?Quietos, la 'movida'!

M¨¢s o menos fue as¨ª en su gestacion. Una reuni¨®n con objetivos program¨¢ticos a corto plazo y la luz de un intuitivo alcalde de Vigo que se enciende. ?Quietos, la movida! Y a partir de ah¨ª, el proyecto que crece como bola de nieve. Hay material, hay posibilidades, hay gente, eco y proyecci¨®n. A la movida puede adosarse tambi¨¦n en este caso el cartel que los mun¨ªcipes colocan al borde de obras y proyectos: "Por un Vigo millor". Mejor, con M de Madrid y de movida.As¨ª que aquella ma?ana del pasado s¨¢bado, cuando los expedicionarios madrile?os, Joaqu¨ªn Leguina al frente, se encontraron con un grupo de gaiteros en los removidos andenes de la estaci¨®n viguesa, empezaba a desarrollarse la idea de Manuel Soto, alcalde que quiere seguir si¨¦ndolo, y Vigo daba el primer paso para convertirse m¨¢s que nunca en capital da movida.

A partir de ah¨ª, la vor¨¢gine, la eclosi¨®n de actividades, los espect¨¢culos en la calle, los conciertos y los almuerzos. Un alcalde satisfecho con la proyecci¨®n de un evento, digamos, consuetudinario, m¨¢s all¨¢ del Padornelo y en la tele de Calvi?o. Porque consuetudinarios son, en esta ciudad abierta, la alegr¨ªa, las reuniones, las copas y ciertos actos de m¨¢s o menos especial significaci¨®n cultural que surgen de cuando en cuando y marcan su impronta sobre la piel de un colectivo que intenta superar los fantasmas del paro y los efectos de la reconversi¨®n. Lo intentan, desde luego, con buen humor. Manolo Dom¨ªnguez, flamante responsable del metal de la Confederaci¨®n Xeral de Traballadores Galegos, afirma que "la movida est¨¢ de puta madre". Es una de sus pocas coincidencias con el alcalde. Y eso que Manolo Dom¨ªnguez no figur¨® entre los invitados a los ¨¢gapes incluidos en el encuentro Vigo-Madrid.