Solo de voz
Alan Mandell es un actor de bello timbre de voz masculina -aunque alg¨²n gesto se le haga inverso- con una gran sabidur¨ªa para descifrar la interpretaci¨®n de un texto de Beckett: la irradiaci¨®n ir¨®nica, la malignidad de la mueca, contenidas dentro de un dramatismo intenso. Y la otra paradoja, la de la esperanza metida dentro de la desesperaci¨®n. Aunque sea un tr¨¢nsfuga del idioma ingl¨¦s, Beckett consigue en ¨¦l una sonoridad po¨¦tica que no le da el franc¨¦s ni ninguna traducci¨®n por ajustada que sea. Sobre todo en este mon¨®logo, Company, donde el misterio est¨¢ en la Voz, con may¨²scula.Como en toda la obra de Samuel Beckett, la angustia sale de la busca de la autosuficiencia, de una especie de masturbaci¨®n metafi?sica; el regreso a una nada impura donde podr¨ªa haber algo... Un Beckett tard¨ªo, elaborado, enormemente sabio, capaz de introducir briznas de relato, de pasado o de recuerdo en una situaci¨®n seca y ¨²nica. La teatralidad, superpuesta al texto, es sobria: un juego de luces sobre el eterno sill¨®n de? narrador inm¨®vil y la voz que se desplaza al fondo y a los lados de la sala para formar un di¨¢logo imposible, desgarrador.
Company
De Samuel Beckett.Int¨¦rprete: Alan Mandell. Espacio esc¨¦nico: Timian Alsaker. Dramaturgia: Beckett, Chabert y Gontarski. Direcci¨®n: Stanley Gontarski. Estreno, Sala de Columnas del C¨ªrculo de Bellas Artes, 2 de mayo de 1985.
Aun para los alejados del idioma ingl¨¦s, el concierto de voz y la elegancia de adem¨¢n de Alan Mandell puede tener la belleza de un concierto, de un solo. Muy aplaudido, el actor, sin embargo, no sali¨® a recoger los aplausos. Forma parte de la dramaturgia la aparici¨®n y desaparici¨®n del personaj¨¦ en el oscuro tantas veces evocado en el texto.
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