La reforma de Gorbachov contra la iniciativa privada en la agricultura
El comercio agr¨ªcola privado en los mercados libres sovi¨¦ticos, principal fuente de abastecimiento de frutas y verduras de la poblaci¨®n hasta ahora, est¨¢ siendo atacado directamente por las reformas econ¨®micas emprendidas por el l¨ªder Mijail Gorbachov, quien en el pasado hab¨ªa sido secretario del Comit¨¦ Central, responsable de agricultura. Por primera vez este verano, las granjas colectivas y cooperativas (sovjozi y koljozi), que constituyen la base organizativa de la agricultura sovi¨¦tica, han salido directamente al mercado libre a vender sus productos y a competir con los campesinos que comercian por cuenta propia y a t¨ªtulo individual.
?stos gozaban hasta el momento de una situaci¨®n de monopolio sobre muchos de los productos agr¨ªcolas que eran inexistentes en las tiendas el Estado, que se nutren, a partir de los koljozi y sovjozi, de acuerdo con planes previamente establecidos y a trav¨¦s de una red de distribuci¨®n centralizada.La salida de los koljozi y sovjozi al mercado es un resultado de las disposiciones; agr¨ªcolas dadas a conocer a finales del pasado mes de marzo, seg¨²n las cuales estas empresas pueden disponer con libertad y para su propio beneficio de todo lo que produzcan por encima de un plan de venta al Estado, que -a diferencia de en el pasado- se mantiene estable, seg¨²n garant¨ªa dada sobre el papel, durante varios a?os y no fluct¨²a ¨¢vidamente en funci¨®n de intereses ajenos a los productos.
Hasta ahora koljozi y sovjozi pueden vender directamente hasta un m¨¢ximo del 30% de lo que produzcan dentro del plan pactado con el Estado. El objeto de estas medidas es dar una r¨¢pida salida a los productos agr¨ªcolas perecederos y evitar as¨ª las p¨¦rdidas producidas por robo, malos tratos o mal almacenamiento y transporte que habitualmente se producen en los sucesivos eslabones que recorre el producto desde la granja al puesto de venta, seg¨²n el esquema de distribuci¨®n estatal sovi¨¦tico.
Otro de los fines, de las medidas es hacer bajar los precios en el mercado campesino, que -elevad¨ªsimo para. el bolsillo del consumidor sovi¨¦tico- son puestos ahora en cuesti¨®n por los enormes contenedores llegados a los mercados moscovitas para desesperaci¨®n. del peque?o campesino, que vende el resultado de la cosecha de su parcela o huerto privado.
Anuncios en televisi¨®n
La llegada de los contenedores con manzanas o patatas se anuncia ahora en la radio, en la cadena de televisi¨®n moscovita y en los peri¨®dicos locales. Las ventas se realizan los s¨¢bados y los domingos, y testigos presenciales aseguran que ante la llegada de cargamentos de coliflores a un rubio el kilo o patatas a 50 kopecks, muchos de los vendedores individuales recogen sus mercanc¨ªas y se van.
Antes de la adopci¨®n de las nuevas medidas, s¨®lo las cooperativas de consumidores y el Estado, es decir, intermediarios entre los productores y los consumidores, hac¨ªan la competencia en peores condiciones a los campesinos individuales. Sobre ¨¦stos se ha incrementado ahora el control destinado a verificar su relaci¨®n directa con la mercanc¨ªa y a comprobar que no se trata de un especulador o un intermediario, categor¨ªas fuertemente atacadas por la Prensa y susceptibles de ser castigados en funci¨®n de la nueva ley sobre los ingresos no procedentes del trabajo, otra de las disposiciones que han entrado en vigor en la URSS bajo la ¨¦gida de Gorbachov.
El mensaje oficial -directo o subliminal- tiende a intensificar la venta privada en el mercado con -la especulaci¨®n en los precios. En Jabarovsk, donde estuvo recientemente Gorbachov, un ciudadano se le quejaba ante las c¨¢maras de televisi¨®n de los elevados precios de las manzanas, vendidas a 10 y 15 rubios el kilo.
El ciudadano pidi¨® que se acabara con la especulaci¨®n. "Tenemos que enfocar el problema econ¨®micamente", le dijo Gorbachov, que se refiri¨® a la necesidad de aumentar las cosechas y mejorar la distribuci¨®n de los productos.
Parcelas individuales
Varios d¨ªas despu¨¦s, el telediario nocturno alardeaba de que las manzanas se estaban vendiendo a 50 kopecks (c¨¦ntimos de rubio) el kilo en un mercado de Mosc¨², gracias a las granjas colectivas. Mientras tanto, los campesinos privados las ofrec¨ªan a precios comprendidos entre los dos y cinco rubios.
En tanto que se promueve la distribuci¨®n de parcelas para uso individual -m¨¢s de 1.000.000 de huertos al a?o, seg¨²n las previsiones-, los representantes oficiales sovi¨¦ticos se muestran contrarios al sistema del mercado libre, tal como ha venido funcionando hasta ahora. De hecho, el programa del partido comunista s¨®lo concede un papel complementario a las parcelas individuales de los ciudadanos.
El sue?o de los te¨®ricos del sistema es que el mercado de campesinos individuales tienda a desaparecer, sustituido por un mercado de cooperativas. "Para el Estado no es rentable que millones de personas est¨¦n vendiendo sus hortalizas sin trabajar", seg¨²n nos dec¨ªa el vicepresidente de la direcci¨®n de los mercados de Mosc¨², Mijail Terentev.
Un total de dos millones de personas venden al a?o en los mercados de la capital (unos 40), y en el verano, el promedio diario de vendedores ser¨¢, seg¨²n cifras del a?o pasado, de 11.000 en toda la ciudad. "Algunos son jubilados, pero hay muchos j¨®venes", seg¨²n dec¨ªa Terentev antes de que entraran en vigor las nuevas disposiciones agr¨ªcolas.
La idea de fondo es la creaci¨®n de un sistema de recogida, transporte y distribuci¨®n de frutas y verduras que permita a los campesinos privados vender sus productos a una red organizada por el Estado y no tener que ocuparse ellos mismos de la venta directa.
Tal red no funciona a¨²n de forma eficaz y el campesino privado se encuentra atrapado entre las prohibiciones que ya han entrado en vigor y la alternativa que todav¨ªa no est¨¢ desarrollada y que por lo tanto no puede ponerse en pr¨¢ctica.
A pie con el saco, se titulaba un art¨ªculo publicado recientemente en Izveztia, donde I. Abakumov contaba las penalidades de jubilados poseedores de un huerto, que ve¨ªan estropearse sus frutas porque o no hab¨ªa un puesto de compra estatal en las cercan¨ªas de su parcela o no encontraban veh¨ªculo que quisiera llevar la mercanc¨ªa al mercado. La ley sobre los "ingresos no procedentes del trabajo" proh¨ªbe, entre otras cosas, utilizar los medios de transporte del Estado para fines particulares.
Pero la interpretaci¨®n del esp¨ªritu de la ley se ha hecho en algunas partes con tanto rigor, que incluso ha provocado que los mostradores se encontraran vac¨ªos.
En la ciudad de Chevoksari, en el sur de la Rep¨²blica Federativa Rusa, los responsables del orden en el mercado reconoc¨ªan que ¨¦ste se hab¨ªa quedado vac¨ªo a consecuencia de la prohibici¨®n que pesasobre los campesinos de Georgia y Uzbekist¨¢n, privados de vender sus productos fuera de las regiones donde habitan, seg¨²n revelaba un art¨ªculo publicado en Sozialistisheskaia Industria.
En Krasnciarsk, el director de una tienda cooperativa, que hab¨ªa reventado el precio de las sand¨ªas a los campesinos privados llev¨¢ndolo desde 10 rubios el kilo a un rubio con 60 kopecks, afirmaba que los representantes de las cooperativas se encontraban con una resistencia sorda a la hora de comprar a los campesinos en las rep¨²blicas del Sur.
Los precios de los productos agr¨ªcolas lanzados directamente al mercado por los koljozi y los sovjozi son algo m¨¢s caros que los de la red de comercio estatal.
Falta de organizaci¨®n
?sta se ve incapaz de atender a la demanda. En Mosc¨², varios dirigentes del partido responsables de barrios han sido destituidos por la incapacidad de organizar el comercio en su demarcaci¨®n.
Uno de los ¨²ltimos en caer ha sido el mismo jefe del sistema de comercio urbano, Zavyalov, seg¨²n informaba el peri¨®dico Moskovskaia Pravda, cuyas p¨¢ginas est¨¢n pobladas de historias de corrupci¨®n, robos, enga?os, negligencias y mala organizaci¨®n desde que el en¨¦rgico Boris Yeltzin pasara a hacerse cargo d¨¦ la administraci¨®n de la ciudad y tratara de iniciar una campa?a de mentalizaci¨®n p¨²blica. "Rob¨¢barnos, robamos y robaren¨ªos", fue el contenido de un an¨®nimo procedente de los vendedores del comercio esta,tal recibido por Yeltz¨ªn.
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