El jueves, ¨²ltimo asalto en el COE
Todos los planes ol¨ªmpicos con vistas a Barcelona 92 se encuentran alterados por el alto grado de deterioro a que ha llegado el organismo representante del olimpismo en Espa?a. El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (COE) tiene el jueves una aut¨¦ntica prueba de fuego final, pues, en el caso de que las federaciones no ol¨ªmpicas no acepten las condiciones de las ol¨ªmpicas (mayor¨ªa de votos y poder para nombrar al presidente), el cisma ser¨ªa total. Con todo, no parece probable, pues el problema de fondo es la guerra de protagonismos que se ha desatado ante Barcelona 92.La Carta Ol¨ªmpica, especie de constituci¨®n del olimpismo, se?ala en la segunda de las condiciones impuestas a las ciudades organizadoras: "El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Nacional (CON) nombrar¨¢ el Comit¨¦ Organizador en colaboraci¨®n con las autoridades de la ciudad. El (los) miembro(s) del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) del pa¨ªs y el presidente del CON ser¨¢n miembros de pleno derecho del Comit¨¦ Organizador". El camino parece que no se apartar¨¢ de la l¨®gica no interferencia, ni un minuto m¨¢s, en la puesta en marcha del Comit¨¦ Organizador de Barcelona 92. Sin embargo, en caso contrario, Juridicamente ser¨ªa dif¨ªcil cortar por lo sano porque el COE es un organismo constituido de acuerdo con los principios y las normas del COI, al margen, pues, de la Administraci¨®n.
De todas formas, el futuro, en cualquiera de las soluciones que se den al conflicto del COE, s¨®lo ser¨¢ un mal menor, pues el mayor se hizo con la desafortunada reorganizaci¨®n que se mantiene actualmente. Tras el cambio de las viejas estructuras franquistas de la Delegaci¨®n Nacional de Deportes (DND) al actual Consejo Superior (CSD), el COE acab¨® siendo un monstruo sin sentido antes de promulgarse la nueva ley de Cultura F¨ªsica en 1980. Aparte de que en Espa?a hay ya m¨¢s federaciones que en otros pa¨ªses europeos, la idea era que estuviesen todas, pero con la partida del dinero de las quinielas correspondiente a los deportistas de elite. La Administraci¨®n, no obstante, no quiso arriesgarse. Incluso con las fiscalizaciones de rigor, la independencia econ¨®mica que le supondr¨ªa le dio miedo.
Respecto a la presidencia de Carlos Ferrer Salat, parece m¨¢s que probada. Conrado Dur¨¢ntez, su ¨²nico rival te¨®rico, no pondr¨¢ objeciones a una soluci¨®n de apoyo. Alfonso de Borb¨®n, con raz¨®n o sin ella, no es actualmente m¨¢s que el saco de disculpa al que van todos los golpes. Ferrer, entre otras garant¨ªas, y aunque se le tache de advenedizo en los puestos directivos del deporte, no ha estado en la actual guerra de protagonismos y tiene el peso espec¨ªfico de ser miembro del COI. Con ello podr¨¢ tener voz al m¨¢s alto nivel deportivo sin tener que recurrir siempre al presidente, Juan Antomo Samaranch.
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