Las denuncias de Berl¨ªn
Entre las denuncias manifestadas en Berl¨ªn, que se han podido leer y escuchar mil veces, resumo las principales:1. Necesidad de publicar ediciones de obras completas y rigurosas de numerosos autores, incluidos no pocos muy importantes, y cuya carencia, en algunos casos, resulta escandalosa, sobre todo si comparamos la situaci¨®n con los pa¨ªses de nuestro entorno cultura?.
2. Realizaci¨®n de. trabajos en equipos y con participaci¨®n de profesores e investigadores de varios pa¨ªses. En muchas ocasiones, s¨®lo la conjunci¨®n de esfuerzos de diversos especialistas puede llevar a la pr¨¢ctica la consecuci¨®n de proyectos, que exceden la capacidad de un investigador o de un peque?o grupo de investigadores.
3. En relaci¨®n con el punto anterior, mayor vinculaci¨®n entre especialistas del mismo campo de investigaci¨®n y, especialmente, entre los estudiosos espa?oles e hispanoamericanos.
4. Coordinaci¨®n en aspectos de inter¨¦s general con el fin de evitar repeticiones in¨²tiles; por ejemplo, informaci¨®n, publicada ya por algunos pa¨ªses, de las tesis que sobre temas hisp¨¢nicos se llevan a cabo en las universidades y centros de investigaci¨®n de todo el mundo.
5. Red informatizada de las principales bibliotecas con fondos importantes sobre el hispanismo. Agilidad y facilidades m¨¢ximas para los investigadores en los archivos y bibliotecas con fondos hisp¨¢nicos.
6. Preocupaci¨®n por el contenido de no pocos m¨¦todos impresos de ense?anza de la lengua espa?ola: folclorismo barato, abuso de t¨®picos que falsean la realidad de pa¨ªses y culturas, ilustraciones y fotograf¨ªas en la misma. l¨ªnea de simplicidad y falseamiento...
7. Unificaci¨®n de criterios a la hora de elaborar formalmente libros y art¨ªculos, sobre todo en lo que se refiere a ediciones cr¨ªticas y a notas a pie de p¨¢gina. fin algunos pa¨ªses existen estos criterios, pero bueno ser¨ªa adoptar una f¨®rmula de car¨¢cter general.
8. Publicaci¨®n de ¨ªndices (onom¨¢stico, tem¨¢tico, de obras ... ), sobre todo en vol¨²menes de tipo enciclop¨¦dico, actas de congresos, etc¨¦tera.
9. Intensificaci¨®n de las relaciones cient¨ªficas entre las academias, las universidades y los centros de investigaci¨®n de un mismo pa¨ªs y donaciones diferentes. Coordinaci¨®n de esfuerzos, entre estas instituciones para la realizaci¨®n de trabajos que exigen una investigaci¨®n no individualizada o de peque?os grupos. Si la iniciativa en el punto 2 era personal, aqu¨ª debe ser de car¨¢cter institucional.
10. Mayor relaci¨®n y coordinaci¨®n entre el hispanismo de Europa y Am¨¦rica, bastante consolidado, y el de otras zonas del mundo en creciente auge, como es el caso de algunos pa¨ªses de Asia (Jap¨®n, China, Corea del Sur, etc¨¦tera). Como ejemplo significativo puedo recordar que la universidad de Hankuk ten¨ªa en 1985 m¨¢s de 1.000 estudiantes haciendo su licenciatura en espa?ol y 45 segu¨ªan estudios de doctorado.
11. Perm¨ªtaseme comenzar este ¨²ltimo apartado recordando una experiencia concreta, pero significativa. Middlebury College que, a partir de 1940, se convirti¨® en un envidiable lugar de encuentro del mundo acad¨¦mico e intelectual del hispanismo en Estados Unidos, fue en el verano de 1985 el campus protagonista de una serie de actividades acad¨¦micas y culturales, ofrecidas a m¨¢s de 200 estudiantes (muchos de ellos ya graduados) y a luna treintena de profesores de muy diversos pa¨ªses. Durante una semana, la escuela espa?ola de este college escuch¨® intervenciones de Antonio Colinas, Soledad Pu¨¦rtolas, Fernando Savater y otros creadores e intelectuales de nuestro pa¨ªs, intentando con la ayuda del Ministerio de Cultura emular lo que bien conocidas instituciones de Francia, Alemania, Reino Unido, etc¨¦tera, vienen haciendo durante d¨¦cadas.
Todo esto se encuentra en relaci¨®n con uno de los deseos m¨¢s fervientes de todos aquellos que se dedican a la ense?anza y a la investigaci¨®n de nuestra lengua, de nuestra literatura o de nuestra historia, deseo que se ha manifestado en infinidad de ocasiones y que en Berl¨ªn incluso p¨²blicamente se ha vuelto a recordar pacientemente: Espa?a debe llevar a cabo el adecuado apoyo y fomento de su lengua y de su cultura, coordinando con los pa¨ªses hispanomericanos esa l¨ªnea de actuaci¨®n, y hacer todo ello con una pol¨ªtica a largo plazo, coherente, racionalizada y con los recursos que exigen realizaciones proporcionales a lo que es necesario conseguir. El hispanismo internacional reconoce los esfuerzos hechos en los ¨²ltimos a?os, la ayuda y el patrocinio de numerosas actividades (entre ellas el propio congreso) de Berl¨ªn), la llegada a las universidades y centros culturales de ese nuevo cine espa?ol, de poetas y novelistas, de profesores e investigadores, de discos y casetes, de boletines informativos; pero tambi¨¦n el hispanismo se lamenta de la escasez de instituciones culturales espa?olas en numerosos pa¨ªses, de las carencias de las que existen, de la falta de coordinaci¨®n entre organismos que deber¨ªan actuar unidos.
En fin, como muestra de todo lo expuesto, una pregunta que en el congreso de Berl¨ªn se hizo y para la que no hubo respuesta: hace m¨¢s o menos tres a?os Espa?a tom¨® una magn¨ªfica iniciativa convocando a m¨¢s de un centenar de hispanistas para discutir acerca de algunos de los problemas citados antes y de otros muchos que era necesario plantearse; ?qu¨¦ fue de ese consejo general del hispanismo creado entonces ... ? Puedo asegurar que no hubo la m¨¢s m¨ªnima acritud en la pregunta p¨²blicamente realizada; muy al contrario, los hispanistas, una vez m¨¢s, con un admirable cari?o hacia Espa?a y a la cultura hisp¨¢nica, se sent¨ªan muy satisfechos porque el pr¨®ximo congreso se celebre en Barcelona y volvieron a sus pa¨ªses de origen a comenzar un nuevo curso y con ¨¦l, durante nueve meses, a vender nuestro producto m¨¢s exportable y hoy revaluado en el mundo: la lengua y la cultura espa?olas. Nunca ha tenido Espa?a una ocasi¨®n como la actual para hacerse presente en el mundo; esto es reconfortante y produce orgullo, pero exige una responsabilidad como m¨ªnimo proporciona? a lo que de ella se espera.
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