Ruiz-Mateos: "Quiero crear una nueva Rumasa si me dejan"
Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos declara que est¨¢ dispuesto a crear una nueva Rumasa si le dejan. Despu¨¦s de cuatro d¨ªas de arresto domiciliario, el ex presidente del holding de la abeja aparece relajado, satisfecho, como degustando por anticipado el triunfo. En su opini¨®n, va a haber pleito por Rumasa durante muchos a?os, por eso est¨¢ dispuesto a pactar. Confiesa que no tiene paciencia para esperar tanto, y que lo "mejor para todos ser¨ªa llegar a un acuerdo", algo que le parece muy dificil de lograr por las opuestas valoraciones sobre el precio del grupo. Sea cual sea el resultado del proceso, afirma, "nunca me ir¨¦ de Espa?a; ya hice el indio en su momento, y no pienso volver a hacerlo".
F?LIX MONTEIRA, En una mesa de su despacho hay un buen mont¨®n de telegramas de apoyo, pero, para disfrutar del sol, nos invita a conversar en la terraza. Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos cumple desde la noche del s¨¢bado arresto vigilado en su domicilio, adonde acudieron ayer dos inspectores para retirarle el pasaporte.
Pregunta. Han pasado cuatro d¨ªas desde que el juez decidi¨® carnbiar su situaci¨®n de preso por el arresto en su casa. ?C¨®mo se encuentra?
Respuesta. En el plano familiar, pues ya se puede imaginar, plet¨®rico y contento, pues han sido tres a?os de no estar con mi familia. Desde el punto de vista judicial, sigo maltradado y perseguido.
P. ?Qu¨¦ proyectos tiene?
R. Rumasa empezar¨¢ de nuevo. Lo que m¨¢s me encantar¨ªa es hacer un nuevo holding con la abeja -y si no puedo, con una lib¨¦lula o algo as¨ª- de s¨ªmbolo. Lo m¨¢s parecido a la anterior Rumasa. Y si no me dejan, estoy convencido de que abro un despacho en Madrid, que no sea m¨¢s que una mesa y un tel¨¦fono, y me Bover¨¢n ofertas de todo tipo. Ya me llegaban en la c¨¢rcel, aunque hacer negocios desde la celda fue una satisfacci¨®n que no me permitieron. Tambi¨¦n me gustar¨ªa crear una sociedad por acciones, que las suscr¨ªbieran muchos espa?oles, cada uno con lo que quisiera invertir.
P. ?Su imagen ha resultado irreversiblemente da?ada?
R. Naturalmente. Lucho por rescatar mi honra y mi fama. Tambi¨¦n mis bienes. Lo m¨¢s bonito que me ha sucedido ha sido la manifesta ci¨®n de Jerez, con 30.000 personas, que es el plebiscito mejor que cual quier persona puede tener. A partir de esta muestra de cari?o, estoy in sop ortable, estoy que no hay quien me aguante. Despu¨¦ de ¨¦sto, las cr¨ª ticas me traen sin cuidado.
"No me ir¨¦ de Espa?a'
P. La prisi¨®n atenuada parece una primera victoria.
R. No he ganado una batalla, y voy a explicar por qu¨¦. Sup¨®ngase por un momento que se sobreseen estos dos delitos, que no existen, como dice mi abogado actual, son un globo que se ha deshinchado, y que despu¨¦s me dan un plazo de 45 d¨ªas para serjuzgado por otros del¨ªtos... Ya le digo desde este momento que no me ir¨¦ de Espa?a. Ya hice el indio y el canelo en su momento, y no pienso volver a hacerlo.
Nunca he dudado de que ganar¨¦ finalmente. He pasado por cuatro tribunales en la RFA, y en todos, nunca entend¨ªeron que se hubiera expropiado Rumasa, por la noche y por sorpresa; que nunca se valorara el grupo ni se me concedira ni una peseta de indemnizaci¨®n. Tampoco les parec¨ªa posible que en un grupo en el que trabajaban 65.000 personas s¨®lo hubiera un perseguido.
P. Los pleitos de Rumasa pueden durar mucho. ?Estar¨ªa dispuesto a aceptar una indemnizaci¨®n?
R. El pleito de Rumasa durar¨¢ muchos a?os porque es el esc¨¢ndalo del siglo, pero no tengo paciencia para ello. Soy un hombre de empresa y, por principio, el¨¢stico y d¨²ctil. Por tanto, estoy abierto a una negociaci¨®n, siempre lo he estado. Adem¨¢s es lo mejor que podr¨ªa suceder, pues si no, va a haber Rumasa para rato, y eso es malo para todos. Lo mismo digo para la Rumasa exterior, que est¨¢ bajo control judicial. Y le voy a decir una cosa: o nosotros ganarnos el pleito brit¨¢nico o no lo gana nadie, porque habr¨¢ juicio para siempre. Lo ¨²nico, que me parece dif¨ªcil o imposible que ello se produzca, porque mientras yo entiendo que Rumasa ten¨ªa un super¨¢vit de 500.000 millones, resulta que los se?ores que se h¨ªcieron cargo del grupo, al d¨ªa siguiente de la expropiaci¨®n, se atrevieron a decir que hab¨ªa un agujero de 200.000 millones. Por eso digo una vez m¨¢s que ojal¨¢ me concedieran un debate televisivo con alguien, que podr¨ªa ser Boyer, Solchaga o el propio presidente del Gobierno, y entonces que juzgue el pueblo qui¨¦n tiene raz¨®n.
P. El Tribunal Constitucional todav¨ªa tiene que pronunciarse sobre la ley de expropiaci¨®n...
R. Veo con satisfacci¨®n los comentarios de toda la Prensa diciendo que la dimisi¨®n anunciada del presidente Garc¨ªa Pelayo podr¨ªa estar relacionada con el tema Rumasa. Entonces, si ello se produce, va a ser un gran esc¨¢ndalo si la decisi¨®n sobre la expropiaci¨®n la toman despu¨¦s de la incorporaci¨®n de los nuevos magistrados.
P. Despu¨¦s de los ¨²ltimos acontecimientos, ?conf¨ªa usted ya en la justicia espa?ola?
R. Yo era esc¨¦ptico sobre el juez Lerga, porque era un juez especial nombrado para el caso Rumasa, y por muy independiente que fuera, las presiones pol¨ªticas que ser muy fuertes. Pero, en honor a la verdad, despu¨¦s del trato que he tenido con ¨¦l he de decir que es un buen hombre y que le veo decidido a anteponer a todo la justicia.
P. Lleva tres a?os acusando gravemente a pol¨ªticos y empresarios, pero ?qui¨¦nes son sus principales enemigos y por qu¨¦?
R. Tengo un grave defecto, y es que nunca miento. Rafael Termes siempre me lo dec¨ªa. A m¨ª me gustar¨ªa que me pusieran una querella. Las acusaciones que hago son graves; entonces, ?por qu¨¦ no lo hacen? Pero en este punto, m¨ª abogar do Ram¨®n Pelayo ha trazado un plan y prefiero no interferir. La l¨ªnea de defensa ha cambiado totalmente y ahora tengo un abogado de mi total confianza.
P. Tambi¨¦n acusa al Gobierno.
R. Aqu¨ª hay que matizar. En cuanto se trata de un Gobierno que es el resultado de 10 millones de votos, me cuadro. Pero tambi¨¦n tengo que expresar que es responsable de la expropiaci¨®n de Rumasa. Tanto Miguel Boyer como Mariano Rubio y ?lvarez Rendueles eran unos mandados. La expropiaci¨®n es, pues, consecuencia de un mandato del presidente del Gobierno, como consecuencia de un pacto con los vallses y la banca.
P. Pero, ?cu¨¢ntos vallses hay?
R. Son muchos. El principal es Luis Valls Tabemer. Rafael Termes es otro de los principales. Mis antiguos asesores Rebollo y Selva, los que me desaconsejaron pactar con Boyer, lo son. Tambi¨¦n mis anteriores abogados, Mat¨ªas Cort¨¦s y Crisp¨ªn de Vicente. Yo obedec¨ªa y me dejaba conducir por confianza ciega en Valls; todo lo organizaron sus hombres. Estoy convencido de que todo estaba programado para que se produjera el 23 de febrero, para que, adem¨¢s de uno pol¨ªtico, de golpe de Estado, hubiera un 23 de febrero econ¨®mico. En Francia, los socialistas hab¨ªan decretado nacionalizaciones. Lo que se hizo fue utilizar Rumasa para inmunizar al Gobierno contra las naciona~ lizaciones. Los autores consiguieron adem¨¢s poner una bomba contra el Gobierno, que despu¨¦s de esto no se atrever¨¢ a expropiar ya nada m¨¢s.
Aqu¨ª el poder econ¨®mico no ha cambiado, y la banca es la que tiene recursos para ir¨ªvertir y acabar con el paro. Pero al frente de los bancos est¨¢n los mismos, y no se ha hecho nada. Valis, Termes y Sancho Dronda siguen en sus puestos. ?Hay alg¨²n socialista en los consejos de los grandes bancos? Uno se pregunta si estamos en un Gobierno socialista.
P. Oy¨¦ndole hablar as¨ª, parece usted socialista.
R. No lo soy, soy de derechas, como todo el mundo sabe. Lo ¨²nico que quiero demostrar es que Boyer fue un instrumento de la gran banca, como yo fui v¨ªctima de una conspiraci¨®n tenebrosa.
"No tengo pruebas"
P. Pero Rumasa ten¨ªa contra¨ªdos grandes riesgos financieros, un desequilibrio patrimonial quiz¨¢ de 400.000 millones, deudas a Hacienda y a la Seguridad Social por valor de m¨¢s de 60.000 millones...
R. Es falso, eso es mentira. Hab¨ªa riesgos grandes en algunos bancos, pero la divisi¨®n bancaria era como un sistema de vasos comun¨ªcantes, y en conjunto, el riesgo contra¨ªdo con las empresas de Rumasa no superaba el 207. del total de sus recursos, y no del 60%, como se dijo. Si yo fuera consciente de la situaci¨®n delicada de Rumasa, hubiera sido el primero en ir a negociar y pedir ayudas. O hubiera intentado vender. Yo soy un comerciante. Ahora fijese c¨®mo se han malvendido las empresas; pero, cuando aqu¨ª nadie compra una empresa en crisis, todo se ha vendido, porque interesa. Ha sido la loter¨ªa nacional.
P. ?Acepta la definici¨®n de empresario heterodoxo?
R. Heterodoxo, no: espa?ol. No he hecho nada que no hicieran los dem¨¢s. Alguien en el Congreso dijo que Rumasa hab¨ªa aprovechado lagunas jur¨ªdicas. Si hay lagunas, ¨¦sa no es n¨² culpa. Por eso, los empresarios tienen que estar de acuerdo conmigo, porque son pr¨¢cticas generalizadas.
P. ?Guarda pruebas que puedan resultar definitivas?
R. No tengo pruebas, por eso pido que me dejen consultar los papeles para demostrar lo que digo. Yo ser¨ªa un ru¨ªn y un inmoral si faltara a la verdad. Con lo que no hab¨ªan contado es con mi tenacidad y mi constancia, aunque no tenga datos.
El financiero que no tiene dinero
F. M., Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, el ex presidente del que fue uno de los holding privados m¨¢s importantes de Espa?a, confiesa no tener dinero. Recibe, seg¨²n cuenta, ayuda de numerosos amigos, cuyos nombres alg¨²n d¨ªa dar¨¢ a conocer. Reconoce que en los primeros meses tras la expropiaci¨®n pudo disponer de fondos de la llamada Rumasa exterior. Esa situaci¨®n beneficiosa se trunc¨® con la intervenci¨®n judicial, hasta la resoluci¨®n del proceso en Londres.
Una vez m¨¢s admite haber pecado de ingenuo, porque uno de los representantes de la Administrac¨ª¨®n espa?ola, Juan Llad¨®, pudo hacerse con toda la documentaci¨®n, reunida en un ¨²nico sitio. Las faltas de previsi¨®n que, seg¨²n ¨¦l, le han dejado sin pruebas ni posibles no se acaban ah¨ª, porque el "registro en el Reino Unido de la marca Dry Sack fue otra torpeza". All¨ª hay mucho dinero. Como ejemplo cita el de una firma que, beneficiada por el litigio entre el empresario y el Gobiemo espa?ol, tiene pendientes de pago desde hace tres a?os letras por valor de 200 millones de pesetas.
Ruiz-Mateos guarda recuerdos bien distintos de sus estancias carcelarias. "Hay dos etapas. Una fue la de la c¨¢rcel de Alemania, que fue ¨ªnsuffible para m¨ª por la claustrofobia que me provocaba el lugar donde estaba detenido. No era una celda, era un nicho, porque no ten¨ªa ni ventanas ni luz".
Otra cosa bien distinta ha sido la c¨¢rcel de Alcal¨¢-Meco, donde la severidad y disciplina se combina con un trato correcto. "Me imaginaba", dice, "una cosa a la antigua usanza, llena de funncionarios rigurosos, y resulta que es un plantel de chavales j¨®venes, que cursan estudios universitarios en su mayor¨ªa y que tienen una formaci¨®n y preparaci¨®n incre¨ªbles. Aunque no me han dado un trato especial, quiz¨¢ por temor a comentarios de fuera, en todo momento han sido muy correctos y muy humanos, tanto conmigo como con los dem¨¢s intemos. All¨ª no me he considerado jam¨¢s como un preso que tiene que pagar algo negativo que ha hecho a la sociedad, sino que me he sentido m¨¢s bien un prisionero pol¨ªtico o igual que un secuestrado como el se?or Guzm¨¢n, por ejemplo. Estaba rodeado de presos de ETA, de los GRAPO o comunes, pero yo era el ¨²nico empresario, y he pensado: '?Qu¨¦ hago yo aqu¨ª, si esta especie no viene a la c¨¢rcel?".
En Alcal¨¢-Meco convivi¨® con tres de los atracadores del Banesto, "que me invitaban a su mesa y ten¨ªan deferencias para conmigo". "Son m¨¢s listos que el hambre", apostilla. "Estos hombres llenos de grandes iniciativas, bien encauzados, pueden ser un caudal para las empresas". En la c¨¢rcel de alta seguridad espa?ola apadrin¨® tambi¨¦n a la hija de un gitano, "un hombre que sufr¨ªa mucho". No pudo asistir al bautizo, pero recibi¨® un trozo de tarta en su celda. Al poco, la ni?a, que recibi¨® el nombre de Mar¨ªa Libertad, cumpli¨® un a?o, y el padre le envi¨® de obsequio un botell¨ªn de cerveza a su celda,
Ruiz-Mateos hizo heredero de su peculio a Palomo, un ex legionario "rnuy simp¨¢tico", que le hab¨ªa solicitado ese favor para cuando saliera en arresto domiciliario. "No fue mucho, unas 20.000 pesetas creo recordar".
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