Vida cotidiana de los 'etarras' deportados a Africa

Los 14 supuestos miembros de la organizaci¨®n terrorista ETA Militar expulsados de Francia y actualmente acogidos en ?frica, entre ellos Txomin Iturbe Abasolo, disponen de libertad de movimientos, aunque siempre bajo vigilancia policial o militar; facilidad de comunicaciones con el exterior, en algunos casos absoluta, como en Cabo Verde, y disponibilidad para recibir visitas de familiares o amigos. Los reg¨ªmenes de vida var¨ªan seg¨²n los pa¨ªses, y quienes conocen este asunto afirman que el pa¨ªs m¨¢s duro es la Rep¨²blica de Togo, donde permanecen cuatro miembros poco destacados de la organizaci¨®n. Los gastos de manutenci¨®n de los etarras son pagados por el Gobierno espa?ol, aunque nadie revela la cuant¨ªa de este presupuesto.

Los cuatro primeros etarras en llegar a ?frica fueron los expulsados por Francia a la Rep¨²blica de Togo el 26 de septiembre de 1984 -Francisco Javier Alberdi Bersitain, ?ngel Castrillo Alcalde, Luciano Eizaguirre Mariscal y Miguel Gald¨®s Oronoz- La acogida de estos cuatro terroristas por las autoridades togolesas fue negociada directamente por Par¨ªs, sin que el Gobierno espa?ol tuviera relaci¨®n directa alguna con este pa¨ªs africano.Posteriormente, responsables del Ministerio del Interior espa?ol negociaron con la Rep¨²blica de Cabo Verde la llegada de nuevos miembros de ETA. As¨ª comenz¨® el goteo con el env¨ªo a. estas islas el 22 de febrero de 1985 de Tom¨¢s Linaza Etxeberr¨ªa y Endika Iztueta Barandika. Posteriormente llegaron ?ngel Lete Etxaniz -21 de agosto de 1985-, Amaya Egiguren Arrazate, I?aki l'Axarte Urbieta -28 de enero de 1986-, Juan Ram¨®n Aramburu Garmend¨ªa -15 de febrero de 1986-, Maki Rodr¨ªguez, Elena B¨¢rcenas -marzo de 1986-,y en mayo, seg¨²n las noticias facilitadas a Espa?a, Francisco Rementer¨ªa Barruetabe?a.

Todos ellos viven actualmente en la isla de Mindelo -la segunda en importancia del archipi¨¦lago- en un antiguo edificio que utilizaron los oficiales del Ej¨¦rcito portugu¨¦s. Este caser¨®n, que ha sido habilitado para los miembros de ETA, est¨¢ situado junto a la playa de Los Gatos. Los etarras disponen de libertad de movimientos aunque bajo vigilancia policial y absoluta libertad de comunicaciones, ya sea v¨ªa telef¨®nica o escrita. Tambi¨¦n reciben visitas y, seg¨²n fuentes bien informadas, reciben dinero habitualmente para sus gastos particulares y especialmente para las llamadas telef¨®nicas internacionales que suelen realizar para comunicarse con amigos y familiares.

Los etarras residentes en Cabo Verde se han negado a recibir a los medios de comunicaci¨®n espa?oles y s¨®lo admitieron una reuni¨®n con periodistas de una revista portuguesa. ?stos tambi¨¦n se han negado siempre a recibir a cualquier funcionario espa?ol, ya sea llegado de la pen¨ªnsula o adscrito a la embajada espa?ola en Dakar, en este ¨²ltimo caso para preguntarles si necesitaban algo o ten¨ªan alguna queja del trato recibido en Cabo Verde.

Los etarras disponen de su tiempo como les parece y visitan la playa, viajan a la capital, pasean, leen, practican alg¨²n deporte y recientemente les fue autorizado un viaje para visitar todas las islas del archipi¨¦lago, siempre: bajo custodia policial. Los etarras solicitaron hace meses al Gobierno de Cabo Verde poder realizar trabajos y llevar a cabo labores sindicales, pero, seg¨²n las fuentes consultadas, el Ejecutivo de Ar¨ªstides Pereira no les autoriz¨® esta petici¨®n, aunque si se les facilit¨® un viaje por las islas que llevaron a cabo hace varias semanas.

Entre los deportados a Cabo Verde figuran dos importantes miembros de ETA Militar: Tom¨¢s Linaza y ?ngel Mar¨ªa Lete Etxaniz. Linaza ha sido uno de los etarras que mayor n¨²mero de veces ha sido detenido por la polic¨ªa francesa y ya estuvo confinado durante un tiempo en la isla de Yeu. Era considerado por la polic¨ªa espa?ola hasta su deportaci¨®n como uno de los m¨¢s importantes activistas de ETA Militar, mientras Lete Etx¨¢niz, conocido con el sobrenombre de Patas, es un viejo liberado al que los servicios de informaci¨®n espa?oles situaban como el encargado del paso de las mugas (fronteras).

Entre los delitos que se le imputan a Lete Tx¨¢niz, por cuya captura el ministerio del Interior ofreci¨® en 1981 una recompensa de cinco millones, figura el asesinato del industrial y financiero bilba¨ªno Javier Ibarra. Patas es liberado de ETA desde 1974, a?o en que pidi¨® la baja en su empresa, para integrarse en un comando armado. En esos a?os conoci¨® a Tom¨¢s Linaza, con quien comparti¨® muchas acciones terroristas, seg¨²n la informaci¨®n de la polic¨ªa espa?ola.

Por otra parte, la estancia de Txomin Iturbe en la Rep¨²blica de Gab¨®n ha estado marcada por el nerviosismo del l¨ªder etarra. Los cuatro primeros d¨ªas en Libreville fueron, sin duda, los m¨¢s duros para el supuesto m¨¢ximo dirigente de la organizaci¨®n fundamental mente porque no pudo comunicar se con su familia y su abogado, la francesa Christianne Fando.

Txomin Iturbe fue alojado en un modesto apartamento, situado en el centro de Libreville, donde tambi¨¦n resisd¨ªan los polic¨ªas que le custodiaban. La incertidumbre sobre su situaci¨®n en Gab¨®n y sobre su destino definitivo marcaba las horas de Iturbe Abasolo, quien no esperaba de Par¨ªs su deportaci¨®n a, Gab¨®n.

Posteriormente, le fue autorizado llamar a su familia y a su abogada y estado de ¨¢nimo mejor¨® sensiblemente. Txomin Iturbe s¨®lo pod¨ªa salir a comer y a comprar los peri¨®dicos. Normalmente adquir¨ªa los diarios y cenaba en el Novotel de Libreville, en pleno centro de la capital y situado muy cercano a su apartamento. Con la llegada de su abogada, Christianne Fand¨®, Txomin Iturbe goz¨® de mayor libertad de movimientos y acompa?aba a la letrada a algunas de sus gestiones, entre ellas la del cierre de su billete de vuelta a Par¨ªs en las oficinas de UTA, situadas en el centro de Libreville.

Actualmente, su r¨¦gimen de vida est¨¢ marcado completamente por el comp¨¢s de espera sobre futuro destino. Las autoridades gabonesas siempre han mantenido que le enviar¨ªan al pa¨ªs que ¨¦l eligiera, hecho al que no se conced¨ªa excesivo cr¨¦dito en fuentes espa?olas. Sin embargo posteriormente se ha podido comprobar que Gab¨®n tampoco es un pa¨ªs d¨®cil y ha resistido fort¨ªsimas presiones espa?olas para que el supuesto m¨¢ximo dirigente de ETA Militar fuera deportado a las isla de Santo Tom¨¦, antigua colonia portuguesa situada frente a las costas de Libreville.