?Qu¨¦ se decide en el refer¨¦ndum?
JOS? AUMENTE
Habr¨ªa que reconocerlo as¨ª: el tema del refer¨¦ndum est¨¢ alcanzando niveles de confusi¨®n realmente preocupantes. A medida que han ido transcurriendo los meses y despu¨¦s los a?os, y tanto el PSOE como el Gobierno han ido mareando la perdiz -en su proyecto de manipular a la opini¨®n p¨²blica- con objeto de salir airosos y hasta rentabilizarlo pol¨ªticamente, todo se ha ido progresivamente embarullando, y hoy nos encontramos en una situaci¨®n verdaderamente alienante, en la que se han complicado todas las fuerzas pol¨ªticas. Y mientras la derecha inteligente -venciendo las resistencias de Fraga- se ha dado cuenta de que votar s¨ª tiene una dimensi¨®n pol¨ªtica interna que es excepcional, por lo que a pesar de sus intereses atlantistas se ve obligada a preconizar la abstenci¨®n -lo que no deja de ser una contradicci¨®n-, por su parte la izquierda, para contabilizar votos socialistas que no lo ser¨ªan al plantearse el no como plebiscitario para el Gobierno, pretenden reducirlo a su vertiente exclusivamente defensivo-militar, cuando en modo alguno puede circunscribirse como tal. En ambos casos fomentan la confusi¨®n. Y no digamos la que, a niveles astron¨®micos, est¨¢ auspiciando el PSOE y el Gobierno.Como muy bien ha destacado Juan Luis Cebri¨¢n (EL PA?S, 26 de enero de 1986), el refer¨¦ndum es cuesti¨®n esencialmente pol¨ªtica y muy secundariamente militar. El refer¨¦ndum ha ido adquiriendo nuevas connotaciones y hoy rebasa ampliamente la opci¨®n concreta que se pretende preguntar. El refer¨¦ndum puede tener -y de hecho va a tener- hondas repercusiones en nuestro futuro pol¨ªtico.
Vayamos por partes. Desde el punto de vista exclusivamente defensivo-militar, poco aporta nuestra integraci¨®n en la OTAN. Queramos o no queramos, estamos incluidos -y m¨¢s tras los pactos de 1953 con Estados Unidos en la din¨¢mica del bloque militar occidental. Una conflagraci¨®n b¨¦lica tendr¨ªa para nosotros los mismos riesgos o las mismas posibilidades de que se nos defienda estando fuera o permaneciendo dentro. El propio general Santos Peralba, jefe del Estado Mayor del Aire, ha dicho en la COPE: "En las Fuerzas Armadas no se conoce todav¨ªa bien lo que es la OTAN y sus mecanismos, y las ventajas que nos aporta y pudiera aportar" (Ya, 7 de enero de 1986). Lo cierto es que el ¨²nico riesgo potencial que, fuera de la dial¨¦ctica de bloques, nos puede sobrevenir a los espa?oles en exclusiva, procede del Sur, por el problema de Ceuta y Melilla, y esto no es contemplado por la OTAN. Luego, ?a cuenta de qu¨¦ tanta hojarasca defensivo-militar? ?De qu¨¦ nos defiende, pues, la OTAN? Seamos sinceros: nos defiende de veleidades revolucionarias internas, que puedan poner en entredicho el orden econ¨®mico-social, la econom¨ªa liberal-capitalista pilotada por Estados Unidos, que hoy impera en el mundo occidental, y, sobre todo, da tranquilidad a las multinacionales para que vengan a invertir en nuestro territorio. No entro a valorar ahora que esto sea bueno o sea detestable, pero es una realidad a reconocer. En cambio, no nos garantiza la democracia pol¨ªtica propiamente dicha, puesto que existe la experiencia de Portugal, Grecia y Turqu¨ªa, que han permanecido en la OTAN con reg¨ªmenes dictatoriales y sin ning¨²n escr¨²pulo moral por parte de ¨¦sta. Tampoco se puede argumentar que sea condici¨®n sine qua non para estar en la CEE, como ahora se suele decir, y cuando anteriormente se ha negado expl¨ªcitamente (Mor¨¢n, en repetidas ocasiones). Por lo tanto, las razones pro-OTAN que ahora se nos est¨¢n suministrando carecen de la suficiente consistencia.
Significado de la consulta
A partir de estas constataciones se puede ya hablar de la enorme significaci¨®n pol¨ªtica que, de cara a nuestra din¨¢mica interna, supone el refer¨¦ndum. La sintetizo en los siguientes puntos:1. Pondr¨¢ de manifiesto la capacidad cr¨ªtica de nuestro pueblo para valorar la conducta de un partido y un Gobierno que cambia de opini¨®n sin explicarlo seriamente. En este aspecto hay un problema nuclear y primero: cuando al solicitar un voto se hace un contrato con los electores, como es salir de la OTAN, ?se puede despu¨¦s cambiar de opini¨®n impunemente, sin que, en buena ¨¦tica pol¨ªtica, se dimita previamente? Es algo que habr¨ªa que dilucidar. ?Fue ignorancia o fue oportunismo? En ambos casos, gravepecado pol¨ªtico. Pero hay m¨¢s: a las Cincuenta razones para salir de la OTAN debiera responderse ahora con otras tantas 50 razones que no s¨®lo las anulen, sino que las inviertan de signo. ?Se van a dar? A lo que observamos se responde con un dec¨¢logo o con un as¨ª, s¨ª que constituyen una descarada manipulaci¨®n verbal. Porque, ?c¨®mo se puede estar en un pacto defensivo sin estar en la estructura militar? Es la cuadratura del c¨ªrculo, o c¨®mo ser socio de cualquier Atl¨¦tico odiando simult¨¢neamente el f¨²tbol. Por otra parte, ?qui¨¦n garantiza la no nuclearizaci¨®n o el ¨¦xito de la negociaci¨®n con Estados Unidos sobre las bases? Detr¨¢s de todo esto existe la jactancia, la petulancia y la soberbia de quien cree al pueblo menor de edad -desprecia su nivel mental- y considera que puede manipularlo hasta el punto de que puede hacerle ver el blanco donde antes se le mostraba el negro. En definitiva, es neofranquismo: infravaloraci¨®n y menosprecio del pueblo. Lo cual quiere decir que el refer¨¦ndum va a poner a prueba hasta qu¨¦ punto el llamado franquismo sociol¨®gico sigue vigente en nuestra sociedad, porque lo que s¨ª es evidente es que persiste en nuestros gobernantes.
2. El gran riesgo que implica el refer¨¦ndum, en deterioro de nuestra joven democracia, es que, de salir triunfante el s¨ª, consolide y refuerce el car¨¢cter caudillista del partido en el poder, quede triturada la oposici¨®n -tanto a la izquierda como a la derecha- y nos encontremos con un felipismo en solitario, cada vez m¨¢s monol¨ªtico e intolerante. Ya se pronunci¨® en este sentido Ignacio Sotelo, y en este mismo peri¨®dico, hace unos cuantos meses. Un rotundo triunfo del presidente del Gobierno, consiguiendo cambiar tan radicalmente a la opini¨®n p¨²blica, constituir¨ªa un se?alado ¨¦xito para ¨¦l, que entra?ar¨ªa el peligro de su endiosamiento simult¨¢neo. Y de aqu¨ª a convertir el partido en el poder en un nuevo movimiento nacional o en un PRI a la espa?ola s¨®lo media un paso. Las consecuencias degradantes para nuestra democracia pueden ser muy graves.
En definitiva, ser¨ªa el afianzamiento de un modelo de neofranquismo, en el contexto de una democracia performativa -como la llama Garc¨ªa Trevijano-, una democracia cada d¨ªa m¨¢s delegada, m¨¢s manipulada, menos participativa. Significar¨ªa la consolidaci¨®n de un proceso de involuci¨®n antidemocr¨¢tica y una esclerotizaci¨®n de nuestra vida pol¨ªtica. Me parece que esta dimensi¨®n pol¨ªtica negativa que entra?a el s¨ª en el refer¨¦ndum debiera ser muy expl¨ªcitamente resaltada.
Autocr¨ªtica interna
3. Por el contrario, pienso que el triunfo del no implica una dimensi¨®n pol¨ªtica positiva que no puede ni debe pasar inadvertida. Por lo pronto, supone una llamada de atenci¨®n, un propiciar la autocr¨ªtica dentro del PSOE y una invitaci¨®n a que reconsideren toda la pol¨ªtica general que hasta aqu¨ª han seguido. Insisto en que lo de menos puede ser "salir o no de la OTAN", cuya posibilidad est¨¢ por ver, y que, como dijo un famoso torero, en definitiva, "lo que no puede ser no puede ser, y adem¨¢s es imposible".Lo importante es abrirse a la esperanza, a nuevas posibilidades de futuro. Por lo tanto, no se trata de catastrofismo, arrojarse a la aventura o al vac¨ªo, sino de algo esencialmente positivo. Preconizar el contra no es cosa de locos, exaltados, marginales, tontos ¨²tiles o vendepatrias, sino de los que creemos que existen otras posibilidades en la vida pol¨ªtica interna de nuestro pa¨ªs, de los que creemos en otra democracia mucho m¨¢s real.
Resumiendo: un no como resultado del refer¨¦ndum significa que el pueblo espa?ol no es tan tonto como algunos listillos se imaginan; es tambi¨¦n prevenirse contra el riesgo neofranquista de instaurar un poder monopolizador y excluyente como es el felipismo, y, por ¨²ltimo, supone la posibilidad de abrirse a nuevas esperanzas de futuro. En este sentido, convendr¨ªa resaltar que la disidencia es el origen de toda innovaci¨®n, todo avance, todo progreso, y la sumisi¨®n y el conformismo, a la inversa, es el m¨¢s seguro signo de que se est¨¢ en la esclerosis degenerativa.
es doctor en Neurolog¨ªa y Psiquiatr¨ªa y escritor.
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