Visita brasile?a

.Lo m¨¢s interesante de este espect¨¢culo son las delicadas canciones de Eliana Estevao y las de Nilze Carvalho, con sus guitarras y la compa?¨ªa de su padre y su hermana; lo m¨¢s trepidante, la exhibici¨®n de los ritmistas, que golpean sus parches con arrebato y calidad sonora. Las mulatas son una docena de j¨®venes con unas nalgas llenas de instinto, de la sabidur¨ªa natural de su temprana edad, de su raza y de su medio; los muslos tienen en estos casos una inteligencia propia.

No lo suple el grupo de bailarines y bailarinas, en el que, si hay belleza f¨ªsica, la necesidad de cumplir con una coreograf¨ªa disminuye m¨¢s que aumenta la sabidur¨ªa del cuerpo. Los n¨²meros de conjunto est¨¢n desencajados. Al final, la compa?¨ªa se lanza al patio de butacas, obliga gentilmente a algunos espectadores -los hay voluntarios- a lanzarse al remedo de samba. Cuando los m¨¢s t¨ªmidos o los m¨¢s cansados se marchan, a¨²n quedan espont¨¢neos sujetos a las flexibles cinturas, hipnotizados por las grupas rotatorias, que coronan su noche agit¨¢ndose bravamente, liber¨¢ndose del d¨ªa.