Vivir en una ciudad del mundo
La organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la educaci¨®n, la ciencia y la cultura, m¨¢s conocida como Unesco, ha incluido la ciudad de Segovia y su acueducto, junto a otros nueve bienes culturales situados en Espa?a, en la Lista del patrimonio mundial.
El hecho es importante, pues confirma la presencia espa?ola en las organizaciones internacionales y puede considerarse como un acierto de nuestro Gobierno y de su administraci¨®n de las bellas artes. No hay que olvidar que la citada lista se cre¨® dentro de la Convenci¨®n para la protecci¨®n del patrimonio mundial, cultural y natural, adoptada por la Conferencia General de la Unesco de 1972, a la que Espa?a tard¨® 10 a?os en incorporarse, no haci¨¦ndolo hasta 1982.
Est¨¢ previsto en esa convenci¨®n que su comit¨¦ intergubernamental de protecci¨®n del patrimonio mundial, cultural y natural lleve al d¨ªa y publique dos listas de bienes protegidos: la citada Lista del patrimonio mundial y una segunda Lista del patrimonio mundial en peligro, relaci¨®n de aquellos bienes de la cultura o de la naturaleza "amenazados por peligros graves y precisos", definidos en la convenci¨®n como "amenaza de desaparici¨®n debida a un deterioro acelerado, proyecto de grandes obras p¨²blicas o privadas, r¨¢pido desarrollo urbano o tur¨ªstico, destrucci¨®n debida a cambios de uso o de propiedad del suelo, alteraciones profundas debidas a una causa desconocida, abandono por cualquier motivo, etc¨¦tera".
Especulaci¨®n, pol¨ªtica, indiferencia no son s¨®lo acertados titulares de EL PA?S del 5 de diciembre de 1985 para describir la problem¨¢tica de las ciudades espa?olas incluidas en el patrimonio mundial, sino indicios de las causas que, a mi juicio, pueden llevar a incluir alguna de ellas en la Lista del patrimonio mundial en peligro si no se gestionan las correcciones oportunas.
Causas de peligro
Hablando t¨¦cnicamente, como autor, responsable tanto de las propuestas de conservaci¨®n y desarrollo para las ¨¢reas hist¨®ricas de Segovia como del contenido del expediente de declaraci¨®n de ciudad mundial, puedo afirmar que hay dudas razonables sobre la extensi¨®n e importancia no s¨®lo de esas tres causas, sino de bastantes m¨¢s. Entre las posibles amenazas hay que citar: disparidad de criterios, falta de medios t¨¦cnicos y econ¨®micos, as¨ª como de coordinaci¨®n entre las distintas administraciones, tanto en la evaluaci¨®n de problemas y necesidades urbanas como en la adecuaci¨®n de soluciones que pueden abocar en inversiones desproporcionadas o actuaciones carentes de la sensibilidad necesaria para actuar en una ciudad hecha de arte y de historia.
Citar¨¦, s¨®lo como ejemplo, tres casos de sendas iniciativas de las administraciones central, auton¨®mica y local que hemos intentado neutralizar desde una posici¨®n t¨¦cnica y que, por orden, son: llegar hasta el mismo acueducto romano con una autov¨ªa de carriles separados; eliminar huertas para ocuparlas por una gran estaci¨®n de autobuses; vaciar la plaza Mayor o sus aleda?os para llenar de coches el subsuelo. Son s¨®lo tres ejemplos p¨²blicos. En cuanto a las iniciativas o realizaciones privadas, encontramos tambi¨¦n ejemplos ostensibles, como el ya famoso y antiest¨¦tico esqueleto de hormig¨®n frente al acueducto, contencioso todav¨ªa sin resolver, o los variados intentos de especular con edificios hist¨®ricos, so pretexto de rehabilitarlos.
Pero la amenaza principal est¨¢ en el enrarecimiento de la atm¨®sfera pol¨ªtica municipal, saturada por los enfrentamientos entre grupos que necesitan de rocambolescos pactos para gobernar -tarea mezquinamente reducida a que su propia facci¨®n sobreviva-, ocultando de esta manera la visi¨®n de los intereses generales de la poblaci¨®n, lo que propicia soluciones de compromiso, en general mediocres.
Los argumentos para conjurar los maleficios y amenazas descritos est¨¢n en la sensibilizaci¨®n de los segovianos por su ciudad y en su capacidad para gobernarse; alrededor de 15.000 personas -la capital cuenta con 50.000- discutieron y aportaron soluciones a las ideas materializadas en Propuestas y alternativas de los planes para la ciudad de Segovia, que se expusieron en septiembre y octubre en la Casa de los Picos.
Resultar¨ªa desproporcionado incluir aqu¨ª la totalidad de esas propuestas y alternativas, pero s¨ª puede comentarse que en ellas se ofrece un marco global de referencia que entiende la ciudad como hecho cultural, producido por la acci¨®n e interrelaci¨®n de generaciones y civilizaciones, en el que se insertan coordinada mente unas actuaciones realistas Es necesario mantener la ciudad existente y evitar la repetici¨®n de un modelo -centro, servicios y turismo; periferia, ciudad-dormitorio-, sugiriendo al Ayunta miento que evite procesos de de sarrollo urbano r¨¢pido, como e de la urbanizaci¨®n Nueva Sego via, que puede secar todas las po sibilidades de recuperaci¨®n de la antigua Segovia al drenar recursos hacia lo nuevo, produciendo el deterioro en lo existente por cambio de uso, abandono o especulaci¨®n con los restos hist¨®ri co-art¨ªsticos.
Entre esas ideas matrices est¨¢n las de formaci¨®n e informaci¨® permanente del ciudadano me diante un plan programado de Pedagog¨ªa de la ciudad que sensibilice a sus usuarios, los ciudadanos ni?os, los ciudadanos adultos, re:sidentes o forasteros. Adem¨¢s, los programas concretos de rehabilitaci¨®n de viviendas y espacios urbanos, dotaci¨®n de parques y jardines para una ciudad rodeada por agua y ¨¢rboles, pero seca, pa rad¨®jicamente, en su interior; la reordenaci¨®n de unos ca¨®ticos tr¨¢fico y transporte mediante su racionalizaci¨®n y la devoluci¨®n del uso de la calle al peat¨®n; la protecci¨®n de los innumerables monumentos, de los palacios a las modestas casas de vecinos, que siguen al m¨¢s antiguo, el bimilenario acueducto, para el que dise?amos especialmente una operaci¨®n de protecci¨®n integral que lo salvar¨¢ de agresiones de todo tipo, haci¨¦ndolo centro de vida y disfrute ciudadano para uso de peatones.
Pero las propuestas t¨¦cnicas no sirven por s¨ª solas si no existe conciencia y decisi¨®n ciudadana de llevarlas adelante y conseguir que los pol¨ªticos locales representen los intereses generales, aunque los resultados de su gesti¨®n sean a largo plazo no rentabilizables en campa?as electorales inmediatas. Los segovianos que viven y sienten en Segovia, los de la di¨¢spora, que sufren y gozan su ciudad a distancia, y quienes sienten Segovia aun sin vivir en ella debieran reflexionar sobre un proyecto colectivo de desarrollo y creaci¨®n de puestos de trabajo y generaci¨®n de riqueza local, verdaderas alternativas a las expectativas, habitualmente defraudadas, de esperar que todo llegue de fuera, desde la Administraci¨®n auton¨®mica, de la central y ahora desde la internacional. Reflexi¨®n generaaable a muchas ciudades antiguas espa?olas.
En esta ciudad tantas veces expofiada, como en otras similares, podr¨¢n materializarse propuestas que quieren hacer de lo urbano una realidad de felicidad ciudadana compartida, una perspectiva de entendimiento universal.
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