El IPC habr¨ªa subido el 0,5% menos si su nueva base se hubiera aplicado a todo el a?o

El ¨ªndice de precios al consumo (IPC) habr¨ªa subido el pasado a?o 0,5 puntos menos si su reforma se hubiera aplicado en enero, en vez de dejarla para el mes de agosto. Las cifras definitivas que acaba de elaborar el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) se?alan que el nuevo, IPC aument¨® durante todo el a?o un 7,8%, cinco d¨¦cimas menos que el 8,2% publicado oficialmente para 1985 con las dos bases distintas. Estos datos vienen a reafirmar que el nuevo ¨ªndice es menos inflacionista que el anterior, dada la distinta ponderaci¨®n de los grupos de productos.

Si la nueva estructura del ¨ªndice de precios hubiera entrado en vigor desde comienzos de a?o, entre los grupos espec¨ªficos sobre los que el INE publica mensualmente informaci¨®n global, s¨®lo el de vivienda habr¨ªa tenido un crecimiento mayor al publicado. En vez del 6,4%, su aumento habr¨ªa llegado al 7%.Por el contrario, los precios de alimentaci¨®n, bebidas y tabaco, que subieron el 9,2% por aplicarles el antiguo IPC hasta julio y el nuevo a partir de agosto, habr¨ªan limitado su incremento al 8,7%. En el vestido y el calzado, la diferencia entre una y otra medida ha sido de una d¨¦cima subieron el 9,51% seg¨²n la medida oficial y habr¨ªan quedado, en el 9,8% si el cambio de estructura se hubiera aplicado desde enero. En el grupo de menaja, el resultado ha sido el mismo: 8,7%.

La mayor diferencia se ha observado en los gastos de medicinas, que oficialmente subieron el 7,3% y que habr¨ªan limitado su incremento al 5,6% si la renovaci¨®n hubiera entrado en vigor desde enero.

En transportes y comunicaciones, el INE ha detectado una diferencia de medio punto: public¨® el 5,8% y con la nueva base para todo el a?o habr¨ªa quedado en el 5,3%. El incremento de cultura y espect¨¢culos tambi¨¦n se habr¨ªa reducido en 0,9 puntos: en lugar del 7,9%, un 7%.

El ¨²ltimo componente del IPC, que incluye "otros gastos", habr¨ªa registrado Mayores alzas que las publicadas oficialmente, al igual que en el de vivienda. Frente al 8,8% arrojado entre enero y diciembre, con la nueva base extendida a todo el a?o su incremento llegar¨ªa al 9%.

Aunque cuando fue renovado el IPC portavoces oficiales dijeron que carec¨ªan de datos para comparar la evoluci¨®n de los precios con los dos ¨ªndices, varias semanas despu¨¦s se supo que el INE s¨ª hab¨ªa aplicado las dos medidas durante los dos a?os y medio ¨²ltimos. El resultado fue que en los siete primeros meses de 1985 el nuevo IPC arrojaba una subida inferior en 0,4 puntos a la publicada oficialmente. Para el a?o 1984, tambi¨¦n daba una medida inferior: 8,7%, en vez del 9% oficial. La mayor diferencia se registr¨® en el a?o 1983, cuando el nuevo IPC se?alaba 1,2 puntos menos que el vigente hasta agosto ¨²ltimo.

La principal variaci¨®n introducida por el cambio de estructura del IPC ha sido la de restar importancia al grupo de alimentaci¨®n, bebidas y tabaco, que con la base anterior (1976) representaba un 40,5% del total y con la nueva (1983) quedaba en el 33%. El aumento de ponderaciones aplicado a otros cuatro grupos apenas compensaba dicha variaci¨®n: la vivienda pas¨® del 14% al 18,6% los transportes, del 9,7% al 14,4%; el vestido, del 8,2% al 8,7%, y la cultura, del 6,9% al 7%. Al contrario, otros tres grupos tambi¨¦n redujeron su peso: el menaje, del 7,8% al 7,4% la medicina, del 3,4% al 2,4%, y "otros gastos", del 9,5% al 8,5%.

Estructura del consumo

Aunque para reformar el IPC el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda esgrimi¨® como argumento que el IPC deb¨ªa ser ajustado al cambio de los h¨¢bitos de consumo, Io cierto es que en otros estudios del INE no hab¨ªa cambiado tanto la estructura del consumo. Las encuestas trimestrales de consumo del a?o 1983 se?alaron que los gastos de alimentaci¨®n, bebidas y tabaco representaban en ese a?o -tomado como base para el nuevo IPC- algo m¨¢s del 42% del total de los gastos medios por persona. El INE no ha publicado m¨¢s encuestas sobre la distribuci¨®n del consumo, pero los expertos consultados opinan que dif¨ªcilmente se habr¨¢ reducido el peso de los gastos de alimentaci¨®n, pues en el a?o 1984 volvi¨® a descender el consumo por persona, al igual que en 1982 y 1983, por lo que quiz¨¢ los presupuestos familiares se inclinaron todav¨ªa m¨¢s hacia la alimentaci¨®n.