La gran forma de Karpov, freno para Kasparov

Las dos victorias consecutivas logradas por el campe¨®n, Anatoli Karpov, en las partidas cuarta y quinta del Campeonato Mundial de ajedrez, catalogadas entre las mejores de su carrera, pueden su poner un grave obst¨¢culo psicol¨®gico para el juego del aspirante, Gari K asparov. Hoy se reanuda el encuentro con la sexta partida, en la que Karpov jugar¨¢ con las piezas blancas. Karpov manda con 3 puntos contra 2, y el triunfo ser¨¢ para quien antes llegue a las seis victorias o vaya con ventaja al t¨¦rmino de un m¨¢ximo de 24 partidas.Existe gran inter¨¦s por saber si el aspirante plantear¨¢ la lucha como un juego de transici¨®n, a la espera de conducir las blancas en la s¨¦ptima partida, o si, por el contrario, intentar¨¢ equilibrar inmediatamente el marcador jugando agresivamente. La estrategia que Karpov est¨¢ empleando en este encuentro hace recordar unas declaraciones suyas realizadas en 1975: "La fuerza de un jugador de ajedrez es directamente proporcional a su habilidad para sacar provecho de los puntos d¨¦biles del adversario. Esto debe aplicarse no s¨®lo a su estilo de juego, sino a las particularidades psicol¨®gicas de su car¨¢cter".

En la quinta partida, Karpov permiti¨® que el aspirante reflejara su temperamento agresivo en el tablero, pero organiz¨® arm¨®nicamente sus piezas en la retaguardia para contraatacar despu¨¦s, aprovechando las debilidades creadas en el campo enemigo durante la primera fase de la lucha. Sin embargo, las palabras de Karpov pueden aplicarse tambi¨¦n en sentido inverso. En la primera partida, Kasparov, consciente de que su rival es poco partidario de las complicaciones t¨¢cticas, provoc¨® el error de Karpov en plena apertura para explotar despu¨¦s su ventaja de manera implacable y lograr la ¨²nica victoria obtenida por el aspirante en este encuentro. Los especialistas acreditados en Mosc¨² coinciden en que Kasparov perdi¨® el control sobre s¨ª mismo tras la derrota encajada en la cuarta partida, cuando Karpov supo desequilibrar h¨¢bilmente en su favor una posici¨®n igualada. El hecho de que Kasparov no hiciera uso el s¨¢bado de su derecho a un d¨ªa de descanso cada ocho partidas ha sido duramente criticado por algunos observadores. La jornada de reposo es muy necesaria tras una derrota, para ejercer una autocr¨ªtica constructiva.

En cualquier caso, los errores de Kasparov est¨¢n estrechamente ligados con su concepci¨®n del ajedrez. En declaraciones realizadas hace varios a?os, el aspirante afirm¨®: "Yo soy un amante de la belleza, que en el ajedrez est¨¢ muy cercana al arte y produce una especial satisfacci¨®n est¨¦tica en los jugadores". En las primeras partidas de este encuentro, el joven pretendiente (22 a?os) supo contener su esp¨ªritu rom¨¢ntico. Por el contrario, el ansia de atacar a toda costa pudo m¨¢s que ¨¦l en el juego desarrollado el s¨¢bado.