La estaci¨®n espacial, de proyecto a realidad
Estados Unidos, Canad¨¢, Jap¨®n y 11 pa¨ªses europeos han comenzado la etapa de dise?o preliminar
Gran parte de los objetivos los comparte la estaci¨®n espacial con el otro gran proyecto anunciado por Reagan, la iniciativa de defensa estrat¨¦gica (SDI), o guerra de las galaxias, que muchos contemplan como un impulso al desarrollo tecnol¨®gico, y econ¨®mico m¨¢s que como un proyecto estrictamente militar.El proyecto de estaci¨®n espacial ha supuesto un nuevo impulso para la agencia espacial norteamericana, la NASA, que necesitaba urgentemente la definici¨®n de alg¨²n ambicioso proyecto a medio y largo plazo. La NASA ha dividido el trabajo de la estaci¨®n orbital en cuatro grupos, de los que se han responsabilizado las principales empresas del sector aeroespacial, como McDonell Douglas, Boeing, General Electric, Lockheed y RockweIl International.
Estos grupos realizar¨¢n el dise?o preliminar de las diversas partes de la estaci¨®n, y en 1987 la NASA seleccionar¨¢ las empresas que definitivamente van a encargarse de la construcci¨®n de los diversos m¨®dulos. El tiempo, para un proyecto tan complejo, en el que adem¨¢s se ha solicitado la cooperaci¨®n de pa¨ªses extranjeros, no va a sobrar, estiman los promotores del proyecto.
Estados Unidos ha obtenido ya un principio de acuerdo sobre cooperaci¨®n en el proyecto de estaci¨®n espacial permanente por parte de Europa, a trav¨¦s de la Agencia Espacial Europea (ESA); de Canad¨¢, que ha aceptado participar en la etapa de dise?o preliminar, y de Jap¨®n, que acaba de anunciar su participaci¨®n en esta etapa. Estados Unidos ha pedido tambi¨¦n su cooperaci¨®n a la India, Brasil y Australia, aunque estos pa¨ªses no entrar¨¢n ya previsiblemente en la etapa de dise?o, sino en la de utilizaci¨®n de la estaci¨®n una vez en ¨®rbita.
Canad¨¢ ha sido el primer pa¨ªs que ha firmado, hace dos semanas, un acuerdo o memor¨¢ndum sobre la participaci¨®n en la etapa de dise?o preliminar. El pr¨®ximo 9 de mayo, Reiichi Takeuchi, director general de la Agencia de Ciencia y Tecnolog¨ªa de Jap¨®n, y James Beggs, director de la NASA, firmaran un acuerdo similar. El coste de la participaci¨®n japonesa en esta etapa ha sido calculado en 22 millones de d¨®lares (3.740 millones de pesetas) para los pr¨®ximos dos a?os.
Necesidad cient¨ªfica poco clara
El proyecto de estaci¨®n espacial no ha provocado gran entusiasmo en la comunidad cient¨ªfica estadounidense ni en los medios pol¨ªticos. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos se?al¨® el a?o pasado que no ve¨ªa la necesidad cient¨ªfica de la estaci¨®n. La comisi¨®n de valoraci¨®n tecnol¨®gica del Congreso estadounidense manifest¨® en un informe sobre el tema el pasado mes de noviembre que la NASA y el Gobierno no hab¨ªan explicado suficientemente los objetivos de la estaci¨®n espacial. Muchos cient¨ªficos piensan que gran parte de los experimentos que se podr¨ªan hacer en el espacio ser¨ªan realizables a bordo del transbordador espacial norteamericano.La participaci¨®n extranjera complicar¨¢ indudablemente el proyecto y no permitir¨¢ f¨¢cilmente la utilizaci¨®n de la estaci¨®n para fines militares, por ejemplo. Otros expertos piensan que ser¨ªa m¨¢s interesante impulsar la colonizaci¨®n permanente de la Luna, con la posibilidad de obtener cierta rentabilidad econ¨®mica al explotarla para obtener minerales. En general, el proyecto parece todav¨ªa demasiado vago, a pesar del poco tiempo que queda para su realizaci¨®n, lo que implica la posibilidad de que se retrase su puesta en ¨®rbita.
Por ahora, la NASA ha decidido muy pocas cosas sobre la estaci¨®n. Que estar¨¢ situada en una ¨®rbita baja, a varios centenares de kil¨®metros sobre la superficie terrestre y en una situaci¨®n f¨¢cilmente accesible desde cabo Ca?averal. Su composici¨®n parece haberse concretado algo en los ¨²ltimos meses.
La compa?¨ªa McDonell Douglas, por ejemplo, en cuyo equipo figuran las empresas Honeywell, IBM y RCA, realizar¨¢ un estudio sobre la estructura de la estaci¨®n, dos m¨®dulos equipados como alojamiento de la tripulaci¨®n y lugar de traajo, brazos robotizados para manipulaci¨®n de naves y equipos anclaje para el transbordador espacial y diversos sistemas de control y posici¨®n. Canad¨¢ se encargar¨¢ de estudiar las posibilidades de mantenimiento autom¨¢tico de la estaci¨®n, mediante robots y otros sistemas automatizados.
La compa?¨ªa Lockheed ha recibido el encargo de realizar un estudio durante nueve meses para lograr un incremento en el rendimiento de la tripulaci¨®n de las estaciones espaciales. La NASA es tima que el conocimiento previo de la forma en que los tripulantes vivir¨¢n y trabajar¨¢n a bordo de una estaci¨®n espacial constituye un elemento esencial para definir su estructura definitiva.
El dise?o definitivo se realizar¨¢ en 1987
Al cabo de dos a?os, todos los estudios realizados se valorar¨¢n conjuntamente y se decidir¨¢n el dise?o y estructura definitivos, as¨ª como las compa?¨ªas que van construir la estaci¨®n. Mientras tanto, Francia, el pa¨ªs de Europa que mas invierte en el campo espacial, trata de colocar su proyecto Hermes, un avi¨®n orbital que ser¨ªa lanzado por el Ariane y servir¨ªa para conectar la estaci¨®n con la Tierra a un precio mucho menos costoso que el transbordador.
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