Japoneses, "compren 100 d¨®lares anuales de productos importados"
La pujanza comercial de la econom¨ªa japonesa se enfrenta con numerosas resistencias de los pa¨ªses -Estados Unidos y Europa, principalmente- que sufren esa penetraci¨®n. Para demostrar su no alineamiento con las nuevas corrientes proteccionistas, Jap¨®n ha impulsado una campa?a de consumo de productos importados y ha anunciado la reducci¨®n de aranceles a una serie de bienes procedentes del exterior. Un corresponsal de: EL PA?S visit¨® recientemente Jap¨®n para conocer las claves de la agresividad de una econom¨ªa que basa su fortaleza en su capacidad de competir en los mercados extranjeros.
Yasuhiro Nakasone, primer ministro del Gobierno japon¨¦s, compr¨® una corbata italiana y diversos productos cosm¨¦ticos norteamericanos el d¨ªa de su cumplea?os para dar ejemplo de la campa?a lanzada por el Gobierno para que todos los japoneses "compren 100 d¨®lares anuales de productos importados". El eslogan forma parte de una m¨¢s de las campa?as de Jap¨®n para incrementar, un tanto simb¨®licamente, sus importaciones y reducir las cr¨ªticas de Estados Unidos, los pa¨ªses del Mercado Com¨²n y del ¨¢rea del Sureste asi¨¢tico en especial contra el proteccionismo del mercado interno nip¨®n."Jap¨®n no es proteccionista, lo que ocurre es que es un mercado muy diferente a la hora de vender", dice Yasuhico Sasai, subdirector de la divisi¨®n europea de Jetro, la organizaci¨®n oficial destinada a promover el comercio del exterior hacia Jap¨®n.
'Guerra comercial'
El Gobierno, por su parte, elabora una lista de medidas importantes que a finales de este mes reducir¨¢ una serie de aranceles para productos importados. Todo ello en un intento de esquivar una previsible guerra comercial entre Jap¨®n y Estados Unidos y los pa¨ªses europeos, que amenazan con tomar represalias si Jap¨®n no modera el enorme apetito exterior, sobre el que se basa su bienestar econ¨®mico y social.
El principal mercado de productos nipones va destinado al consumidor norteamericano, que no oculta sus preferencias por el made in Japan a la hora de comprar autom¨®viles, televisores, v¨ªdeos, material fotogr¨¢fico y, poco a poco, tambi¨¦n ordenadores. La competencia de Jap¨®n en Estados Unidos ha penalizado sectores enteros de la econom¨ªa estadounidense y cada vez son m¨¢s fuertes las presiones del Congreso, que pide al presidente Ronald Reagan
que imponga medidas restrictivas ante la ofensiva japonesa.
"El d¨¦ficit comercial de Estados Unidos con Jap¨®n puede llegar este a?o hasta los 50.000 millones de d¨®lares", dijo recientemente en Tokio Howard Beaker, ex presidente del Senado norteamericano y uno de los posibles aspirantes republicanos a la sucesi¨®n del presidente Reagan en 1988. Record¨® que Washington "tomar¨¢ medidas" si el Gobierno de Tokio no modera sus exportaciones hacia Estados Unidos.
Leslie Fielding, director general de Pol¨ªtica Exterior de la Comisi¨®n Europea de la CEE, critic¨® al Gobierno japon¨¦s, la semana pasada, en Tokio, porque las anunciadas medidas de apertura del mercado nip¨®n "eran escasas y lentas" y pidi¨® "normas r¨¢pidas, espec¨ªficas y efectivas" para reducir el d¨¦ficit comercial de 10.000 millones de d¨®lares que los pa¨ªses del Mercado Com¨²n tienen con Jap¨®n.
Apertura al exterior
Tokio responde con campa?as al estilo de Compre 100 d¨®lares de productos importados, de resultados efectivos en las ventas, seg¨²n el director de unos grandes almacenes de Tokio, pero de dudosos efectos para un intento de m¨ªnimo reequilibrio entre las ventas de Jap¨®n al exterior y las compras de los japoneses en productos importados.
Entre las nuevas medidas que anunciar¨¢ el Gobierno japon¨¦s dentro de unas semanas figura una reducci¨®n arancelaria para una serie de productos- industriales y agr¨ªcolas, pero el mayor ¨¦nfasis se coloca en productos que Jap¨®n no fabrica -como aviones- o en el est¨ªmulo de productos de lujo, con buen mercado en Jap¨®n, aunque minoritario.
Los responsables del Ministerio para el Comercio Internacional y la Industria (MITI), especie de conglomerado de la ofensiva p¨²blica y privada nipona hacia el exterior, compraron recientemente dos lujosos autom¨®viles, uno alem¨¢n y otro norteamericano, para demostrar que estaban abiertos al exterior.
Lo cierto es que de los m¨¢s de tres millones de autom¨®viles vendidos durante el pasado a?o en Jap¨®n, s¨®lo unos 40.000 eran importados. S¨®lo los autom¨®viles con s¨ªmbolo de prestigio, como Mercedes o BMW, entre otros, tienen algo de cabida en el mercado japon¨¦s.
En productos agr¨ªcolas, en un pa¨ªs donde hay gran proteccionismo para los agricultores, las medidas liberalizadoras son simb¨®licas y contin¨²a habiendo mil trabas arancelarias o de otro estilo para la entrada, por ejemplo, de carne (el precio de un filete en un restaurante es de 4.000 yenes, unas 3.000 pesetas) de Estados Unidos, Nueva Zelanda o Argentina.
Fomentar la importaci¨®n
Las autoridades japonesas anuncian que unas 60 grandes firmas japonesas, desde industriales hasta supermercados, importar¨¢n este a?o unos 5.000 millones de d¨®lares m¨¢s en productos extranjeros. Y a?aden que en el caso del d¨¦ficit comercial con Estados Unidos la fortaleza del d¨®lar -que convierte en m¨¢s baratos los productos importados- es un factor importante, al margen de la competencia comercial.
Con campa?as de promoci¨®n comercial o con publicaciones como Vender en Jap¨®n, de la A a la Z, los responsables de Jetro intentan convencer de que el mercado es abierto a todos y de que, en caso de penetrar, el mercado de consumo japon¨¦s es muy estable, numeroso (120 millones de habitantes) y con alto ¨ªndice de consumo.
Aparentemente, un para¨ªso, pero al que es muy dificil, por el momento, el acceso, ante el sentimiento nacionalista del japon¨¦s, poco amante de la internacionalizaci¨®n de sus h¨¢bitos de consumo, y, por otra parte, por la agresividad, organizaci¨®n y competividad de los productos japoneses en el exterior.
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