Vargas Llosa busca en Londres tranquilidad para terminar 'El hablador'
Mario Vargas Llosa se encuentra desde el viernes en Londres, donde proyecta apartarse unos meses de una "vida de sobresalto" y terminar su novela El hablador, "la historia de una conversi¨®n cultural." Londres es para ¨¦l, "a la vez, una peque?a aldea, donde se puede llevar una vida tranquila, con todo a la mano, y una gran metr¨®poli". La conoce bien: all¨ª fue profesor en la universidad de 1967 a 1970. El defecto que muchos le encuentran, la cort¨¦s reserva de sus habitantes, es justamente para ¨¦l uno de sus atractivos, y lo que necesita tras un tiempo en el que se ha visto obligado a llevar "una vida muy dispersa", requerido por una actividad pol¨ªtica que ¨¦l mira como una obligaci¨®n moral. "Yo soy un escritor", declar¨® a EL PA?S por tel¨¦fono.
El hablador se desarrolla en Lima, Florencia -donde una suerte de narrador estudia a Maquiavelo- y la parte amaz¨®nica de los departamentos peruanos de Cuzco y Madre de Dios, territorio disperso de los machiguengas. Se trata de una tribu ind¨ªgena en la que a¨²n se habla, se narra, se venera el relato oral. Seg¨²n se desprendede de la vaga descripci¨®n que hace Vargas Llosa de su novela, con la discreci¨®n propia de los artistas cuando hablan de sus proyectos, un peruano occidentalizado y culto sufre una "conversi¨®n cultural" en su contacto con los machiguengas. El propio Vargas Llosa los descubri¨® en 1958, y luego ha regresado dos veces; la ¨²ltima, hace pocos; meses, en su trabajo de campo para la novela.Aunque siempre amable, tambi¨¦n se muestra algo ireservado al hablar de la situaci¨®n pol¨ªtica en Per¨², de gran tensi¨®n tras la muerte por las fuerzas de seguridad de unos 300 presos amotinados en tres c¨¢rceles, y las acciones de Sendero Luminoso. Vargas Llosa reconoce que la guerrilla "puede provocar estragos", pero rechaza, en alusi¨®n al asalto a las c¨¢rceles, que se pueda "combatir el terror con el terror. Eso no es admisible". Subraya, al tiempo, "el gesto interesante" del presidente de Per¨², Alan Garc¨ªa, al haber ordenado la detenci¨®n de un centenar de guardias republicanos como supuestos responsables del hecho. "Eso hay que apoyarlo".
El escritor es inequ¨ªvoco al negar cualquier "tentaci¨®n pol¨ªtica" que se le pueda atribuir en su actividad. Escribe sobre pol¨ªtica y participa en.ella por considerarlo, exclusivamente, "una obligaci¨®n moral. Yo soy un escritor", dice.
Sobre 'Los miserables'
El autor de Garc¨ªa M¨¢rquez, historia de un deicidio y La org¨ªa perpetua, una obra de referencia obligada en la muy abundante bibliograf¨ªa sobre Flaubert y Madame Bovary, desea terminar al fin un ensayo sobre Los miserables, de V¨ªctor Hugo, en el que trabaja desde hace tiempo. Como ya hizo con Flaubert, indaga en el v¨ªnculo entre imaginaci¨®n y realidad. Asiduo articulista, Vargas Llosa publicar¨¢ en breve el segundo tomo de su obra Contra viento y marea, que recoge colaboraciones a¨²n in¨¦ditas en libros.Como muchos, Vargas Llosa ha lamentado la muerte de Jorge Luis Borges. Un hombre, describe, que reuni¨® la gran paradoja de haber vivido siempre en una biblioteca y al final se convirti¨® en "una estrella internacional". Mas de Borges queda lo m¨¢s importante: "Una obra de extremada riqueza, una de las de mayor altura en lengua castellana". Reconoce la influencia de Borges en much¨ªsimos campos, y subraya el hecho de que rompiera con el tab¨² de que el escritor latinoamericano no pod¨ªa hablar de asuntos universales. Subraya la sobriedad y precisi¨®n de su obra, "algo sin precedentes en nuestra lengua, donde se daban sobre todo los escritores barrocos, 'numerosos', como dec¨ªa Gabriel Ferrat¨¦".
El novelista peruano es conocido por su tenacidad en el trabajo, para el que se prepara como un atleta. Corre por las ma?anas y juega al tenis. Tambi¨¦n descansa y su afici¨®n por ciertos deportes es la de un latino: ayer elud¨ªa en Londres cualquier compromiso, para poder ver el partido de f¨²tbol entre Francia y B¨¦lgica. Otro punto y aparte de su retiro ser¨¢ una visita a Espa?a, que tambi¨¦n conoce bien y donde ha terminado cuatro de sus libros: Historia de un deicidio, Pantale¨®n y las visitadoras, La t¨ªa Julia y el escribidor y el ensayo sobre Flaubert.
En Madrid se doctor¨® en literatura, y diez a?os despu¨¦s, cuando el apogeo de los escritores latinoamericanos, fue testigo directo de "los a?os en que se desmoronaba la dictadura y se viv¨ªa como un rebrote cultural". Ganador, junto con el ling¨¹ista Rafael Lapesa, del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras de esite a?o, Vargas Llosa vendr¨¢ en octubre a Oviedo a recoger el premio. "Y a comerme una fabada", dice con el acento de quien ya conoce la experiencia.
Vease art¨ªculo de Vargas Llosa en p¨¢ginas de Opini¨®n.
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