Una promesa incumplida

X. M. P., La lucha por el derribo del scalextric de Vigo tuvo sus actores principales en los vecinos de la calle de Lepanto y, de forma muy especial, en Jos¨¦ Carl¨®s Gonz¨¢lez Crespo, portavoz del grupo. "Nos alegra el hecho de que la corporacion municipa pue a cumplir una promesa formulada por el actual alcalde hace siete a?os", dice.

La promesa sal¨ªa al paso de las preocupaciones de los afectados. En 1975 razonaron su oposici¨®n al proyecto en escrito remitido al director general de la empresa concesionaria. Los vecinos aludieron a la "falta de seguridad vial que ofrece ¨¦l paso elevado'que se proyecta construir con peligro para personas y cosas, particularmente a su paso por la calle de Lepanto, por.donde discurre encajonado, haciendeo curva y a una distancia m¨ªnima de 2,40 metros de las edificaciones. Si a esto se a?ade la estrechez de la calzada y las dos direcciones parece claro que la nueva obra no re¨²ne un m¨ªnimo de condiciones de seguridad vial, que son exigibles como elementales".

A estas argumentaciones, la direcci¨®n general de Autopistas del Atl¨¢ntico respondi¨® que "la soluci¨®n presentada responde a todas las normas de seguridad vigentes en los proyectos de obras de este tipo" y que se aten¨ªa "a todas las prescripciones de trazado y pro tecci¨®n impuestas por los organismos competentes".

Los afectados hab¨ªan planteado en su momento cuatro alternativas posibles para canalizar el tr¨¢fico de la autopista sin necesidad de escalextric. Fue, in¨²til. Restaba y resta una quinta y ¨²ltima: el derribo.

El scalextric se ha convertido desde su construcci¨®n en un monumento a los desprop¨®sitos, al que ¨²nicamente sacaban alg¨²n provecho los automovilistas que pod¨ªan dejar a cubierto sus coches en la calle de Lepanto y los vendedores ambulantes, a quienes serv¨ªa de improvisado paraguas a la altura de la Gran V¨ªa.

Esta obra in¨²til fue uno de los tramos que mayores movilizaciones provoc¨® contra la Autopist.a del Atl¨¢ntico, pol¨¦mico proyecto emprendido a ra¨ªz de Idictare en 1972 la ley de Autopistas de Peaje, cuando el titular de la cartera de Obras P¨²blicas era Gonzalo Fern¨¢ndez de la Mora.