Mercorsa redujo sus p¨¦rdidas en 1985 a 291 millones de pesetas

La empresa Mercorsa tuvo unas p¨¦rdidas de 291,7 millones de pesetas en el ejercicio de 1985, con una reducci¨®n de 150 millones sobre el ejercicio anterior y de m¨¢s de 1.000 millones respecto a 1983, cuando empezaron a aflorar las p¨¦rdidas de ejercicios anteriores, consecuencia de inversiones desproporcionadas y de una deficiente gesti¨®n de los mercados de origen.

Una parte importante de las p¨¦rdidas que han sido afloradas en los ¨²ltimos ejercicios de Mercorsa se deben a inversiones desproporcionadas de las que el contrato firmado con Baseprint suponen una buena muestra. El Juzgado de Primera Instancia de Madrid n¨²mero 21 conden¨® recientemente a la empresa Baseprint a devolver 211 millones de pesetas a Mercorsa, al declarar resuelto un contrato firmado en abril de 1982 entre ambas sociedades.Baseprint debe devolver esta cantidad seg¨²n una sentencia que aprueba "la resoluci¨®n del contrato de 23 de abril de 1982, con devoluci¨®n de las partes de las rec¨ªprocas prestaciones efectuadas al amparo del mismo". La sentencia acepta en todos sus t¨¦rminos la posici¨®n de la empresa demandada, Mercorsa, al entender que ¨¦sta actu¨® correctamente al rescindir el contrato en octubre de 1983.

La Intervenci¨®n General de la Administraci¨®n del Estado, en su informe sobre la situaci¨®n de Mercorsa hasta el cierre del ejercicio de 1982, se?alaba que el 22 de abril de 1982 la comisi¨®n ejecutiva de Mercorsa inform¨® favorablemente el contrato de esta sociedad con Baseprint, para la ejecuci¨®n del proyecto de informaci¨®n de Mercorsa. Al d¨ªa siguiente, el presidente de Mercorsa, Luis Garc¨ªa Garc¨ªa, nombrado por el ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, firm¨® el contrato con Baseprint para la implantaci¨®n de un sistema de informaci¨®n y el suministro sucesivo de los elementos de dicho sistema, incluyendo una unidad central, unidades regionales y un m¨ªnimo de 3.000 terminales". El precio del contrato superaba los 500 millones de pesetas.

El hijo del presidente

Al d¨ªa siguiente de la firma de dicho contrato, la junta de accionistas de Baseprint, que ten¨ªa un capital de tres millones de pesetas, de los que se hab¨ªan desembolsado 750.000 pesetas, decidi¨® nombrar consejero de la sociedad a un hijo del presidente de Mercorsa. El 29 de abril de ese mismo a?o, el consejo de administraci¨®n de Mercorsa no ratific¨® dicho contrato, d¨¢ndose por enterado del mismo. Ese mismo d¨ªa se formaliz¨® el primer pedido de 1.000 equipos dentro del contrato. D¨ªas despu¨¦s, el Banco de Cr¨¦dito Agr¨ªcola concedi¨® un pr¨¦stamo a Mercorsa para financiar esos equipos.El equipo de gesti¨®n de Mercorsa, nombrado tras las elecciones generales de 1982, consider¨® que el programa de informaci¨®n contratado por los anteriores gestores era incorrecto y "que dificilmente alcanzar¨ªa los objetivos deseados", al tiempo que se?alaba que la elecci¨®n de la unidad central no parec¨ªa la m¨¢s adecuada y que "la elecci¨®n de los terminales como integrantes del sistema no hab¨ªa sido muy acertada". Todo ello llevaba a considerar el sistema como inviable, por lo que los expertos recomendaban su abandono.

En opini¨®n de los responsables de Mercorsa, el contrato firmado entre el anterior responsable de esta sociedad y Baseprint s¨®lo representa una muestra de lo que antes ocurr¨ªa en la empresa. La nueva gesti¨®n tuvo que hacer frente a un fuerte plan de reestructuraci¨®n de la gerencia, con la baja de medio centenar de personas de la alta direcci¨®n, el cierre de algunas instalaciones que no ten¨ªan viabilidad alguna y un fuerte crecimiento de su actividad para obtener resultados positivos de explotaci¨®n.

El ejercicio de 1985 se cerr¨® con unas p¨¦rdidas de 291 millones de pesetas, 150 menos que un a?o antes, a pesar de que el resultado de explotaci¨®n fue positivo en 165 millones de pesetas. Las p¨¦rdidas de 1985 se deben a los fuertes gastos financieros, que se reducir¨¢n en 1986 por la constituci¨®n de un fondo de compensaci¨®n de riesgos. La facturaci¨®n de Mercorsa en 1985 super¨® los 28.000 millones de pesetas. Para este a?o las previsiones de resultados son obtener 400 millones de pesetas de beneficios.