Margaret Avery

Hay una palabra, freckles (pecas), que es importante en la vida de la actriz y cantante negra Margaret Avery. Y no es de extra?ar. Hace 15 a?os la repiti¨® decenas de veces frente al espejo. Entonces era una joven con ansia de triunfo, y en un telefilme le dieron un papel de una palabra. Lleg¨® nerviosa al plat¨®, se enfrent¨® a la c¨¢mara y pudo con ella. "?Pecas!". Detr¨¢s del artefacto se encontraba un joven director ambicioso. El mismo cuyo nombre es, 15 a?os despu¨¦s, una clave del cine moderno, Steven Spielberg. Con ¨¦l ha vuelto a trabajar Margaret Avery, ahora en un papel protagonista, en El color p¨²rpura.

Avery es en esta pel¨ªcula Shug Avery, una cantante de blues que es la amante del brutal marido de la actriz principal, a la que ayuda a liberarse de la tiran¨ªa machista. "Tengo el mismo apellido que mi personaje", dice. "Tuve la sensaci¨®n supersticiosa de que el papel iba a ser para m¨ª por esta causa". La coincidencia fue un asidero para mantener su ilusi¨®n.Margaret Avery es una mujer muy guapa y elegante, de una gran simpat¨ªa. Naci¨® en San Diego, California, y no quiere decir su edad. Callarse este dato, que en muchos personajes es una pose gratuita, en el caso de Avery no tiene visos de afectaci¨®n. Guarda el secreto y muestra a cambio una sonrisa que en realidad compensa.

Avery estudi¨® para ser maestra, y, de hecho, piensa dedicarse a los ni?os cuando pueda. En su infancia iba al cine, pero en las pel¨ªculas s¨®lo ve¨ªa a negras gordas que adem¨¢s hac¨ªan de criadas y eran fieles en un sentido muy servil. Ella, que se fascin¨® por las historias de la pantalla, cuenta la extra?eza que esto le produc¨ªa. "Me dec¨ªa a m¨ª misma: ?es que tengo que ser as¨ª para poder trabajar en el cine?".

Hasta que vio por casualidad un largometraje, Carmen Jones, en el que la actriz era negra y guapa, lo mismo que el actor, Harry Belafonte. Fue un alivio. Se dijo: "Menos mal; la belleza no s¨®lo es patrimonio de ellos". Aunque Avery sigue denunciando el hecho de que en Norteam¨¦rica, en los grandes circuitos comerciales del espect¨¢culo, los papeles protagonistas para negros escasean, la verdad es que ha podido seguir una carrera bastante continuada. Ha intervenido en varias pel¨ªculas y series de televisi¨®n y ha actuado como cantante.

Aun as¨ª afirma: "Cuando no tienes un nombre los responsables del casting tienen todo el poder sobre ti". Por eso escribi¨® al jefe de ese ¨¢rea en. El color p¨²rpura. ?ste le dio una cita. Tras verla actuar se dio cuenta, seg¨²n dice Avery, "de que no s¨®lo cantaba, sino que adem¨¢s era una actriz refinada". Y a?ade: "No quiero que suene arrogante, pero yo esperaba ser Shug Avery". Consigui¨® el papel. Previamente, Tina Turner hab¨ªa dicho que no.

A Margaret Avery no le pesa el que ahora la comparen y se especule sobre c¨®mo lo habr¨ªa hecho la otra. Las cr¨ªticas han alabado mucho su interpretaci¨®n.

Como la mayor¨ªa de los actores que han trabajado con Spielberg, se siente honrada por ello. En el filme la voz de las canciones no es la suya. "El ritmo de trabajo era duro. No tuve tiempo de preparar, al mismo tiempo, mi actuaci¨®n y las canciones". Su sustituta vocal fue Tata Vega. El br¨ªo lo puso Margaret Avery. Si alguna vez vuelve a San Diego como maestra, seguramente muchos alumnos se enamorar¨¢n de ella.