Una novillada para curtirse
JOAQUIN VIDALPlaza de Las Ventas. Madrid, 12 de mayo. Primera de feria de San Isidro.
Novillos de La Guadamilla, bien presentados, con casta y mansos.
El Fundi. Pinchazo y estocada tendida (silencio). Estocada atravesada que asoma y tres descabellos (silencio). Luis M¨ªguel Calvo. Estocada baja (petici¨®n y vuelta). Estocada (divisi¨®n cuando saluda). Carmelo. Cinco pinchazos, estocada corta ca¨ªda y descabello; la presidencia le perdon¨® un aviso (aplausos tendida desprendida y tres descabellos (palmas). Asisti¨® al festejo el presidente de Nicaragua.
Hablan de que la ganader¨ªa de bravo atraviesa una profunda crisis de casta. Pues no lo parece, en Las Ventas. Y adem¨¢s, el toro de casta, seg¨²n hemos podido apreciar estos ¨²ltimos domingos, no se cae. Con casta y sin caerse, naturalmente resulta mucho m¨¢s dificil y peligroso que la borrega; y frecuentemente es excesivo para las capacidades t¨¦cnicas de los novilleros. Pero tampoco resulta negativo, porque esas dificultades y peligros van dando la medida de cada cual y los curte para futuras empresas.
Lo que a nada conduce, es que salten a la "primera plaza del mundo" novillitos de mazap¨¢n, como en la feria de 1984. El p¨²blico sale de esos festejos jurando por su honor que ha asistido al renacer de Jos¨¦ y Juan, y eso dicen los taurinos que es promocionar la fiesta. No se promociona nada, naturalmente, que la cruel realidad llega en seguida, y ah¨ª tenemos a tantos Josejuanes, ahora asustaditos cada vez que les ponen delante un novillo enterizo.
Los novilleros de ayer comparecieron ante la c¨¢tedra con otros planteamientos m¨¢s aut¨¦nticos. El Fundi, director de lidia por su antig¨¹edad -y es un chaval¨ªn- no pudo hacerles a sus novillos ese "cante" que dicen los taurinos. La verdad es que ni cante ni rock duro. Su lote fue dificil¨ªsimo. Con un manso alborot¨®n, condenado a banderillas negras, y un pavo c¨¢rdeno poderoso que se iba al bulto, habr¨ªa podido perder los papeles y, sin embargo, no perdi¨® nada, ni los nervios. Intent¨® faenas, aguant¨® tarascadas, ali?¨®, mat¨®, que es lo bueno.M¨¢s placeado, ense?ado, aprendido y sabido, Luis Miguel Calvo tuvo un buen deb¨² en Las Ventas. A dos novillos de relativa manejabilidad les hizo toreo de escuela, que abarcaba un repertorio amplio ejecutado con acabada t¨¦cnica. Manejaba el capote con la soltura que da la pr¨¢ctica campera, e interpretaba con gusto los lances, con mayor acento en las ver¨®nicas de recibo rodilla en tierra y en la honda media ver¨®nica de un quite.
Con la muleta mandaba Luis Miguel Calvo. Trazaba el muletazo con autoridad, consent¨ªa cuando la embestida era reservona o gazapona la movilidad del novillo; y desde luego, nunca perd¨ªa la cara, como debe ser.Toreros placeados, ensef¨ªados, aprendidos y sabidos quieren los tiempos de la tauromaquia, y Luis Miguel Calvo ya tiene recorrido todo ese aprendizaje. Ocurre, no obstante, que al p¨²blico le dejaba un poco fr¨ªo la correcci¨®n de su t¨¦cnica, pues no suele motivar excesivamente una continua y cerebral exhibici¨®n de academicismo. Es l¨®gico. Alg¨²n d¨ªa se apercibir¨¢ Luis Miguel Calvo -s¨®lo es cosa de tiempo- de que el toreo, que asume las componentes esenciales de espect¨¢culo y arte, debe tener una base t¨¦cnica de primer orden, es evidente; pero debe a?adir colorido y dejar abierto un amplio margen a la inspiraci¨®n.
Por este motivo arrebataba m¨¢s el toreo de Carmelo, que no era tan ortodoxo, pero que, en cambio, se enriquec¨ªa con la improvisaci¨®n, y as¨ª daba pie a las emociones que siempre produce la incertidumbre de cada suerte.
Ante aquella novillada mansa de fiera casta, Carmelo era un fr¨¢gil lidiador, que pon¨ªa a contribuci¨®n del triunfo el coraje propio de los novilleros a la antigua usanza. Lance¨® a la ver¨®nica tray¨¦ndoselo toreado, que es excelente pr¨¢ctica de los c¨¢nones, dio muletazos de buen corte, sufri¨® varios achuchones y revolcones, todo lo cual hac¨ªa sentenciar a la c¨¢tedra que "ah¨ª puede haber torero". Seguramente, y si la providencia no les da la espalda, "hay torero" en los tres espadas de ayer. De momento, el novillo con casta y sus problemas no les da miedo, y desde ayer ya est¨¢n un poco m¨¢s curtidos.
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