El 'Libro de Pacheco' y las 'Cantigas de Alfonso el Sabio' se unen a los 'Tesoros de Espa?a' a exponer en Nueva York
Jorge Luis Borges, en el cat¨¢logo de la muestra, considera inconcebible un mundo sin libros
El Libro de Pacheco, que conserva buena parte de los retratos realizados por el maestro de Vel¨¢zquez en Sevilla para dejar un testimonio de un tiempo de excepci¨®n, es una de las ¨²ltimas joyas bibliogr¨¢ficas cedidas -en este caso por el Museo L¨¢zaro Galdiano- para la exposici¨®n Tesoros de Espa?a: Ten centuries of Spanish books (Diez siglos de libros espa?oles), que ser¨¢ inaugurada en la Biblioteca P¨²blica de Nueva York el 12 de octubre. Es pr¨¢cticamente segura tambi¨¦n la cesi¨®n por el Patrimonio Nacional de las Cantigas de Alfonso el Sabio, una de las mejores piezas de la biblioteca de El Escorial.
A pesar de que Francisco Pacheco del R¨ªo, muerto en 1654, dej¨® escrito en su testamento que su libro de retratos -un g¨¦nero para entonces nuevo en Espa?a, aunque ya lo hab¨ªan practicado los italianos- deb¨ªa ser conservado unido, su voluntad no fue respetada y los retratos se dispersaron. Algunos se han perdido, dos se conservan en el palacio Real, uno en la Biblioteca Nacional y m¨¢s de 100 en el libro en cuesti¨®n, propiedad del Museo L¨¢zaro Galdiano. Para el viaje a Nueva York ser¨¢ asegurado en varios cientos de millones de pesetas.Es dif¨ªcil decir cu¨¢les son las obras m¨¢s importantes de la exposici¨®n, a juicio de la comisaria de la muestra, Mar¨ªa Luisa L¨®pez Vidriero, pues son en su mayor¨ªa excepcionales, como indica, por lo dem¨¢s, el t¨ªtulo de la muestra. ?sta fue ideada por el anterior director general del Libro, Jaime Salinas, en mayo de 1984, y ser¨¢ llevada a t¨¦rmino por el actual titular, Juan Manuel Velasco. Luis Revenga la montar¨¢. Espa?a financia el acontecimiento, y la Biblioteca de Nueva York ofrece el espacio.
La Biblioteca Nacional aportar¨¢ cerca del 90% de los libros que se exhibir¨¢n, y otras entidades espa?olas, el 10% restante. Destaca, por ejemplo, la Cr¨®nica de Jaime I, de la Biblioteca Universitaria de Barcelona, importante documento en la historia de Catalu?a y primer documento del que parte, en el siglo XIII, la descollante tradici¨®n catalana en la miniatura ¨ªtalo-g¨®tica.
El c¨®dice Virgilio, con la biograf¨ªa y obras de este autor, ser¨¢ otro de los atractivos. Se trata de una obra realizada en el siglo XV para Hip¨®lita Mar¨ªa Sforzza, mecenas de las artes en la corte de Mil¨¢n. La obra ha sido cedida por la Biblioteca de Valencia, que conserva buena parte del llamado Fondo de Italia, obras de cuando N¨¢poles y Sicilia formaban parte de la corona espa?ola.
Borges y los cat¨¢logos
Jorge Luis Borges explica en el pr¨®logo del cat¨¢logo que no podr¨ªa concebir un mundo sin libros, y asegura que s¨®lo le divierten ya las enciclopedias y los cat¨¢logos. Entre los escritores que colaboran en el libro de presentaci¨®n, Anthony Burgess habla sobre Dios, e Italo Calvino, autor de El caballero inexistente y El bar¨®n rampante, sobre libros de caballer¨ªas. Tambi¨¦n escriben Carlos Fuentes, Enrique Tierno Galv¨¢n, Gonzalo Torrente Ballester y Juan Marichal.
Es muy probable la cesi¨®n para la muestra de la Cr¨®nica de Michoac¨¢n, de la Biblioteca de El Escorial. Sus miniaturas no tienen una intencionalidad lujosa, sino documental, y representan escenas de la vida corriente en la conquista de M¨¦xico, con un verismo que no cae en la caricatura. "Es algo dibujado por alguien que no entiende lo que est¨¢ viendo pero intenta reproducir la realidad", explic¨® L¨®pez Vidriero. El tama?o del libro, manejable, revela su concepci¨®n como algo accesible y de f¨¢cil consulta, un concepto casi revolucionario para el siglo XVI.
Se cree que Antonio d'Acherico, el artista miniador preferido por los M¨¦dicis en Florencia, fue quien ilumin¨® el precios¨ªsirno I triomphi, de Petrarca. Cada uno de los triunfos -el amor, la muerte, la castidad, la fama- est¨¢ encabezado por miniaturas excepcionales, entre cuyos motivos figuran los unicornios y carros frecuentes en el Renacimiento
'Al Koran' y dos biblias
Es notable igualmente la iluminaci¨®n -decorativa y conceptual, y no figurativa como la cristiana- del Al Koran del siglo XVIII depositado en el palacio Real que ser¨¢ llevado a Nueva York. Fue encargado por un turco millonario y concebido desde el comienzo como una joya.
En la muestra ser¨¢n expuestas una biblia visig¨®tica del siglo X y la famosa Biblia de ?vila, que, pese a su nombre, es en su mayor parte carolingia. Las pocas p¨¢ginas creadas en Espa?a lo fueron en Sevilla. Es conocida entre otras cosas por sus miniaturas -procedimiento del miniado- a toda p¨¢gina. Codicia bibliogr¨¢fica es igualmente el Manuscrito Chac¨®n, con las obras completas de G¨®ngora, depositado en la Biblioteca Nacional.
En Nueva York ser¨¢n tambi¨¦n expuestos varios manuscritos de poes¨ªas creadas por Antonio Machado durante la guerra civil y un ejemplar de el Llanto por Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas, de Garc¨ªa Lorca, ilustrado especialmente por Jos¨¦ Caballero para regalo a Adriano del Valle.
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