Michael Tilson Thomas
Director orquestal, un o¨ªdo atento a toda m¨²sica
El joven m¨²sico estadounidense Michael Tilson Thomas, uno de los grandes maestros de la direcci¨®n orquestal de hoy, caus¨® una impresi¨®n inmejorable a los filarm¨®nicos madrile?os el fin de semana en el teatro Real al frente de la Philharmonia Orchestra de Londres.
Michael Tilson Thomas naci¨® en 1944 en Hollywood, en el seno de una familia jud¨ªa, los Tomashefsky, que hab¨ªan llegado a Estados Unidos, como los Gershwin, desde Rusia. Su abuelo cooper¨® en la fundaci¨®n del Yiddish Theatre de Nueva York, y Michael es sobrino del actor Paul Muni. El joven maestro est¨¢ encantado de volver a Madrid, y rechaza algunas peticiones de entrevistas "porque quiero ver con tranquilidad el Museo del Prado. El p¨²blico del teatro Real ha estado admirable durante mis conciertos, c¨¢lido, entusiasta y concentrado. En los pianissimos no se o¨ªa ni un ruido".Thomas fue calurosamente aplaudido por sus versiones de Mozart y Bartok, e hizo gritar de entusiasmo al p¨²blico por su interpretaci¨®n, como director y pianista, de la Segunda rapsodia, de Gershwin.
La cultura de Thomas es abierta. Todo le interesa, y lo mismo escucha m¨²sica de Jap¨®n, Bali o la India que sigue a los grandes del soul. "Me gusta montar a caballo, coleccionar prendas textiles, porcelana china, instrumentos tibetanos y la pintura alemana de alrededor de 1915". Al preguntarle sobre su predilecci¨®n por figuras espa?olas de cualquier ¨¦poca y actividad, responde: "Admiro a santa Teresa, a Murillo, a Lorca, al padre Soler, a la Escolan¨ªa de Montserrat y a Alicia de Larrocha".
Sobre sus compositores y piezas favoritas, sus gustos no son menos fluctuantes: "Me gusta la obra de Perotin; las V¨ªsperas, de Monteverdi; la ¨®pera Cosi fan tutte, de Mozart; las sonatas de Debussy; la Tercera y la Novena sinfon¨ªas de Mahler, y el Concierto para viol¨ªn, de Alban Berg.
Michael Tilson Thomas debe mucho a Pierre Boulez; con quien estuvo de asistente en el festival Ojai, en California, y en el Festival de Bayreuth.
El salto a la fama se lo proporcion¨® una enfermedad del director de la Sinf¨®nica de Boston, William Steinberg, el 22 de octubre de 1969. Ese d¨ªa, Thomas sustituy¨® al c¨¦lebre maestro germanoamericano, y su ¨¦xito de p¨²blico y cr¨ªtica fue tal que le vali¨® m¨¢s de 30 conciertos adicionales el primer a?o. Desde entonces, su posici¨®n dentro de la direcci¨®n orquestal se ha ido consolidando, y hoy, el simple anuncio de su nombre levanta gran expectaci¨®n en cualquier lugar del mundo.
Vi¨¦ndole dirigir, nadie puede sustraerse a la claridad que emana de su t¨¦cnica (la batuta, a veces, est¨¢ escondida en la mano izquierda, y juegan las manos, para despu¨¦s pasarla a la derecha y marcar con elegancia y precisi¨®n), el donaire y sobriedad de sus movimientos y su aproximaci¨®n a cada instrumentista, siempre calurosa y atenta.
Thomas es uno de los directores con mayor n¨²mero de discos en el mercado espa?ol, grabados al frente de las orquestas English Chamber, Philharmonia de Londres, Cleveland, Buffalo y Filarm¨®nica de Los ?ngeles. Beethoven, Debussy, Chaikovski, Stravinski, Orff y los cl¨¢sicos norteamericanos Charles Ives y Gershwin figuran en su discograf¨ªa.
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