El esp¨ªritu de las SALT II

Ronald Reagan esta a punto de tomar la que puede ser la m¨¢s importante decisi¨®n de su mandato respecto al control de armamento. Esta semana se espera que los encargados de la alta seguridad nacional comiencen a debatir si Estados Unidos debe continuar respetando el todav¨ªa no ratificado tratado SALT II a la vista de la clara evidencia de que la Uni¨®n Sovi¨¦tica est¨¢ haciendo trampa respecto a dos condiciones claves. A pesar de los recientes ataques del presidente Reagan al SALT II, los altos funcionarios est¨¢n presion¨¢ndole para que abandone la intenci¨®n de renunciar al acuerdo en su conjunto.(...)Como resultado, est¨¢ ganando apoyo entre los m¨¢s altos consejeros el llevar una t¨¢ctica que deje a Estados Unidos de acuerdo con el esp¨ªritu del SALT II, pero no con el texto. El tratado obligar¨ªa a los norteamericanos a desechar el viejo portamisiles Poseidon para dejar paso a un nuevo submarino Trident, el Alaska, que comienza las pruebas en el mar este oto?o. Ahora algunos asesores de Reagan quieren arrinconar al Poseidon cuando el Trident est¨¢ encargado. Si los sovi¨¦ticos entonces contin¨²an sin cumplir el tratado SALT II u otros tratados sobre las armas nucleares, los Poseidon podr¨ªan volver al servicio activo. Los funcionarios norteamericanos dicen que los Poseidon ser¨ªan una amenaza especialmente eficaz si los sovi¨¦ticos trataran de romper el tratado sobre misiles antibal¨ªsticos mediante el montaje de un sistema de defensa de misiles a escala nacional. Los misiles lanzados por submarinos, dicen, podr¨ªan ayudar a contrarrestar las defensas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

La Administraci¨®n tambi¨¦n podr¨ªa retrasar una decisi¨®n sobre el SALT II hasta finales de este a?o, en que expira el tratado. Otra opci¨®n ser¨ªa adherirse al SALT I, pero no al SALT II.

27 de mayo