La orquesta de brazos ca¨ªdos

, Desde que se terminaron los conciertos de temporada, hace poco m¨¢s de dos meses, los profesores de la Orquestra Ciutat de Barcelona (OCB) se encuentran en situaci¨®n de paro forzoso. Antoni Ros Marb¨¢, su director titular, ha terminado, por este a?o, con las tareas a que le obliga el contrato firmado con el Ayuntamiento de Barcelona y se ha marchado para cumplir otros compromisos. De los tres proyectos que ten¨ªa la OCB para primavera-verano de este a?o, ninguno llegar¨¢ a buen puerto. Las 21 horas semanales que por contrato trabajan los miembros de la OCB se agotan en el sistema provisional de practicar aulas, una forma de hacer academia para cuerpos instrumentales.

Los m¨²sicos, que a lo largo del curso han manifestado p¨²blica y reiteradamente lo muy oscuro que estaba su futuro laboral se muestran, si cabe, a¨²n m¨¢s desmoralizados que en meses anteriores. Sus reducidos sueldos -no llegan a las 100.000 pesetas mensuales, puesto que cobran como funcionarios municipales que son-, redondeados con toda suerte de pluriempleos, amenazan con estancarse y, peor todav¨ªa, disminuir ante las nuevas medidas de saneamiento de la gerencia municipal, que busca el modo de rentabilizar las actuaciones reduciendo dietas (en el caso de los raros desplazamientos de la orquesta) y pagos extras (en el caso de las intervenciones televisivas).

La OCB cuenta con un presupuesto considerable (ronda los 470 millones de pesetas), habida cuenta de su categor¨ªa art¨ªstica y de su actividad. En opini¨®n de los especialistas consultados, el problema reside en la mala administraci¨®n y peores vicios que se arrastra desde hace a?os y que no pueden sanearse como si se tratara de una empresa industrial cualquiera. La susceptibilidad exacerbada de los profesores tampoco ayuda a buscar remedios, pero, en definitiva, ellos son los ¨²nicos que se mantienen fieles a la instituci¨®n. Por primera vez, al menos ellos as¨ª lo creen, han demostrado a sus conciudadanos que, a pesar de todos los pesares, son unos buenos instrumentistas que bajo la direcci¨®n de una batuta de calidad suenan como han de sonar, ni m¨¢s ni menos. El problema radica en disponer de buenas batutas, pero esa cuesti¨®n escapa a su competencia.

Para los d¨ªas 16 y 18 de julio la OCB tiene previsto desplazarse a Montpellier, en el sur de Francia, donde participar¨¢ en el Festival Internacional de Radio France y de Montpellier. El viaje es en estos momentos su ¨²nico motivo para resistir. All¨ª conocer¨¢n e intercambiar¨¢n experiencias con sus compa?eros m¨²sicos de otras agrupaciones extranjeras, de pa¨ªses donde "se aprecia la labor de los instrumentistas como la de unos artistas, que es lo que somos", comentan.