La deuda latinoamericana
La deuda latinoamericana vuelve a aparecer en los titulares de los peri¨®dicos con Fidel Castro como anfitri¨®n de la reuni¨®n de La Habana y su propuesta de huelga de acreedores, y el nuevo presidente de Per¨², Alan Garc¨ªa, que acaba de tomar el poder y ya se ha enfrentado con el FMI. ( ... )Castro ha asegurado a sus banqueros que no tiene la intenci¨®n de negarse a pagar su deuda; s¨®lo pretende que otros pa¨ªses lo hagan.
Mientras tanto, Garc¨ªa ha demostrado que es perfectamente capaz de hacer su propio estado de cuentas. ( ... )
Tanto La Habana como Lima han sido observadas con gran inter¨¦s por dirigentes latinos m¨¢s conservadores. Desde luego, Fidel Castro y Alan Garc¨ªa no tienen mucho que perder. La econom¨ªa cubana es el t¨ªpico naufragio comunista, y Per¨² no ha llegado a recuperarse, del da?o infligido por los generales socialistas que estuvieron en el poder en los a?os setenta. Pa¨ªses como M¨¦xico, Ve.nezuela, Brasil y Argentina est¨¢n en una situaci¨®n diferente. Si siguen una pol¨ªtica correcta, podr¨¢n volver a encaminarse hacia un desarrollo econ¨®mico viable y acabar ellos mismos con los mercados de cr¨¦dito internacionales.
Es probable que estos pa¨ªses sientan una admiraci¨®n latente por el gesto desafiante de Alan Garc¨ªa. Sin duda se preguntan cu¨¢ntas oportunidades de desarrollo se han visto favorecidas por el sistema de pago de la deuda que les vincula a los bancos internacionales, al FMI, al Banco Internacional de Pagos en Europa y al Departamento Federal de Estados Unidos. En cierto sentido, este sistema se ha adecuado a algunas de sus necesidades. ( ... )
Indudablemente, el sistema no funcionar¨ªa sin un encubrimiento, que ser¨ªa excusable si tuvi¨¦ramos m¨¢s confianza en que nos iba a sacar de apuros. Pero no estamos tan seguros de ello. El problema no va a solucionarse con aplazamientos, que pueden hacer aparecer como, saneados los balances de los bancos pero lo ¨²nico que hacen es ampliar la enorme deuda. En s¨ª mismo, el aplazamiento no ayuda en nada las perspectivas a largo plazo de los pa¨ªses deudores, que se ven abocados a la disyuntiva de disfrutar de un crecimiento econ¨®mico nacional o pagar la deuda al extranjero. Lo mejor que se puede decir de los aplazamientos es que sirven para comprar tiempo necesario para las reformas estructurales.
Si Garc¨ªa quiere llevar a cabo en Per¨² las reformas oportunas, tendr¨¢ que hacerlo con o sin el FMI. Desde luego, la posibilidad de que haga los cambios necesarios no es muy grande si no se realiza antes una metamorfosis desde el socialismo a un ferviente capitalismo. ( ... )
Los Gobiernos de los pa¨ªses econ¨®micamente fuertes de Latlnoam¨¦rica tampoco podr¨¢n resolver sus problemas, con o sin los programas de austeridad del FMI, a menos que aborden reformas estructurales b¨¢sicas. ( ... )
Fidel Castro no tiene nada que ofrecerles. Ha escogido para Cuba la v¨ªa hacia el socialismo y ha puesto a su pa¨ªs bajo la tutela de un implacable Gobierno militar. Tampoco parece que el desario de Alan Garc¨ªa pueda ofrecer demasiado a los peruanos. ( ... )
Una de las principales funciones de la banca es ayudar a que los deudores sean m¨¢s productivos. Es ¨¦sta una tarea que muchos banqueros olvidaron durante la era del dinero f¨¢cil. Si no vuelven a asuinirla, los dirigentes latinoamericanos empezar¨¢n a preguntarse si hay mucho que elegir entre el modelo de Castro, el programa de Alan Garc¨ªa y el sistema.
5 de agosto
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