Te¨®logos
Bajo el verde torrencial de la Casa de Campo, Hans K¨¹ng fue y dijo: "La Iglesia trata a la mujer de forma escandalosa". El racismo/sexismo de la Iglesia, que rompe a la humanidad en dos mitades, dejando a la mujer "la parte maldita" de Hans Mayer y Bataille, se contradice con la tradici¨®n espa?ola de haber sido el primer pa¨ªs que dio el voto a la muier (en realidad se lo daban a el maravallazo en Santander, como eficaz r¨¦plica al boyerazo de Boyer, este verano. "Los neoliberales quieren desmantelar el Estado". La guerra de Maravall. es la LODE, que precisamente ataca por los flancos (y por el centro) la pol¨ªtica educativa eclesial en Espa?a. Boyer sabe que la Iglesia es una empresa y quiz¨¢ la defiende m¨¢s como empresa que como Iglesia. La religi¨®n, en este fin de siglo, no puede ser sino una devoci¨®n por las cosas, por "lo m¨¢s genital de lo tel¨²rico", que dijo Neruda. En esta concepci¨®n, Chillida ha examinado los tramos del antiguo scalextric de Atocha para hacer con ellos una obra monumental. Moral, del Ayuntamiento, me dice que, a pesar de todo, Arias Navarro hizo un scalextric por piezas, desmontable, no una obra definitiva, y que gracias a eso se ha podido desescalextrizar ahora tan f¨¢cilmente. La teolog¨ªa laica de las cosas nos vuelve a plantear la eterna duda: ?qu¨¦ hay de mejor entre la piedra de Chillida o la tapia de T¨¢pies y la obra de estos grandes?Sencillamente, han hecho reflexiva a la materia, si es que no lo era (qu¨¦ sabeinos del ¨¢tomo, qu¨¦ no sabemos). Una tapia de T¨¢pies es una tapia pensante. Como una roca de Chillida. Todo esto es una teolog¨ªa laica que se vuelve sobre el mundo. Existe lo trascendente en el mundo, pero su trascendencia es el hombre, y nada m¨¢s. Juan Barranco, que no est¨¢ muy seguro de eso, va a reformar la Gran V¨ªa en el tramo Callao/Alcal¨¢, por ahuyentar meretrices y colgados. No se pueldlen iniciar unas obras de esa eslora s¨®lo por asustar a una puta. La explicaci¨®n es lamentable. Se ve que no hay una teolog¨ªa municipal. Me he venido al Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, dulcemente invitado, yo que s¨®lo veo pel¨ªculas en el zoco de Pozuelo, adonde me he enamorado, de Merryl Strep. No creo en los te¨®logos del cine (aqu¨ª en San Sebasti¨¢n encuentro muchos), porque soy, ya digo, un sencillo espectador de minicine (con perd¨®n de mi entra?able Juan Cueto, que no le gustan). Los te¨®logos de la Casa de Campo han hablado de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n pensando siempre en Nicaragua, que es el tema, o sea, pero los gitanos de la M/30, Madrid mismo, son una Nicaragua de falda escocesa y chinorris, frigor¨ªfico en la calle, ni?as vestidas como momias y la velocidad, como una hoz, a punto siempre de segar vidas peque?as. Te¨®logo del dinero es Segurado, que quiere acudir con AP a las municipales. Segurado, en efecto, tiene una calva teol¨®gica y es como un confesor y m¨¢rtir del dinero. Pero Madrid no le conoce y no le va a dar votos. Pas¨® Sinatra, te¨®logo de lo yanqui, a quien pese a todo amamos, y pasaron los Gatos Locos, rockeros catalanes de Cambrils, donde tanto he veraneado, con sus guitarras violentas, por la Sala Universal. Doy una conferencia en Soria sobre Tierno Galv¨¢n, que se le pone l¨¢pida en su pueblo natal, Valdeavellano, donde la movida soriana me invita a ba?arme en el Duero. Tierno fue el genio que hizo de lo municipal una teolog¨ªa laica. Las terrazas de la Castellana se marchitan. Hasta un te¨®logo como Aranguren las dignific¨® este verano. De La belleza del diablo, obra teol¨®gico/musical de Miguel Sierra, s¨®lo se salva el Demonio/Asquerino, mi querida Mar¨ªa, amor, amor.
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