La 'batalla de las Autonom¨ªas'

El presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, ha encontrado numerosas heridas abiertas a su regreso del largo viaje por extremo Oriente; pero casi todas estas heridas desembocan en la cuesti¨®n auton¨®mica: conflicto de la financiaci¨®n; proyecto de ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y recursos contra la ley org¨¢nica del Poder Judicial. La semana que ma?ana comienza ser¨¢ clave para saber si algunas de estas heridas se cerrar¨¢n o si, por el contrario, continuar¨¢n haciendo peligrar el conjunto del modelo auton¨®mico. Sin embargo, pese a los ataques y a las tensiones vividas en las dos ¨²ltimas semanas, F¨¦lix Pons, ministro de Administraci¨®n Territorial y protagonista de las negociaciones en marcha, opina que "no se puede afirmar que en este momento existan abiertos contenciosos graves e importantes del Estado con las comunidades aut¨®nomas".Todo comenz¨® cuando, el pasado d¨ªa 6, viernes, el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, alegando razones de austeridad y la necesidad de contener el d¨¦ficit, comunic¨® a los representantes de la casi totalidad de las comunidades aut¨®nomas, reunidos con ¨¦l en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera, que deber¨ªan renegociarse a la baja los porcentajes de participaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas en los Presupuestos para 1986. Para muchos era la confirmaci¨®n de la sospecha de que la reforma definitiva de la financiaci¨®n auton¨®mica, prevista de forma imperativa por la ley org¨¢nica de Financiaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas (LOFCA) para 1986, no tendr¨¢ cabida en los Presupuestos Generales del Estado para el a?o pr¨®ximo. El sistema de financiaci¨®n definitivo no comenzar¨¢, a imperar, por tanto, hasta 1987, cuando ya el impuesto sobre el valor a?adido (IVA) haya comenzado a operar sobre el sistema tributario auton¨®mico.

La irritaci¨®n fue may¨²scula: seis representantes de otras tantas comunidades votaron en contra de la propuesta de Solchaga, mientras que otras cuatro se absten¨ªan -Cantabria y La Rioja no estuvieron presentes en la reuni¨®n-. El recorte supon¨ªa para muchas comunidades aut¨®nomas no poder hacer frente a los gastos de las transferencias durante el a?o pr¨®ximo, especialmente en materia de educaci¨®n. Los representantes de Catalu?a, que hab¨ªan llegado a un principio de acuerdo con Miguel Boyer para resolver sus apremiantes problemas de tesorer¨ªa, llevaron la voz cantante en la protesta, y el tema no dej¨® de constituir uno de los puntos centrales en los ataques dirigidos contra el Gobierno central durante la Diada.

"Boyer hab¨ªa alcanzado un acuerdo de hecho, al menos con Catalu?a, pero sabemos que era extrapolable, que era ir a la revisi¨®n del sistema de financiaci¨®n en su conjunto. Esto ven¨ªa a representar un alivio para todas las comunidades aut¨®nomas. Cuando ya lo ten¨ªamos todo, viene Solchaga, queriendo quitarse la imagen de blando y dar la impresi¨®n de que es m¨¢s duro que nadie, y se pasa y comete una enorme tonter¨ªa", coment¨® a EL PAIS, d¨ªas despu¨¦s, Miquel Roca, portavoz de la Minor¨ªa Catalana en el Congreso de los Diputados.

"Tomadura de pelo"

"Esto es la gota que colma el vaso. Los socialistas quieren ignorar que existe el Estado de las autonom¨ªas, quieren seguir haciendo la misma pol¨ªtica centralista, porque tienen la sensaci¨®n de que, algunas autonom¨ªas, que incluso administran ellos, pueden ser un cierto caos. Pero claro, all¨ª donde hay m¨¢s conciencia auton¨®mica, la actitud del Gobierno puede traducirse en una idea de que te est¨¢n tomando el pelo", acusa Roca. "Los socialistas tienen que hacer una profunda reconsideraci¨®n de su pol¨ªtica auton¨®mica. Porque, de hecho, est¨¢n ignorando la existencia del Estado de las autonom¨ªas". De momento, los catalanes acudir¨¢n, lo mismo que, probablemente, los gallegos, al Tribunal Constitucional: "Queremos saber si es posible que el art¨ªculo 13 de la LOFCA no se cumpla, que una disposici¨®n transitoria de la LOFCA no se cumpla, que el art¨ªculo 45 del Estatuto no se cumpla", afirma Roca.

Los representantes de la Generalitat formar¨¢n parte de las delegaciones que a partir de ma?ana acudir¨¢n al Ministerio de Administraci¨®n Territorial para negociar, con los m¨¢ximos dirigentes del Departamento, la participaci¨®n que les corresponder¨¢ en los Presupuestos Generales del Estado para 1986, que se elaboran a toda prisa con la esperanza de entregar el correspondiente proyecto de ley en las Cortes antes del d¨ªa 1 de octubre, cumpliendo as¨ª el mandato constitucional. Los pasillos del ministerio que dirige F¨¦lix Pons ya conocieron la semana pasada una inusitada agitaci¨®n, cuando los representantes de las comunidades aut¨®nomas de La Rioja, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia acudieron a negociar sus respectivos porcentajes de participaci¨®n en los Presupuestos, aceptando todos ellos, el cupo propuesto por el Gobierno central.

Pero la situaci¨®n no ser¨¢ la misma esta semana, porque las que acuden ahora a negociar son precisamente aquellas comunidades aut¨®nomas que votaron contra la propuesta Solchaga o se abstuvieron en la reuni¨®n del pasado d¨ªa 6: Andaluc¨ªa, Galicia, Valencia, Canarias, Baleares, Madrid', Castilla y Le¨®n y, naturalmente, Catalu?a. Euskadi y Navarra, que tambi¨¦n se abstuvieron, se rigen por el sistema de conciertos, y, por tanto, no acudir¨¢n a estas negociaciones bilaterales. El Gobierno central conf¨ªa en que, pese a sus protestas, las comunidades gobernadas por socialistas acaben por aceptar su porcentaje de participaci¨®n en los Presupuestos Generales del Estado. Evitar¨¢n as¨ª pasar a la secci¨®n 32 de los mismos, que implica que es el propio Gobierno central el que valora el coste de las transferencias, una por una, con el riesgo que ello supone de recorte efectivo en las cantidades a recibir. Por el contrario, no parece tan claro que las comunidades en poder de la oposici¨®n conservadora -Galicia, Baleares, Cantabria- y, menos a¨²n, los nacionalistas catalanes, dejen pasar la oportunidad que esta semana les brinda para renovar sus ataques contra el Gobierno socialista. No aceptar la inclusi¨®n en los Presupuestos, pasando a la secci¨®n 32, puede resultar gravoso econ¨®micamente, pero muy rentable desde el

punto de vista pol¨ªtico, especialmente si se tiene en cuenta que la precampa?a electoral gallega se encuentra ya en todo su apogeo.

'T¨¢ctica Goebbels'

F¨¦lix Pons, titular de Administraci¨®n Territorial -"muy buen amigo, al que todos queremos, pero que, de momento, ha conseguido imitar", en definici¨®n de Roca-, se enfrenta a esta aut¨¦ntica avalancha con lo que un colaborador calific¨® de "paciencia y buena voluntad": "Hay que separar las acusaciones gen¨¦ricas de centralismo del tema de la financiaci¨®n", afirma Pons.

El ministro justifica el aplazamiento de la entrada en vigor del sistema definitivo bas¨¢ndolo en varias razones, al tiempo que se f¨ªala que los incumplimientos legales no se han sacado a colaci¨®n hasta el momento en que no ha habido acuerdo. "Si hubiera habido acuerdo en las cifras que se ofrec¨ªan, nadie hubiera hecho acusaciones. Porque el sistema dise?ado inicialmente en la LOFCA y en los estatutos ha sufrido bas tantes remiendos en los ¨²ltimos a?os, pero por conveniencia de las partes. Todo el mundo estaba de acuerdo. A medida que se iban detectando fallos, se iban buscando soluciones pragm¨¢ticas para poder avanzar. A la hora de fijar el sistema definitivo, que es algo de futuro, que no era algo que hab¨ªa que aplicar ya, se ha revelado que las posibles soluciones a los fallos detectados no eran coincidentes por parte de todas las comunidades aut¨®nomas; que hab¨ªa comunidades aut¨®nomas con distintos ritmos; que ¨¦ste ser¨¢ un a?o en el que se producir¨¢n importantes modificaciones en el sistema tributario, con la introducci¨®n del IVA. Un a?o de objetivos macroecon¨®micos realmente rigurosos para la contenci¨®n del d¨¦ficit y del gasto p¨²blico. Todo junto complicaba a¨²n m¨¢s el acuerdo para encontrar el sistema definitivo".

Cuando se le pregunta si en el fondo de algunos planteamientos auton¨®micos que acusan al Gobierno de centralista laten planteamientos electorales, Pons se limita a recordar que ya Goebbels dec¨ªa que repitiendo mucho una mentira ¨¦sta pod¨ªa llegar a convertirse en verdad. "Pero mi impresi¨®n personal es que esto va a remitir. Por encima de las tentaciones que pue dan existir de utilizar la tensi¨®n institucional como arma electoral est¨¢ la necesidad de mantener abiertos y operativos estos cauces".