controla las exportaciones de material b¨¦lico fabricado en Espa?a" y, sobre todo, "desconoce cu¨¢les son los pa¨ªses a los que llegan finalmente gran parte de las armas", seg¨²n ha reconocido un alto cargo del Gobierno. En 1984 Espa?a export¨® armas -fundamentalmente explosivos, munici¨®n y ca?ones- valoradas en m¨¢s de 100.000 millones de pesetas. Intermediarios. comisionistas. empresas fantasma, firmas con capital procedente de pa¨ªses extranjeros -especialmente ¨¢rabe-, despachos de influencias, bufetes de famosos y sociedades de relaciones p¨²blicas participan en este rentable negocio.
El Ejecutivo socialista ha elaborado un real decreto, que ser¨¢ aprobado dentro de dos o tres meses, para intentar elevar el control sobre este mercado. "Se trata de supervisar los diferentes pasos de cada operaci¨®n exportadora", afirman las fuentes gubernamentales consultadas. El problema actual, comentan, es que s¨®lo se controlan los pasos burocr¨¢ticos o legales. Las solicitudes de exportaci¨®n de armas son analizadas por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Armas y Explosivos, en la que est¨¢n representados t¨¦cnicos de Asuntos Exteriores, Defensa y Comercio.La junta puede solicitar, como garant¨ªa legal, un certificado de ¨²ltimo destino a los exportadores. "Ah¨ª est¨¢ la cuesti¨®n", dice un intermediario que no desea identificarse y que est¨¢ muy introducido en el comercio de Espa?a con Ir¨¢n. Seg¨²n esta persona, muchos exportadores, mediante el pago de fuertes cantidades, "consiguen esos certificados en pa¨ªses como Libia, Jordania, Arabia Saud¨ª o pa¨ªses dictatoriales suramericanos". Con el certificado en manos de la junta interministerial, la Administraci¨®n espa?ola autoriza legalmente la operaci¨®n, pero ya no controla, salvo con posterioridad en algunos casos, c¨®mo y por d¨®nde sale el armamento de nuestro pa¨ªs y mucho menos en qu¨¦ pa¨ªs acaba siendo utilizado.
En las correspondientes aduanas, la polic¨ªa comprueba que los permisos y certificados est¨¢n en regla y permiten la salida de las mercanc¨ªas. Bajo esas f¨®rmulas de aparente legalidad, "casi todas las semanas salen del puerto de Bilbao armas que acaban en Ir¨¢n o Irak", asegura ese intermediario, a pesar de que Espa?a mantiene oficialmente el embargo de venta de armas a ambos pa¨ªses en guerra. Con el real decreto que aprobar¨¢ el Gobierno se pretenden controlar todos los pasos de la operaci¨®n. "Aun as¨ª podr¨¢n burlar controles, pero al menos tendremos mucha m¨¢s informaci¨®n", asegura el alto, cargo del Gobierno.
Comisi¨®n por certificado
El funcionario que en el extranjero se presta a proporcionar el certificado de ¨²ltimo destino "puede llegar a cobrar una comisi¨®n de hasta el 30% del valor del contrato". "Comisiones y corruptelas tambi¨¦n han existido y existen en Espa?a, aunque no m¨¢s, por ejemplo, que en Alemania", se?alan las fuentes gubernamentales.
Las empresas o intermediarios espa?oles no se limitan a realizar operaciones con empresas espa?olas, sino que tambi¨¦n las hacen con fabricantes extranjeros. En la oficina de un intermediario que trabaja con Ir¨¢n, por ejemplo, hab¨ªa d¨ªas atr¨¢s un cat¨¢logo del Israel Defense Sales Directory, que le hab¨ªa entregado un fabricante israel¨ª. A este intermediario, las autoridades iran¨ªes han llegado a pedirle misiles superficie / superficie de 150 kil¨®metros de alcance y aviones Phantom.
Las personas consultadas sobre este asunto, tanto de la Administraci¨®n como de las empresas vendedoras o intermediarias, coinciden en afirmar que "moverse en este sector es muy peligroso", y todos aconsejan "m¨¢xima prudencia y responsabilidad" si se trata de difundir informaciones sobre el tema. "Aqu¨ª se mueven las mayores mafias, los peores tiburones internacionales", afirma un alto funcionario relacionado con esta materia y que tiene escolta permanente "precisamente por eso".
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