A Ias 20.53 de ayer Espa?a firm¨® el tratado e adhesi¨®n a la Comunidad Econ¨®mica Europea
A las 20.53 de ayer, Espa?a firmaba ,definitivamente el tratado de adhesi¨®n a la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) y acababa con una larga etapa de aislamiento del Viejo Continente. El presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, protagonizaba la firma en un acto lleno de protocolo y no exento de tensi¨®n por los nuevos hechos que el terrorismo protagoniz¨® ayer. El presidente Gonz¨¢lez introdujo a ¨²ltima hora una frase en su discurso, con la que lo culmin¨®: "Espa?a aportar¨¢ su esfuerzo a la concreci¨®n de una Europa de la paz y de la justicia. Nadie, mediante la coacci¨®n o la violencia, podr¨¢ torcer ese prop¨®sito de paz". Por la ma?ana, en la capital portuguesa se hab¨ªa celebrado un acto similar. Pendiente de la ratificaci¨®n parlamentaria, la Comunidad Europea pas¨® ayer de 10 a 12 miembros.
Una nueva p¨¢gina se gir¨® ayer en la historia del continente europeo. Espa?a y Portugal se convirtieron en pa¨ªses miembros electos de la Comunidad Econ¨®mica Europea, a falta de la ratificaci¨®n parlamentaria para confirmar su plena pertenencia a una instituci¨®n ¨²nica en el mundo. A las 11.30 horas de ayer en Lisboa y a las 20.53 horas en Madrid, los doce pon¨ªan su hist¨®rica firma al pie del Tratado de Adhesi¨®n."Estamos hoy aqu¨ª sancionando la participaci¨®n de mi pa¨ªs en el proyecto com¨²n europeo. ?sto representa una responsabilidad para todos nosotros, y los gobiernos espa?oles sabr¨¢n cumplir el compromiso europeo de Espa?a", dijo el Rey Juan Carlos I en la magna ocasi¨®n, en la Sala de Columnas del Palacio Real. "Vivimos un gran d¨ªa para Espa?a y Portugal... vivimos un gran d¨ªa para Europa", a?adi¨® el Rey, ¨²nico jefe del Estado presente en el acto, de los que ya se puede calificar como los doce.
De diez a doce no se trata de una simple suma, consider¨® en su discurso el actual presidente del Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno de la CEE, el italiano Bettino Craxi, hablando de las nuevas fuerzas, la nueva voluntad, la nueva inteligencia que se unen a nosotros", para "hacer avanzar el proyecto de la unificaci¨®n que tendr¨¢ un efecto multiplicador y de est¨ªmulo". Craxi se dirigi¨® al Rey para manifestarle que "su gran naci¨®n completa hoy un proceso que testimonia de la sabidur¨ªa, la tenacidad y la amplitud de miras del pueblo y del Gobierno espa?ol".
Prueba de que Espa?a y Portugal ya no son simples pa¨ªses terceros frente a la CEE, sino miembros en la sala de espera de la ratificaci¨®n parlamentaria, es la invitaci¨®n de Craxi en nombre de los diez, al presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, y al primer ministro portugu¨¦s Mario Soares, para participar en la cumbre europea de Mil¨¢n, del 28 al 29 de junio. A esta cumbre se refiri¨® el presidente del Gobierno italiano cuando habl¨® del debate sobre el futuro institucional, tecnol¨®gico, econ¨®mico y social que tendr¨¢ lugar en esa ocasi¨®n "con esp¨ªritu constructivo y con un empe?o renovado".
Para Craxi, el acontecimiento de ayer en Lisboa y Madrid "marca una nueva p¨¢gina en la historia de nuestro continente" y la firma de la adhesi¨®n "no es un punto de llegada sino un punto de partida". Nadie, sin embargo, en los discursos oficiales en Madrid o Lisboa se refiri¨® ayer a la fecha del 1 de enero de 1986 para el ingreso ib¨¦rico. Quiz¨¢ porque se d¨¦ por asumida.
En este momento hist¨®rico para Espa?a y Europa, ni el Rey, ni Felipe Gonz¨¢lez, ni Bettino Craxi, ni su ministro de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, ni el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors, olvidaron mencionar las relaciones con los pa¨ªses de habla hispana, de la cuenca del Mediterr¨¢neo y de ?frica. "Una Europa cerrada, desde?osa de lo ajeno, ser¨ªa menos Europa", manifest¨® el Rey.
Telegrama de Reagan
Ronald Reagan, presidente de los Estados Unidos, remiti¨® un telegrama al Rey Juan Carlos en el que afirmaba: "Majestad: mi m¨¢s calurosa felicitaci¨®n por la llegada de este d¨ªa tan deseado para la historia espa?ola y europea. Vemos la entrada de Espa?a en la Comunidad Europea como uno de los sucesos m¨¢s significativos hasta el momento en el largo y duro, pero noble esfuerzo para unir m¨¢s fuerte todav¨ªa las democracias de Europa, meta que ha tenido, desde el comienzo, nuestro m¨¢s firme apoyo. Nos alegramos con el pueblo espa?ol en este d¨ªa hist¨®rico".
A las 20.40 horas, las delegaciones nacionales fueron llamadas una a una para poner su firma en los lujosos textos de rebordes rojos, comenzando por la actual Presidencia del Consejo comunitario, Italia, y siguiendo as¨ª por el orden alfab¨¦tico que predomina en la CEE con los nombres de los pa¨ªses en sus lenguas nacionales.
Y si en Lisboa se empez¨® por B¨¦lgica, el primero que puso su firma en Madrid fue Bettino Craxi, y los ¨²ltimos los irlandeses. Despu¨¦s le toc¨® el turno a Portugal, cuya delegaci¨®n, al ser llamada, recibi¨® grandes aplausos por parte de los presentes. Pero m¨¢s grandes, en Madrid, fueron, a las 20.53, para la parte espa?ola. Las firmas que se pusieron corresponden a Felipe Gonz¨¢lez, presidente del Gobierno; Fernando Mor¨¢n, ministro de Asuntos Exteriores; Manuel Mar¨ªn, secretario de Estado para las Relaciones con la CEE, y Gabri el Ferr¨¢n, embajador espa?ol ante la Comunidad.
El acto madrile?o result¨® mucho m¨¢s cargado de protocolo que el de Lisboa, compartimentando m¨¢s la gente en el Palacio de Oriente que en el monasterio de Los Jer¨®nimos. Y desde luego, en opini¨®n de los periodistas acreditados en Bruselas, nacionales y extranjeros, esta. firma careci¨® de la verdadera emoci¨®n que caracteriz¨® aquel acuerdo hist¨®rico de la madrugada del 29 de marzo pasado, que hizo posible lo que ocurri¨® ayer. Tras la firma, el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, afirm¨® que, tras las primeras elecciones democr¨¢ticas celebradas en Espa?a en 1977, los representantes del pueblo espa?ol tuvieron "raz¨®n al prestar nuestro apoyo un¨¢nime a la candidatura de Espa?a al Mercado Com¨²n".
Alusi¨®n al terrorismo
Fue precisamente en Portugal donde el ministro Asuntos Exteriores franc¨¦s, Roland Dumas, reconoci¨® que Francia "ha bloqueado durante a?os la negociaci¨®n con Espa?a para conseguir satisfacer sus intereses". Miembros del equipo negociador espa?ol, presentes en el acto de la firma del tratado de adhesi¨®n, corroboraron una vez m¨¢s la "constante actitud francesa de poner obst¨¢culos a la negociaci¨®n hispano-comunitaria".
Al final de su discurso, Felipe Gonz¨¢lez a?adi¨® una frase improvisada referente a los actos terroristas que ocurrieron ayer. "Espa?a aportar¨¢ su esfuerzo a la concreci¨®n de una Europa de la paz y de la justicia. Nadie mediante la coacci¨®n o la violencia podr¨¢ torcer ese prop¨®sito de paz". Esta frase final fue acogida con aplausos por parte de los presentes en la ceremonia. Tras estos actos, 132 invitados de honor pasaron a cenar en el comedor de gala del mismo palacio.
El acto no estuvo exento de cierto tensi¨®n. Tras el atentado por la ma?ana a un coronel del ej¨¦rcito, se tem¨ªa alg¨²n acto terrorista m¨¢s en el mismo Palacio Real. Artificieros de la polic¨ªa, acompa?ados de perros especialmente adiestrados, registraron minuciosamente todas las dependencias del Palacio Real, escenario de la firma. El grupo de artificieros se uni¨® a los m¨¢s de 2.000 polic¨ªas que durante todo el d¨ªa de ayer realizaron las mis¨ªones de vigilancia y seguridad previstas por el Ministerio del Interior.
Un helic¨®ptero de las fuerzas de seguridad sobrevol¨® tambi¨¦n la zona de Palacio, que permanec¨ªa cerrada al tr¨¢fico horas antes de la llegada de las delegaciones e invitados a la ceremonia.
Pese a estas excepcionales medidas de seguridad, la Guardia Real, destacada en Palacio y vestida con uniforme de gala, no interrumpi¨® su normal actividad y realiz¨® a las horas previstas los cambios de guardia habituales.
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