La dictadura chilena ordena la detenci¨®n de todos los organizadores de la mayor huelga general contra Pinochet
MANUEL D?LANO, Siete muertos, todos ellos menores de 20 a?os, que fueron alcanzados por balas en Santiago, 50 heridos graves y 600 detenidos dej¨® como saldo la dura represi¨®n militar contra la huelga general del 2 y 3 de julio en Chile, que se ha convertido en la mayor manifestaci¨®n de descontento popular desde que empezaron las protestas colectivas. El r¨¦gimen militar present¨® requerimientos judiciales contra los 17 dirigentes de la Asamblea de la Civilidad, la organizaci¨®n que prepar¨® la huelga, y la justicia dict¨® ayer ¨®rdenes de detenci¨®n contra todos ellos, detenciones que anoche a¨²n no se hab¨ªan practicado.
Las siete v¨ªctimas mortales, seis de ellas confirmadas oficialmente, lo fueron en barriadas populares de Santiago, donde la represi¨®n es m¨¢s dura. Tres perecieron en la primera jornada y las otras cuatro el jueves por la noche, al finalizar la huelga general. El jueves, aunque la capital estuvo ocupada por tropas, con sus caras pintadas de negro y veh¨ªculos blindados, la poblaci¨®n volvi¨® a sumarse masivamente a la paralizaci¨®n.Pero la represi¨®n fue m¨¢s intensa. El universitario Ernesto R¨ªos C¨¦spedes, de 18 a?os, cay¨® abatido en la barriada obrera de La Legua, al sur de la capital, por dispar os efectuados por soldados, seg¨²n la comisi¨®n de derechos humanos. Horas antes de su muerte, el estudiante de la Universidad Cat¨®lica hab¨ªa puesto una pancarta en medio del barrio con el siguiente mensaje a los militares: "No tir¨¦is contra el pueblo". Algunos vecinos indicaron que tambi¨¦n muri¨® Luis Godoy Ratti, hecho que no pudo ser confirmado. Al sur de Santiago, Rub¨¦n Contreras, de 19 a?os, muri¨® alcanzado por una bala en el pecho. En el norte de Santiago falleci¨®, tambi¨¦n v¨ªctima de disparos, Francisco L¨®pez Z¨²?iga, de 18 a?os.
El arzobispado de Santiago critic¨® en una en¨¦rgica declaraci¨®n la actuaci¨®n de las fuerzas armadas. Seg¨²n dijo la Iglesia cat¨®lica de la capital -el arzobispo Juan Francisco Fresno se encuentra en Colombia, en la visita del Papa-, las jornadas "dolorosamente terminaron con hermanos muertos, heridos, da?os a la propiedad y otras formas de enfrentar des¨®rdenes que, a lo menos, parecen excesivas y que causan mayor da?o de los que se tratan de prevenir".
El general Augusto Pinochet, en cambio, afirm¨® ayer que el verdadero dilema chileno es "orden o caos". "Lo que Chile necesita es seriedad y responsabilidad, y no anarqu¨ªa y revoluciones", dijo.
Sigue la censura
La poblaci¨®n, entre tanto, sigue desinflarinada. Las cuatro emisoras contrar¨ªas al r¨¦gimen, cuyas noticias fueron acalladas por el Gobierno, presentaron un recurso de amparo ante los tribunales para recuperar su derecho a informar. El Gobierno present¨® un requerimiento judicial contra 30 periodistas, columnistas y colaboradores de las revistas Cauce y An¨¢lisis. Un centenar de periodistas realiz¨® ayer una marcha por el centro de Santiago con letreros que dec¨ªan: "Queremos contar la verdad".
En el campo sindical, los incidentes m¨¢s graves ocurrieron en la mina de cobre de Chuquicamata, a 1.000 kil¨®metros al norte de Santiago, el principal centro laboral chileno. Cerca de 2.000 mineros marcharon con sus familias por el desierto desde Chuquicamata a laciudad de Calama, a unos 50 kil¨®metros. Militares y carabineros en veh¨ªculos blindados les impidieron el, paso, detuvieron a 70 trabajadores y golpearon a la mayor¨ªa.
Durante la ma?ana de ayer, unas 2.000 personas, encabezadas por sacerdotes, acompa?aron el cortejo de Boris Vera, la primera v¨ªctima de la huelga, quien fue m.ortalmente alcanzado por una bala mientras cavaba una zanja en la poblaci¨®n La Victoria. Durante el funeral, los pobladores cantaron el Venceremos, himno de la Unidad Popular, mientras el cortejo era vigilado de cerca por la polic¨ªa.
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