Liberado cerca de San Sebasti¨¢n el industrial Jose Mar¨ªa Ega?a
Jos¨¦ Mar¨ªa Ega?a, el, industrial donostiarra presidente del, Consejo de Administraci¨®n de Krafft, SA, secuestrado hace 20 d¨ªas en San Sebasti¨¢n por ETA Militar, fue liberacio ayer sobre las 20.30. Sus secuestradores lo dejaron maniatado a un ¨¢rbol en las proximidades del asador Patxiku, Enea, a tres kil¨®metros del casco urbano de Lezo, cerca de San Sebasti¨¢n.El industrial, que vest¨ªa gabardina azul, traje y corbata y portaba su cartera de mano (las mismas prendas que llevaba el d¨ªa de su secuestro), logr¨® desasirse de sus ataduras y media hora despu¨¦s se present¨® en el restaurante, con aspecto cansado y confuso.
ETA Militar exigi¨® inicialmente un rescate de 500 millones de pesetas, cifra posteriormente rebajada en las negociaciones mantenidas con esta organizaci¨®n terrorista. Seg¨²n nuestras fuentes, la cifra de 300 millones de pesetas, apuntada recientemente por Juan F¨¦lix ?riz, el industrial vizca¨ªno que ha niediado en varios secuestros, no es exacta, pero s¨ª indicativa de la cantidad total entregada a ETA.
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La familia mantuvo absoluta discreci¨®n siguiendo las instrucciones de ETAm
Viene de la primera p¨¢ginaLa familia Ega?a se mantuvo ayer en sus habituales reservas, de acuerdo con las instrucciones de absulta discreci¨®n impuestas por los secuestradores. Antonio El¨®segui, abogado y portavoz de la familia Ega?a, aludi¨® esta madrugada al secreto profesional en su negativa a contestar a las preguntas relacionadas con el rescate y los contactos mantenidos con ETAm. "Hay datos" precis¨®, "que no vamos a poder facilitar a la prensa ya que la legislaci¨®n espa?ola prohibe el pago de rescates por la liberaci¨®n de los secuestrados. Aunque todo el mundo se los salte."
El reci¨¦n liberado, padre de seis hijos, manifest¨® al copropietario del restaurante Patxiku Enea que sus secuestradores le ofrecieron un trato correcto. "Lleg¨® al restaurante con los zapatos y la gabardina manchados de barro, y parec¨ªa imuy desonentado", manifest¨® a este peri¨®dico Emilio Manterola, copropietano del restaurante. "No habl¨® mucho, se le notaba cansado y nada m¨¢s llegar aqu¨ª nos pidi¨® que le dej¨¢ramos asearse un poco. Le llev¨¦ a mi casa, que est¨¢ aqu¨ª al lado, y all¨ª se lav¨® y telefone¨® a su casa. "Es curioso", coment¨® Emilio Manterola, " porque lo ¨²nico que dijo por tel¨¦fono fue que estaba en Patxiku Enea, que se encontraba bien y que fueran a buscarlo". Mientras tomaba un vino y un caldo, Jos¨¦ Mar¨ªa Ega?a indic¨® que el comando le hab¨ªa abandonado atado a un ¨¢rbol, junto al dep¨®sito del agua, a unos 300 metros del restaurante.
"Nos dijo que las ataduras no eran muy fuertes y que consigui¨® librarse de ellas a la media hora o algo as¨ª", se?al¨® el copropietario del restaurante. El presidente del consejo de administraci¨®n de Krafft logr¨® liberarse antes de que llegaran miembros de la DYA (Defensa y Ayuda en carretera) que hab¨ªan sido avisados telef¨®nicamente por un portavoz de ETAm. "Nosotros", indic¨® Emilio Manterola, "le vimos tan callado y tan reservado, que no preguntamos nada; est¨¢bamos tan sorprendidos como un conocido del secuestrado que casualmente cenaba aqu¨ª esta noche".
Traslado al domicilio
Los hijos del industrial llegaron al restaurante pasadas las 21.30 horas, para fundirse en un apretado y largo abrazo con Ega?a. Dos polic¨ªas invitaron al industrial a que les acompa?ara a la comisar¨ªa, pero los hijos telefonearon al Gobierno Civil y a continuaci¨®n trasladaron a su padre al domicilio de la familia, en la Plaza del Buen Pastor, de San Sebasti¨¢n.
Gonzalo Ega?a, el hijo mayor del industrial, manifest¨® anoche que su padre se encontraba muy cansado y emocionado y que habila decidido acostarse. La familia tia convocado para hoy al mediod¨ªa en San Sebasti¨¢n una conferencia de prensa. Pocas horas antes de la liberaci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Ega?a, el portavoz de la farnilia, Antonio El¨®segui, admiti¨® p¨²blicamente la existencia de contactos con ETA y dijo que el mensaje dado por los secuestradores era que la familia permaneciera a la espera. El portavoz indic¨® que el mensaje no significaba otra cosa que el inminente inicio de conversaciones con los secuestradores, aunque obviarnente la interpretaci¨®n correcta era que Jos¨¦ Mar¨ªa Ega?a iba a ser liberado en breve.
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