La locura como amenaza

'La locura como amenaza', editorial del s¨¢bado 29 de junio, nos sugiere, a pesar de su falta de creatividad y talante francamente aburrido, las siguientes reflexiones:1. Nos parece imposible que el prestigioso EL PAIS adopte en 1985 las mismas posiciones que en los ¨²ltimos a?os han caracterizado a retr¨®gados diarios provinciales en su lucha contra las reformas psiqui¨¢tricas (recordemos Ja¨¦n, M¨¢laga, Valencia, Oviedo, Conxo, Sevilla ... ).

2. La muerte violenta es una constante de la sociedad patriarcal. M¨²ltiples instituciones garantizan el aprendizaje y valoraci¨®n social de la violencia. Al azar elegimos la primera p¨¢gina de este diario el mi¨¦rcoles 3 de julio: en ella existen cuatro referencias a homicidios y otras violencias f¨ªsicas cometidas por personas supuestamente sanas mentalmente (polic¨ªas y terroristas).

3. No comprendemos c¨®mo puede haber exageraciones en el concepto de libertad y respeto a la conciencia de los otros. En cualquier caso sean bienvenidas, porque las entendemos como derechos fundamentales que potenciar en una sociedad democr¨¢tica.

4. Posiblemente hoy en Espa?a predomine la teor¨ªa del tratamiento en r¨¦gimen abierto; sin embargo en la pr¨¢ctica la mayor¨ªa de las unidades de pacientes agudos, incluso aquellas situadas ya en los hospitales generales, permanecen todav¨ªa cerradas.

5. En la pr¨¢ctica cient¨ªfica cuando se estudian las conductas de los animales, si ¨¦stas no coinciden con reglas anteriormente admitidas, se ampl¨ªa y modifica la teor¨ªa. Sin embargo, en el an¨¢lisis de las conductas humanas, siguiendo el modelo biom¨¦dico, cuando ¨¦stas no se ci?en a la teor¨ªa preestablecida se opta por describirlas como patol¨®gicas. Echamos de menos en dicho editorial la inclusi¨®n de un modelo de salud mental -en nuestra opini¨®n m¨¢s cient¨ªfico que el biom¨¦dico- que analice las conductas individuales incluyendo conceptos como. autoimagen, stressores sociales, soporte social...

6. Reivindicamos la necesidad de promover la creaci¨®n de centros de salud mental en todas las ¨¢reas de Espa?a. S¨®lo desde los mismos se puede garantizar el adecuado seguimiento en cada pueblo o aldea de aquellos pacientes que son dados de alta. No creemos que en Alcal¨¢ de Henares se cumpliera este requisito, indispensable para una adecuada finalizaci¨®n de todo tratamiento.-