El biling¨¹ismo aut¨¦ntico
Con esta carta quisiera mostrar mi solidaridad con don Joan Maties, quien en esta misma secci¨®n denunci¨® el hecho de que le hubieran rechazado en el Ej¨¦rcito espa?ol un documento redactado en catal¨¢n para un tr¨¢mite oficial. A esto conducen los t¨ªmidos y ambiguos proyectos de biling¨¹ismo, cuyo fin no es otro que ocultar una situaci¨®n de aut¨¦ntica diglosia: en el Ej¨¦rcito, como en tantas otras instituciones oficiales, la ¨²nica lengua existente sigue y seguir¨¢ siendo la del imperio. Debieran aprender estos se?ores de uniforme, y tambi¨¦n los que gobiernan en Madrid, ahora que tan de moda est¨¢ mirar hacia Europa y proclamar las excelencias de los pa¨ªses comunitarios, del modelo belga de biling¨¹ismo, o del suizo, donde cada nacionalidad tiene su lengua propia y ¨²nica, sin que haya ning¨²n tipo de imposici¨®n, al tiempo que en la capital del Estado -Bruselas- donde todo est¨¢ rotulado en las dos lenguas, franc¨¦s y flamenco, se observa un respeto absoluto del biling¨¹ismo en todos los campos; de este modo ninguno de los habitantes de las nacionalidades que hay dentro de las fronteras belgas puede sentirse discriminado al llegar a la capital. Pero el caso del Estado espa?ol es tema aparte. En materia ling¨¹¨ªstica no somos europeos. En la capital de Espa?a no s¨®lo no hay, ni por asomo, ning¨²n tipo de cuadriling¨¹ismo (lo que, por otra parte, ser¨ªa muy justo y democr¨¢tico, pero ?ay! inconstitucional), sino que se impone el espa?ol a todas las naciones del Estado con lengua propia. ?Es que los ciudadanos vascos, gallegos o catalanes del Principado, Valencia o las islas tienen unos derechos humanos inferiores al resto de ciudadanos de las naciones avanzadas? Y encima de esta flagrante desigualdad nacional habr¨¢ quien desde Madrid se sienta discriminado u oprimido porque se le exijan unos conocimientos de catal¨¢n a un nivel casi de p¨¢rvulos para las oposiciones de maestros en Barcelona. Por favor, Gonz¨¢lez y compa?¨ªa, no miren a Europa s¨®lo para vender tomates o comprar misiles.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.