Revolc¨®n del Congreso a las pretensiones de Reagan
La pol¨ªtica de intervenci¨®n norteamericana en Centroam¨¦rica no cuenta con el apoyo del Congreso, que est¨¢ decidido a impedir que el presidente intervenga militarmente en Nicaragua. Esta es la principal lecci¨®n de la derrota sufrida en la madrugada del mi¨¦rcoles (hora peninsular espa?ola) por Ronald Reagan, al rechazar la C¨¢mara de Representantes su propuesta de seguir ayudando militarmente a los contra que tratan de derrocar al Gobierno de Nicaragua y aprobar anoche una propuesta dem¨®crata. Para evitar que tambi¨¦n el Senado, dominado por los republicanos, rechazara su plan, el presidente tuvo que ceder el mi¨¦rcoles y prometer que reanudar¨¢ las negociaciones con Managua, y que la ayuda ser¨¢ para fines humanitarios.
S¨®lo as¨ª logr¨® Reagan que los senadores votaran su propuesta, por 55 votos contra 46. El resultado es, sin embargo, que, al menos este a?o fiscal que concluye el pr¨®ximo mes de octubre, los rebeldes no recibir¨¢n dinero de Estados Unidos para comprar armas. El debate reflej¨®, adem¨¢s de un enfrentamiento ideol¨®gico entre la derecha y los liberales, una confrontaci¨®n institucional entre el presidente y los poderes del Congreso en materia de pol¨ªtica exterior.El fantasma de Vietnam estuvo presente en el conflicto en muchas intervenciones, y algunos senadores, como el ex astronauta John Glenn (dem¨®crata por Ohio), dijeron que la propuesta presidencial era "un cheque en blanco para una resoluci¨®n como la del golfo de Tonk¨ªn", que, aprobada sin oposici¨®n por el Congreso, permiti¨® en 1965 a Lyndon B. Johnson la escalada en Vietnam. Los conservadores utilizaron, por su parte, el recuerdo de Cuba, afirmando que derrotar al presidente es perder la ¨²ltima posibilidad de evitar que Nicaragua se convierta en una nueva Cuba.
La Casa Blanca manten¨ªa a¨²n una d¨¦bil esperanza de que un nuevo voto ayer en el Congreso permitiera salvar pol¨ªticamente la cara de Reagan. la esperanza basada en que la C¨¢mara de Representantes votara una soluci¨®n de compromiso, presentada por los republicanos, que permita desembolsar 14 millones de d¨®lares (m¨¢s de 2.300 millones de pesetas), a invertir en medicinas y alimentos para la contra, pero no canalizados a trav¨¦s de la CIA.
Los republicanos de la C¨¢mara baja presentaron esta propuesta a votaci¨®n, pero lo que fue aprobado, por 219 votos contra 206, fue una propuesta dem¨®crata sobre Nicaragua que concede diez millones de d¨®lares a los refugiados de este pa¨ªs y otros cuatro a los pa¨ªses de Contadora para la puesta en pr¨¢ctica de un eventual acuerdo de paz. Larry Speakes, portavoz presidencial, hab¨ªa anunciado antes de producirse la votaci¨®n de ayer, que si la C¨¢mara no aprobaba la propuesta republicana el resultado ser¨ªa un golpe a la democracia en este hemisferio. Reagan y su secretario de Estado, George Shultz, intentaron minimizar la derrota sufrida el d¨ªa anterior y afirmaron que el voto del Senado es un voto "por la libertad y la democracia", pero no se refirieron posteriormente al rev¨¦s sufrido por la Administraci¨®n en la C¨¢mara baja.
El presidente del Congreso, Tip O'Neill, dem¨®crata, y el principal adversario pol¨ªtico del presidente, no tuvo dudas al afirmar que lo sucedido en las C¨¢maras refleja la preocupaci¨®n por una intervenci¨®n de EE UU en Nicaragua. "Los congresistas no quieren que nuestros muchachos vayan a luchar a ese pa¨ªs. Eso est¨¢ claro".
Al final de esta batalla, el presidente s¨®lo va a conseguir un apoyo para los contra muy inferior al que ha solicitado en una larga campa?a cargada de presi¨®n y demagogia, en la que ha comprometido su prestigio pol¨ªtico. Setenta y cinco minutos antes de que votara el Senado en la madrugada del mi¨¦rcoles, Reagan enviaba una carta a los senadores flexibilizando su pol¨ªtica sobre Nicaragua.
La misiva, dirigida al l¨ªder de la mayor¨ªa republicana, el senador por Kansas Robert Dole, promet¨ªa reanudar las negociaciones directas con los sandinistas, que fueron suspendidas unilateralmente por Washington el pasado mes de enero. En este punto es en el ¨²nico en que hay acuerdo entre los dos pa¨ªses, ya que el Gobierno de Managua est¨¢ ansioso por hablar con Estados Unidos.
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