Todo pendiente de un hilo
Tras la cumbre celebrada ayer por los tres dirigentes de Coalici¨®n Popular, la estabilidad interna de ¨¦sta queda pendiente de un hilo. De acuerde, con las diferentes versiones recogidas por este peri¨®dico, la. reuni¨®n fue tan tensa que Fraga ni siquiera lleg¨® a plantear abiertamente el que constituye nuevo gran tema para la alternativa al socialismo: la decisi¨®n de la junta directiva nacional de Alianza Popular, adoptada el pasado lunes, de ir hacia un s¨®lo partido, en lugar de mantener los tres (AP, PDP y PL) que actualmente forman la Coalici¨®n Popular.El deseo de no ofrecer una imagen de ruptura -la discusi¨®n entre los tres acerca de si deb¨ªan o no comparecer conjuntamente ante la Prensa fue larga y tensa- llev¨® a Fraga a acceder a la pretensi¨®n de Alzaga y Segurado de formar sus. grupos parlamentarios independientes, si es que es posible la preceptiva reforma del r¨¦glamento de las Cortes en este sentido. Este intento de ir hacia la separaci¨®n de grupos no casa bien con la recomendaci¨®n de la junta directiva de AP de crear un solo partido, a base de la integraci¨®n en Alianza Popular del PDP y del PL.
Por otra parte, tampoco parece que Fraga sea un convencido de la idea de grupos independientes: la separaci¨®n de grupos, dijo el presidente de AP en noviembre de 1982, reci¨¦n formada la coalici¨®n, ser¨ªa "una traici¨®n al electorado". Ahora parece que los vientos soplan en otra direcci¨®n.
En cualquier caso, el periodo de reflexi¨®n abierto ayer por los tres dirigentes populares parte de una seria contradicci¨®n, y nadie puede prever, en estos momentos, cu¨¢l ser¨¢ la f¨®rmula que finalmente se adopte para facilitar la supervivencia de la CP: conceder la m¨¢xima independencia posible a cada uno de los tres partidos, incluso para qiie alguno de ellos concurra a alguna elecci¨®n auton¨®mica por separado -lo que irritar¨ªa profundamente a la militancia de AP- o, por el contrario, como quieren los dirigentes aliancistas, caminar hacia un partido "unificado, que no ¨²nico", en definici¨®n del propio Fraga.
La conciencia de esta contradicci¨®n de fondo era ayer perceptible en los rostros de los tres l¨ªderes de la coalici¨®n, lo mismo que eran patentes los escasos deseos de todos ellos de comparecer ante la Prensa con el ¨ªnfimo bagage de acuerdos con que lo hicieron.
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