El Atl¨¦tico no pudo eludir la presi¨®n del Celtic
El Atl¨¦tico no pudo con la presi¨®n del Celtic. Consigui¨® un precioso gol con mucho esfuerzo en la primera parte y lo estrope¨® en la segunda. Se retras¨®, agazapado, para buscar el contraataque, pero el conjunto escoc¨¦s continu¨® firme en los marcajes y amenaz¨® tanto en su despertar atacante que lleg¨® hasta el empate. El equipo de Luis, roto casi siempre en el centro del campo, incluso desaprovech¨® la habilidad de Rubio, que forz¨® otro penalti discutible.
El campe¨®n de Copa espa?ol no escuchar¨¢ gritos en contra -ni de ¨¢nimo para el Celtic- en el encuentro de vuelta, en Glasgow, porque se jugar¨¢ a puerta cerrada. Pero se presentar¨¢ all¨ª con uno de los peores resultados que pod¨ªa esperar. Ni siquiera le bastar¨¢ el empate a cero goles Deber¨¢ marcar obligatoriamente si no quiere caer eliminado, por tercer a?o consecutivo, en la primera ronda continental.
Los comienzos del encuentro ya fueron preocupantes. La presi¨®n defensiva escocesa empez¨® en los dos hombres punta, Johnstone y McClair. El estorbo centrocampista, una tela de ara?a fuerte, pero el¨¢stica, atenaz¨® la mayor¨ªa de intentos creadores de juego atl¨¦ticos. Seti¨¦n, en su deb¨² europeo oficial, se cans¨® de moverse del centro a ambos lados, pero ni engarz¨® con Land¨¢buru, Marina o Quique, ni con Da Silva o Cabrera. Dos tiros de Land¨¢buru desde fuera del ¨¢rea salvados por Bonner y un defensa fueron el escaso peso atacante del Atl¨¦tico en la primera media hora. El panorama comenzaba a ser desalentador.
La chispa, sin embargo, esa genialidad que en f¨²tbol puede elevar a categor¨ªa una larga y pesada an¨¦cdota mediocre, la dio el mismo Seti¨¦n a los 33 minutos. Envi¨® un enorme pase de 30 metros a Da Silva y el uruguayo, pese a su lentitud, aguant¨® con su habilidad al marcador escoc¨¦s y oblig¨® a Bonner a otro espectacular despeje de pu?os a c¨®rner. Fue el perfecto anuncio del gol, de otra jugada magn¨ªfica para salvar un partido -aunque puede que no una eliminatoria- Una pared simple con Cabrera no le hubiera dado tiempo a Seti¨¦n a llegar. Con Marina, ya s¨ª. Y fue r¨¢pido y milim¨¦trico. La ¨²nica forma de desbordar el buen engranaje rival. Incluso dio moral al Atl¨¦tico y le abri¨® esperanzas de aumentar su victoria.
Arteche pudo marcar en sus reiteradas subidas a cabecear los c¨®rneres.
Pero el camino te¨®ricamente abierto se torci¨® tras el descanso con el encogimiento local. El Celtic se abri¨® y, cuando cab¨ªa esperar m¨¢s huecos para las puntas atl¨¦ticas, el miedo en cada ataque escoc¨¦s aument¨®. Johnstone tambi¨¦n anunci¨® su gol con una escapada que acab¨® en tiro demasiado cruzado. Poco despu¨¦s, Fillol hizo de Mej¨ªas en un bal¨®n alto y el gol en campo contrario, que vale doble, se consum¨®. El fallo del penalti o un despeje de Aitken casi en su propia porter¨ªa fueron tambi¨¦n an¨¦cdotas. La categor¨ªa de la presi¨®n escocesa se hab¨ªa impuesto.
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