Pasado y futuro con Nureyev
Marco SpadaBallet de Montecarlo con Rudolf Nureyev. Perelada, 14 de agosto.
El p¨²blico acudi¨® a Perelada (Gerona) para ver la actuaci¨®n del ballet de Montecarlo, pero, sobre todo, a su estrella invitada, el bailar¨ªn Rudolf Nureyev. A sus 46 a?os, Nureyev hizo lo que pudo apoy¨¢ndose en sus dotes para el teatro y en su profundo conocimiento de la m¨ªmica de los gestos. La elegancia, el gesto, la presencia, y, sobre todo, su mirada quisieron compensar su triste ejecuci¨®n.
El p¨²blico -casi 3.000 personas se concentraron en el teatro al aire libre del casino de Perelada- s¨®lo vio la sombra del que fue un clown de Dieu.
Al terminar (le ejecutar una de sus intervenciones en el segundo acto, Nureyev hizo un par¨¦ntesis para que una fot¨®grafa pudiera retratarle en diferentes poses. El divismo hace altivo, y ello le ha llevado a hacer de sus interpretaciones un relato anecd¨®tico. M¨¢s de uno se acordaba todav¨ªa de aquella velada en que rehus¨® volver a salir al escenario por hallarse un fot¨®grafo delante mismo de la escena.
Aportaci¨®n italiana
La tradici¨®n acad¨¦mica es perceptible en la interpretaci¨®n de Ghislaine Dhesmas, quien conjug¨® elegantemente movimientos de piernas, brazos, torso y cabeza, siguiendo ritmos diferentes y logrando una personal adaptaci¨®n del m¨¦todo Vaganova. Dhesmas cumple con su debida correcci¨®n; es una de las bailarinas m¨¢s representativas y aceptables del repertorio rom¨¢ntico actual junto con Alicia Alonso, su primera maestra, Carla Fracci y Eva Evdokimova.
En general, Marco Spada, ballet recuperado en 1971 por Pierre Lacotte a petici¨®n de la ¨®pera de Roma, envuelve el. academicismo en pirouettes, d¨¦boul¨¦, fouett¨¦s, entechats, tous en l'air y otros artificiosos adornos. La obra recoge la aportaci¨®n italiana, patentizada en un mayor ¨ªmpetu y vigor en la ejecuci¨®n. Con Marco Spada hemos podido apreciar una vez m¨¢s la caracter¨ªstica estructura matem¨¢tica de los ballets de repertorio rom¨¢ntico.
El pas de deux simple o doble, de forma fija, se desarrolla mediante una serie de variaciones interpretadas por los solistas, a los cuales se le suman otras con el objeto de combinar el solo de la estrella femenina con el de la masculina.
En el siglo pasado, la duraci¨®n de estos solos estaba fijada en funci¨®n del renombre de las estrellas, y conclu¨ªan necesariamente como una intervenci¨®n conjunta del cuerpo de baile, dando lugar a una escena de gran colorido que sol¨ªa quedarse en una transposici¨®n de la ¨¦tiquette de los ballets imperiales. Entre este conjunto de c¨¢nones resucitados, ayer sobresalieron las personalidades de Frederic Olivieri y Yannick Estephant, brillante pareja cuyo virtuosismo interpretativo se completa con sus dotes pantom¨ªmicas. Ella, l¨ªrica y femenina, y ¨¦l, atractivo, galante y con gran calidad t¨¦cnica, es una. primera figura indiscutible y promete incluso m¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.