El campe¨®n puso un toque de sinsabor a su fiesta
JUAN JOS? FERN?NDEZ, El Real Madrid de esta temporada lo ha hecho todo al rev¨¦s. Hasta el final. Menos mal que la suma de aciertos y desaciertos le ha dado su merecido s¨¦ptimo t¨ªtulo europeo. Anoche, tras un partido lento y aburrido, gan¨®, seg¨²n se esperaba, la Copa de la UEFA y pudo festejarlo. Pero fue un ¨¦xito con la peque?a decepci¨®n para el recuerdo, aunque nula para la historia, de caer derrotado ante su p¨²blico. Injustamente, adem¨¢s, porque el empate, al menos, lo mereci¨®, pese a la vulgaridad del juego exhibido. Fue una sombra del Madrid de las grandes noches continentales.
El segundo gol anulado, por fuera de juego de Butrague?o, fue legal. No lo estaba al pasarle Santillana. El ¨¢rbitro hizo caso a sujuez de l¨ªnea Schoeters. ?ste, realmente, ya no le hac¨ªa demasiado mal al Real Madrid. El bien fundamental se lo hizo hace unos meses, cuando le ayud¨® decisivamente a eliminar al Rijeka, yugoslavo, al que dej¨® con ocho hombres en el campo.
El Videoton, h¨²ngaro, con clase limitada, aunque mejorada al recuperar sus bajas de? encuentro de ida, pero con mucha menos ambici¨®n que entonces, se march¨® anoche colmado en sus ilusiones. El conjunto h¨²ngaro se salv¨® de tener la eliminatoria todav¨ªa m¨¢s sentenciada nada m¨¢s empezar el encuentro al fallar Valdano un penalti, pero acab¨® ganando cuando se conformaba sobradamente con la igualada. Fue una pena para el Madrid, pronto olvidada con el festejo, pero es que ya se hab¨ªa agotado el vaso de las emociones. El equipo blanco, est¨¢ visto, necesita motivarse, como su p¨²blico. Necesita tener que remontar resultados adversos como ante el citado R¨ªjeka (3-0, tras un 1-3), el Anderlecht (6-1, tras un 0-3) o el Inter (3-0, tras un 0-2). Despu¨¦s de ganar en Londres al Tottenham. (0-0), pas¨® sus apuros y s¨®lo empat¨® (0-0) en el Bernab¨¦u. El 3-0 conseguido en Sz¨¦kesfeh¨¦rv¨¢r fue demasiado. El partido de ayer casi sobr¨®.
Incluso el ambiente fue muy distinto al de anteriores ocasiones. No hab¨ªa tensi¨®n en las gradas, ni en el c¨¦sped. S¨®lo una peque?¨ªsima duda de un susto h¨²ngaro que casi nadie esperaba. Ni los propios h¨²ngaros, corno se demostr¨®. Tampoco hubo lleno, por televisi¨®n. Y al Madrid le van los retos con partidos en directo fuera, pero diferidos en c¨¢sa. Por algo los directivos no han querido admitir las c¨¢maras instant¨¢neas hasta que se asegur¨® casi el t¨ªtulo.
Si Valdano no llega a tirar tan flojo el claro penalti hecho a Butrague?o a los seis minutos, tal vez las gradas hubiesen vibrado m¨¢s. Pero el p¨²blico madridista s¨®lo se motiva con los goles y fue un jarro de agua fr¨ªa. Tambi¨¦n se le ha acostumbrado as¨ª desde siempre, desde el gran Madrid, y mucho m¨¢s esta temporada. Ayer, menos en el pospartido, casi todo fue tan triste como un d¨ªa aciago de la Liga. La gente esperaba tres o cua tro goles, los habituales, qu¨¦ me nos, y m¨¢s a¨²n despu¨¦s de haber contemplado lo de la ida. Pero no se calent¨® durante el juego m¨¢s que con leves c¨¢nticos de campeones, campeones, ol¨¦, ol¨¦, en una propia autosugesti¨®n. Y sin mirar el juego. Todo muy fr¨ªo, demasia do para un d¨ªa de fiesta. No pare c¨ªa una final. Todo al rev¨¦s.
Un rival conformista
El Videoton no quiso ser nunca el Metz, que elimin¨® al Barcelona esta misma temporada de la Recopa. El equipo franc¨¦s gan¨® por 4-1 en el Camp Nou, despu¨¦s de perder en su terreno por 2-4. Era otro imposible, pero tuvo fe. El Videoton, que no es un mal equipo, pero tampoco uno grande, se conform¨® siempre, desde que recibi¨® el primer gol en su terreno, o quiz¨¢ antes, con ser un digno subcampe¨®n. Si hubiera jugado con todos sus titulares en la ida, tal vez no le habr¨ªa sido tan f¨¢cil al Madrid.
El Videoton, aunque jug¨® con el mismo planteamiento que el Madrid, un 4-3-3 de te¨®rico poder ofensivo, no presion¨® en los marcajes como en Sz¨¦kesfeh¨¦rv¨¢r. Fall¨® mucho en los pases, menos al final, y dej¨® jugar al Madrid a placer. Pero el equipo de Molowny no supo aprovecharlo. Tampoco lo necesitaba, pero s¨ª debi¨® pensar en su parroquia y en toda Espa?a que lo ve¨ªa. Tuvo suerte de que su rival renunci¨® desde el principio a todo lo que no fuera amarrar un buen resultado. Perdi¨® m¨¢s tiempo que el propio campe¨®n y ello ya fue s¨ªntoma de sus aspiraciones.
El Madrid se contagi¨® de la tremenda lentitud impuesta por los h¨²ngaros y acab¨® encontr¨¢ndose con un guardameta, Disztl, el ¨²nico verdadero internacional por su pa¨ªs, que se mostro espl¨¦ndido. Los tiros madridistas, sobre todo de Michel, fueron telegrafiados y desde muy lejos. Butrague?o, al que hoy har¨¢n nuevas pruebas de ri?¨®n y ser¨¢ sustitu¨ªdo por Sarabia en la selecci¨®n, no estuvo especialmente, afortunado en las paredes, aunque pudo marcar hasta tres veces en disparos de cerca. El Videoton dej¨® jugar, pero Valdano tampoco tuvo su d¨ªa, algo ya demasiado repetido lamentablemente para ¨¦l, y Santillana se qued¨® solo. Ni siquiera se aprovecharon los centros. Menos mal que la defensa, con Stielike nuevamente espl¨¦ndido, apenas fall¨®.
De nada sirvi¨® que Gallego y el propio Michel tuvieran campo sobrado para correr y ordenar, pues sus pares, Csongradi, que al fin jug¨®, pero con algodones, y Burcsa, no les vigilaron encima. Falt¨® la chispa, ese ¨¢ngel de otras ocasiones. Y la ya relativa decepci¨®n por el empate que se preve¨ªa, tras los dos goles bien anulados a la media hora de la segunda parte, aument¨®. Vino el tanto de Majer, que se hab¨ªa escapado cada vez m¨¢s de Camacho. El Madrid se enrabiet¨®, pero ya era tarde. Disztl par¨® otro bal¨®n de gol a Butrague?o y el ¨¢rbitro, su juez de l¨ªnea, evit¨® el empate. Se sum¨® a la fiesta del rev¨¦s.
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