"El FMI es una instituci¨®n virreinal"
"Nada justificar¨¢ una intervenci¨®n armada o una invasi¨®n de Nicaragua"
Alan Garc¨ªa aparece de pronto en uno de los pueblos j¨®venes (las villas miseria que rodean Lima) y propone a sus esc¨¦pticos y desesperados habitantes arrancar el mill¨®n de ¨¢rboles que hay en la ciudad y plantar en su lugar ¨¢rboles frutales. "Ya se lo, est¨¢ usted pensando, abuelita", dice, "que no podemos plantar frutales porque la gente robar¨ªa los frutos para com¨¦rselos; pero no importa, eso es precisamente lo que yo quiero". "Si ese mill¨®n de ¨¢rboles fueran manzanos, Lima ser¨ªa exportadora de manzanas al extranjero; si el 10% de esos¨¢rboles fueran pl¨¢tanos tandr¨ªamos pl¨¢tanos suficientes para alimentar a toda Lima". "El d¨ªa que nosotros, a partir de ese ejemplo tan pedestre, tan tonto", a?ade -ahora ya sentado en la mesa de su solemne despacho presidencial, bajo el retrato del coronel Bolognesi, que resisti¨® hasta la muerte en Arica los ataques del poderoso Ej¨¦rcito chileno- "logremos hacerle entender a la gente la conciencia de solidaridad con el presente y con el futuro habr¨¢ cambiado sustancialmente Per¨²".Esto es, para muchos, demagogia; para otros, revolucionario; pero para la mayor¨ªa de los peruanos, un estilo que entienden y con el que se identifican. Desde Juan Domingo Per¨®n o el general Omar Torrijos nadie hab¨ªa escuchado en Am¨¦rica Latina las cosas que dice Alan Garc¨ªa.
Seguramente el presidente peruano, cuya pol¨ªtica de hecho habr¨ªa que calificar de centrista, sea m¨¢s pragm¨¢tico de lo que su discurso da a entender, pero nadie duda de su sinceridad cuando afirma, en una conversaci¨®n con EL PA?S: "Nosotros no aceptamos condiciones del Fondo Monetario Internacional; si las acept¨¢semos yo dejar¨ªa de ser presidente", o cuando identifica a quien va a dedicar la atenci¨®n prioritaria de su Gobierno: "Nosotros tenemos que pensar en una inmensa masa, que est¨¢ en la base de la pir¨¢mide social, que nunca ha sido atendida por el Estado. Las comunidades campesinas, por ejemplo, en las cuales hay m¨¢s de cinco millones de peruanos, siguen subsistiendo de su econom¨ªa de autoconsumo, sin servicios estatales de salud, de educaci¨®n, sin tecnolog¨ªa, sin capacidad de aumentar su producci¨®n. Paralelamente, en las ciudades hay un colch¨®n social de miseria muy grande, que es producto de la emigraci¨®n de las comunidades de las provincias andinas. Esos dos sectores nunca han tenido atenci¨®n del Estado. El Estado ha sido patrimonio, o de los propietarios de los medios de producci¨®n, para orientar el sistema econ¨®mico, o de los grupos terciarios, de clase media y administrativos, que viv¨¦n del sistema y de este Estado. Nosotros creemos que el Estado no es de ellos, creemos que hay que ir a una reactivaci¨®n hist¨®rica. Si se nos permite: continuar este proyecto yo estoy seguro de que al cabo de cinco a?os habremos conseguido una distribuci¨®n en la cual la base social sea la m¨¢s beneficiada".
Desde su llegada a la presidencia, el pasado 28 de julio, despu¨¦s de su aplastante triunfo electoral, Alan Garc¨ªa ha mantenido, ayudado por su edad, una actividad permanente. No es extra?o que llame a sus ministros a cualquier hora de la madrugada simplemente para comentarles algo que acaba de leer.
La semana pasada se reuni¨® durante casi 40 horas ininterrumpidas con los presidentes de los departamentos provinciales para interesarse por la marcha de los proyectos de desarrollo. Algunos de los asistentes salieron del palacio en camilla.
Consciente de la p¨¦sima Administraci¨®n que encabeza, el presidente prefiere revisarlo todo personalmente. As¨ª, sobrevuela en helic¨®ptero la ruta por la que debe ser trazada una carretera o recibe directamente a los trabajadores en huelga.
Es muy proclive a los golpes de efecto. Durante los primeros meses de su mandato prodig¨® los balconazos: de forma imprevista se asomaba al balc¨®n del palacio presidencial, en la plaza de Armas, para dirigir un discurso. Tambi¨¦n ha intentado el recurso a los gestos para ganarse la confianza del Ej¨¦rcito. Ha impuesto la obligatoriedad de que todos los canales de televisi¨®n y emisoras de radio emitan el himno nacional al mediod¨ªa, y se ha atrevido a usar uniforme militar para asistir a la entrega de nuevos carros de combate. Un alto oficial del Ej¨¦rcito ha comentado que las fuerzas armadas "no ven con buenos ojos" un acto de este tipo, y conf¨ªan en que el presidente no vuelva a cometer "un error" similar.
"Cuando Per¨² vot¨® por el APRA", explica Alan Garc¨ªa, "por su candidato, lo hizo buscando cambiar la situaci¨®n en que viv¨ªa, pero tambi¨¦n atra¨ªdo por un cierto estilo que era el del compromiso directo, el de la celeridad, el del no protocolo y el de una sinceridad de expresi¨®n que yo espero que no se diluya en medio de estos problemas. Yo intento hacer pedagog¨ªa, una especie de magisterio. La pol¨ªtica tiene mucho que ver con el sacerdocio; el pol¨ªtico tiene que ser austero, no puede caer en la sensualidad ni puede caer en el apetito; hay que dejar el apetito a otro g¨¦nero humano que se dedique a acumular dinero, que se dedique a la prosperidad sensual de la comodidad. Ese es un g¨¦nero humano de segunda categor¨ªa para m¨ª. La pol¨ªtica tiene que ser como un sacerdocio, pedag¨®gica".
Mario Vargas Llosa cree que Alan Garc¨ªa es "un joven caudillo que procede m¨¢s por temperamento, por pasi¨®n, por intuici¨®n que por raz¨®n; un joven en el que hay mucha inexperiencia e incoherencia, pero que actualmente le da continuidad a la pol¨ªtica del Gobierno y al que hay que apoyar".
Otro escritor peruano, Alfredo Bryce Echenique, estima que, aunque el presidente se comporta como "un candidato eterno", ha creado "una esperanza enorme". "Es un actor bien intencionado, pero est¨¢ s¨®lo y fuera de foco, creando un enfrentamiento con Estados Unidos totalmente gratuito". Un destacado economista liberal define a, Garc¨ªa como "un estudiante parisiense que lee Le Monde y que dice lo que cree que puede gustar a Le Monde".
Es obvio que Alan Garc¨ªa no habla s¨®lo para Per¨². "A m¨ª me interesa", dice, "reimpulsar un viejo mito, o, mejor dicho, hacer de ese mito un mito social y colectivo en toda Am¨¦rica Latina: el mito de la uni¨®n, que no por ser dif¨ªcil o por ser mito deja de ser objetivo o real. Por eso he viajado a algunos pa¨ªses, seg¨²n me dicen incomodando situaciones; pero tenemos que hacer la pol¨ªtica de uni¨®n, que no es intervenir en la pol¨ªtica interna de ning¨²n pa¨ªs. La pol¨ªtica de la uni¨®n es la bandera revolucionaria del futuro. Cuando suenen los d¨ªas del a?o 2000 y del tercer milenio, la bandera hist¨®rica y revolucionaria de Am¨¦rica Latina ser¨¢ la de su integraci¨®n. ?Por qu¨¦ no adelantarse a eso?".
Alan Garc¨ªa ha pedido una posici¨®n ¨²nica de toda Am¨¦rica Latina para negociar el pago de su deuda externa, y advierte que "la negociaci¨®n bilateral, lo ¨²nico que hace es empujar el problema hacia el futuro". "Yo estoy seguro", a?ade, "que si hubiera una decisi¨®n com¨²n en Am¨¦rica Latina, que ser¨ªa el hecho m¨¢s revolucionario del siglo XX, la situaci¨®n cambiar¨ªa sustancialmente".
Per¨² ha ofrecido a los dem¨¢s pa¨ªses un modelo para el pago de la deuda: "Pagarla en la medida en que Per¨² pueda, y la medida en que Per¨² puede en estos momentos es el equivalente al 10% del valor de las exportaciones". "Es un hecho que el aumento de los intereses en los ¨²ltimos a?os ha sido un acto unilateral de los pa¨ªses ricos y de los acreedores; es un hecho que la baja de los precios de las materias primas ha sido una decisi¨®n unilateral e interesada de los pa¨ªses ricos en el sistema internacional de injusticia que vivimos; es un hecho que, adem¨¢s de obligarnos a pagar la deuda, se nos ha impuesto condiciones econ¨®micas que han destruido a¨²n m¨¢s la capacidad productiva de nuestros pa¨ªses. No queda m¨¢s que vincular el valor que se da a nuestro trabajo en, los productos de exportaci¨®n con las exigencias que se nos hacen en el pago de la deuda, lo que, en otros t¨¦rminos, equivale a decir: tanto me pagas, tanto puedo pagarte".
"Pero la concepci¨®n del 10% es s¨®lo el primer argumento revolucionario de Per¨². El segundo argumento, y considero que trascendental, de la posici¨®n peruana es que nosotros no aceptamos carta de intenciones, no aceptamos condiciones del Fondo Monetario Internacional. O los pa¨ªses son soberanos o no lo son, y ese es el planteamiento crucial de nuestra pol¨ªtica. El Fondo Monetario Internacional es una instituci¨®n virreinal, de sometimiento a los pa¨ªses pobres, y tambi¨¦n a los pa¨ªses de mediano desarrollo industrial, como algunos de Europa que yo s¨¦, para vincularlos a los intereses hegem¨®nicos de un solo sistema industrial y financiero. Nosotros fijaremos nuestras tasas de intereses, nosotros no devaluaremos nuestra moneda hasta que nos convenga, nosotros no vamos a abrir nuestra frontera a los productos extranjeros f¨¢cilmente. Eso es lo esencial: romper el lazo colonial que viene por la v¨ªa de la carta de intenciones, y decirles a los se?ores del Fondo Monetario Internacional que no pueden enviar sus misiones aqu¨ª para revisar la econom¨ªa peruana y proponer qu¨¦ cosas se pueden hacer, ni pueden tener dentro del Banco Central de Reservas observadores y monigotes".
Atenci¨®n al 15 de agosto
La prueba de fuego para la pol¨ªtica del Gobierno peruano ser¨¢ el pr¨®ximo 15 de agosto, cuando tendr¨¢ que hacer frente al ¨²ltimo plazo establecido por el Fondo Monetario Internacional para que pague una parte de los atrasos -algo m¨¢s de 180 millones de d¨®lares- si no quiere ser declarado inelegible. "Hay un principio ¨¦tico", dice Garc¨ªa, "reconocemos la deuda; hay un principio moral, no le echamos la culpa de nuestra deuda al imperialismo y a los bancos solamente. Per¨², dentro de su l¨®gica y de su l¨ªnea, y de acuerdo a los requerimientos que entonces tenga y a las reservas que entonces tenga, pagar¨¢ lo necesario. Ahora, yo no s¨¦ si podremos pagar los m¨¢s de 180 millones". Garc¨ªa advierte, en todo caso: "Los pocos d¨®lares que tenemos (en concepto de reservas) no vamos a entreg¨¢rselos al Fondo Monetario Internacional".
"En t¨¦rminos hist¨®ricos", observa Alan Garc¨ªa, "Estados Unidos tiene m¨¢s factores positivos que negativos. Lo que nosotros confrontamos son aspectos de una po- l¨ªtica, pero no confrontarnos a todo un pueblo. Lo que nosotros repudiarnos es la pol¨ªtica intervencionista en Centroam¨¦rica; lo que nosotros repudiamos es la pol¨ªtica de proteccionismo comercial, y repudiarnos tambi¨¦n una actitud que nos parece de prepotencia y de arrogancia".
Alan Garc¨ªa quiere ser para Estados Unidos "como los viejos romanos, que ten¨ªan establecido que a la vuelta de un general victorioso, un esclavo le susurrara al o¨ªdo permanentemente: 'Recuerda que eres mortal'. A estos seres tan poderosos, con bombas nucleares y fortalezas de d¨®lares, alguien tiene que decirles que son mortales. Otros prefieren callar; nosotros preferimos hablar". "Estados Unidos es una realidad, es un poder tecnol¨®gico formidable. Yo mismo soy un admirador de Estados Unidos. Yo pienso que esa realidad poderosa de Estados Unidos, en alg¨²n momento tendr¨¢ una conciencia. m¨¢s solidaria y m¨¢s humana respecto de los dem¨¢s pa¨ªses, y particularmente de los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. Creo que el presidente Carter signific¨® una conciencia diferente y alentadora. Creo que ahora hemos retrocedido, pero esto, seguro de que la historia avanza hacia la racionalidad".
Nicaragua, Cuba, Chile
El presidente peruano es el jefe de Estado latino americano que con m¨¢s contundencia proclama su apoyo a Nicaragua. "La pol¨ªtica de Estados Unidos en Centroam¨¦rica es excesiva y equivocada. Por eso el Gobierno peruano tiene una decisi¨®n de apoyo a la soberan¨ªa de Nicaragua. Entendemos que en Nicaragua no hay una democracia perfecta, pero comprendemos que lo que hay ahora ser¨¢ siempre mejor que lo que hab¨ªa antes. No existir¨¢ libertad de prensa, que lo exigirnos, no habr¨¢ pluralismo de partidos pol¨ªticos, pero esto no justifica la capacidad de intervenci¨®n ole ninguna gran potencia. Respaldamos plenamente la no intervenci¨®n, decididamente apoyamos esta f¨®rmula de paz que ha sido el Acta de Contadora, y que, a pesar de los tropiezos, sigue siendo una alternativa importante. Nada justificar¨¢ una intervenci¨®n armada o una invasi¨®n de Nicaragua, y mucho menos de la potencia m¨¢s poderosa del mundo, y al igual que lo hubi¨¦ramos hecho en el caso de las Malvinas ante la agresi¨®n sufrida por Argentina, nosotros romper¨ªamos relaciones con la potencia que agreda militarmente a Nicaragua".
Definitivamente superadas las diferencias que meses atr¨¢s , separaron a Alan Garc¨ªa de Fidel Castro, el presidente peruano cree que Cuba "es un pa¨ªs que ha tenido su propio desarrollo", y, no considera que sea un peligro para nuestra regi¨®n. Los latinoamericanos debemos acostumbrarnos a convivir con nuestras diferentes formas de gobierno. Claro que todos quisi¨¦ramos para otros pueblos lo mismo que quisi¨¦ramos para nuestros pueblos, pero de esa voluntad no puede inferirse declarar la guerra a todo lo que no sea como uno es. Cuba es parte de Latinoam¨¦rica, y en sus avances en el plano educativo, agr¨ªcola, de salud, hay una serie de hechos positivos de los que nosotros debemos aprender".
El punto m¨¢s caliente de la pol¨ªtica exterior peruana es Chile. Hacia ese pa¨ªs, Per¨² ha lanzado una pol¨ªtica de acercamiento que a buen seguro va a despertar recelos en la oposici¨®n chilena. As¨ª lo explica Garc¨ªa: "Aqu¨ª est¨¢ Per¨², que no quiere hacer la guerra a nadie, que quiere desarrollo, y nos planteamos limitar nuestros gastos en armamento. Lo hemos demostrado en los hechos, reduciendo una compra que el Gobierno anterior ya hab¨ªa realizado de 26 aviones Mirage. Hemos pedido a las autoridades francesas reducirla a 12, y no podemos reducirla menos por que perder¨ªamos el dinero adelantado. En virtud de eso ha habido una serie de conversaciones muy positivas entre oficiales de nuestra fuerza armada con oficiales de la fuerza armada chilena respecto a la voluntad de limitar los gastos en armamento. Como parte de este proceso ha estado aqu¨ª el canciller chileno, y el canciller peruano visitar¨¢ Chile. Como pa¨ªs, tenemos que tratar con un pa¨ªs lim¨ªtrofe sobre temas concretos. Eso no significa que apoyemos ning¨²n r¨¦gimen. Un Gobierno nacionalista y democr¨¢tico como el nuestro tiene voluntad pol¨ªtica de solidaridad con los pueblos que buscan la democracia, pero tiene responsabilidades de Estado para solucionar problemas hist¨®ricos".
La Alianza Popular- Revolucionaria Americana (APRA) adolece de la confusi¨®n ideol¨®gica propia de un partido que ha bebido de fuentes tan diversas como el marxismo o el nacionalsocialismo. La victoria de un representante de la l¨ªnea socialdem¨®crata como es Alan Garc¨ªa no fue suficiente para disipar entre algunos los temores a una restricci¨®n de las libertades democr¨¢ticas. Hasta ahora, esos temores no se han justificado. Alan Garc¨ªa ha impuesto su autoridad sobre las tendencias derechistas o izquierdista del partido, y durante los primeros 10 meses de gobierno se ha producido una mejora en cuanto al respeto de los, derechos humanos, y aunque haya tenido que ceder a la imposici¨®n del estado de emergencia y el toque de queda en Lima, no ha ca¨ªdo en la tentaci¨®n de la pol¨ªtica de dureza que muchos sectores le ped¨ªan.
Tiempo y paciencia
El crecimiento de Sendero Luminoso y la implicaci¨®n del Ej¨¦rcito en la lucha antiterrorista van a dar continuas posibilidades de poner a prueba al presidente. "Contra la violencia hemos querido tomar dos caminos paralelos. El primero, naturalmente, usar la ley y las armas que la ley permite, dentro de un escrupuloso respeto de los derechos humanos, donde pueden cometerse infracciones, como en todos los pa¨ªses; pero donde las infracciones tienen como consecuencia la sanci¨®n. Este es el primer elemento, ¨¦tico de la lucha contra la violencia, que el Estado no sea protagonista de la barbarie. Y el segundo, la atenci¨®n social y econ¨®mica al desarrollo. La violencia se vence con tiempo y con paciencia. Si los gobernantes, se dejan llevar por la impaciencia caer¨¢n en la barbarie, en la brutalidad y en la desesperaci¨®n, que es lo que busca la violencia. Mucha gente cree que porque tengo 36 a?os me voy a dejar llevar por la impaciencia y la desesperaci¨®n. Ese no es mi caso. Vamos a esperar con prudencia, sin caer en precipitaciones".
A la puerta del palacio de gobierno, la polic¨ªa disuelve una manifestaci¨®n de maestros que exigen aumento de salarios. Las autoridades provinciales de Cuzco han iniciado una huelga de hambre contra el hambre. Una patrulla militar ha sido emboscada por Sendero Luminoso en Huanta y ha habido un muerto y 15 heridos graves. El proyecto a largo plazo de Alan Garc¨ªa es impecable, pero la terquedad de los problemas diarios puede ser un obst¨¢culo insalvable.
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