El aumento de las exportaciones a Latinoam¨¦rica incrementa la deuda de la regi¨®n con la banca espa?ola

Las exportaciones de productos espa?oles a los pa¨ªses de Am¨¦rica latina crecieron el 24,1%, hasta situarse en 64.200 millones de pesetas, durante los cinco primeros meses del a?o en curso. Aunque durante el mes de junio se registr¨® un descenso importante de las ventas a esa zona, el valor de las exportaciones sigue teniendo tasas positivas. Este fuerte aumento, que contrasta con los de a?os anteriores, debe corresponderse con un cierto incremento del riesgo -financiero y comercial- que las instituciones financieras tienen con esos pa¨ªses y que a finales de 1984 ascend¨ªa a 1,08 billones de pesetas.

La recuperaci¨®n de las exportaciones espa?olas hacia los pa¨ªses latinoamericanos, aunque t¨ªmida, se ha dejado sentir de forma clara en la evoluci¨®n del comercio exterior espa?ol en el primer semestre del a?o. La recuperaci¨®n se nota claramente en los productos con destino a Argentina, Chile, Cuba y M¨¦xico.El conjunto de las exportaciones hacia esa zona del mundo representaba el 10% del total ' de las ventas espa?olas al exterior en 1982 y se redujo al 6,46% y 5,56% en 1983 y 1984, respectivamente. Durante el primer semestre del a?o en curso se han colocado en el 6,09%. Ello a pesar del retroceso experimentado en el mes de junio, cuando el valor de las exportaciones cay¨® en su conjunto.

Esta ¨²ltima cifra es analizada con cuidado por los expertos porque refleja un retroceso de las ventas hacia todos los pa¨ªses, excepto los del Comecon, lo que hace dudar que sea posible. El desfase podr¨ªa deberse a contabilizaciones fuera de tiempo de algunas partidas o situaciones similares. No ser¨ªa extra?o, seg¨²n estos analistas, una ca¨ªda en algunos mercados determinados pero un desplome general es pr¨¢cticamente impensable.

1,08 billones de deuda

La deuda total con los pa¨ªses latinoamericanos ascend¨ªa, a finales de 1984, a 1,08 billones de pesetas, cifra que no ha podido variar sustancialmente en el transcurso del primer semestre del a?o o que, en todo caso, deber¨ªa haberse incrementado algo, dado el aumento de las ventas de productos espa?oles hacia esos pa¨ªses. El aumento de las exportaciones ha sido general en todos los productos, salvo en el de material de transporte mar¨ªtimo. Buena parte de estas exportaciones exige financiaci¨®n comercial -asegurada en su mayor parte por la Compa?¨ªa Espa?ola de Seguro de Cr¨¦dito a la Exportaci¨®n- o financiaci¨®n bancaria pura. Por ello, aunque se hayan producido algunas amortizaciones y pagos de parte de la deuda existente a finales de diciembre, la nueva financiaci¨®n para las operaciones de exportaci¨®n ha debido m¨¢s que compensar estos posibles pagos.

La distribuci¨®n de los 1,08 billones de pesetas de deuda por vencimientos se reparte pr¨¢cticamente por la mitad entre deuda a menos de un a?o -529.000 millones de pesetas- y a m¨¢s de un a?o, 556.000 millones de pesetas.

La deuda garantizada. por organismos aseguradores como CESCE y otros ascend¨ªa, a finales de 1984, a 196.000 millones de pesetas. La mayor parte de la financiaci¨®n ofrecida por bancos y cajas de ahorro espa?oles a los pa¨ªses latinoamericanos tuvo como destinatario el sector p¨²blico de aquellos pa¨ªses, 499.000 millones de pesetas, seguido de los bancos de aquellas naciones, con 356.000 millones de pesetas.

M¨¦xico a la cabeza

La mayor parte de la deuda latinoamericana con Espa?a se concentra en M¨¦xico (252.000 millones), Argentina (132.000 millones) y Chile (122.000 millones), precisamente los pa¨ªses con los que han aumentado m¨¢s fuertemente las exportaciones espa?olas en este a?o de recuperaci¨®n.Si se tiene en cuenta que, adem¨¢s, estas naciones est¨¢n renegociando parte de su deuda exterior por tener problemas para hacer frente al pago de intereses que estaba previsto, es l¨®gico pensar que el endeudamiento neto ha tenido que crecer para poder financiar esas nuevas compras.

La recuperaci¨®n del pulso exportador espa?ol a Latinoam¨¦rica durante los primeros meses del presente -a?o es una buena noticia para ambas partes, especialmente para el subcontinente, que tiene cerradas muchas puertas de abastecedores tradicionales a causa de la desconfianza general que su situaci¨®n financiera inspira entre los grandes exportadores del mundo industrializado.