La historia
P. S. La historia puede aparecer con violencia tras el libro de un autor cuya imagen se ha suavizado con el tiempo. Jorge Guill¨¦n, por ejemplo, escribe Guirnalda civil "a la memoria de Leopoldo Alas, legalmente asesinado el 16 de febrero de 1937".
La dedicatoria de Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n a su Poema de la bestia y el ¨¢ngel, publicado por Ediciones Jerarqu¨ªa en abril de 1938, es significativa incluso por el color de la letra: en color oro, los nombres de Franco, Sanjurjo, Jos¨¦ Antonio, Mola. En azul el texto: "Vuestros nombres con letras de oro en la primera p¨¢gina de este libro".
La guerra de Espa?a aparece igualmente en el San Camilo, 1936, de Camilo Jos¨¦ Cela (1969): "A los mozos del reemplazo del 37, todos poseedores de algo: de la vida, de la libertad, de la ilusi¨®n, de la esperanza, de la decencia. Y no a los aventureros for¨¢neos, fascistas o marxistas, que se hartaron de matar espa?oles como conejos y a quienes nadie hab¨ªa dado vela en nuestro propio entierro". Los Recuerdos, de Enver Hoxha, el dirigente alban¨¦s reci¨¦n fallecido, resumen su propio pensamiento: "En el centenario del nacimiento del gran marxista-leninista Jos¨¦ Stalin".
Pol¨ªtico es el texto que antecede las 1.500 p¨¢ginas de Los Miserables, de V¨ªctor Hugo, en el que el autor explica que libros como ¨¦se quiz¨¢ no sean del todo in¨²tiles mientras existan los desheredados que describe.
Cierto conocimiento de la historia es necesario para comprender a Rub¨¦n Dar¨ªo cuando escribe "a Nicaragua, a la Rep¨²blica Argentina" para presentar los Cantos de vida y esperanza, con poemas como Oda a Roosvelt.
Perd¨®n a los ni?os
Mas no toda historia es bronca. C¨¦lebre por su ternura y poes¨ªa es la dedicatoria de El principito, de Antoine de Saint-Exup¨¦ry: "A L¨¦on Werth. Pido perd¨®n a los ni?os por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona mayor puede comprenderlo todo; hasta los libros para ni?os. Tengo una tercera excusa: esta persona mayor vive en Francia, donde tiene hambre y fr¨ªo. Tiene verdadera necesidad de consuelo. Si todas estas excusas no fueran suficientes, quiero dedicar este libro al ni?o que esta persona mayor fue en otro tiempo. Todas las personas mayores han sido ni?os antes. (Pero pocas lo recuerdan). Corrijo, pues, mi dedicatoria: A L¨¦on Werth, cuando era ni?o".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.