Juan Antonio G¨®mez

Juan Antonio G¨®mez fue el ingeniero m¨¢s joven de su promoci¨®n, que para aquellos a?os -se licenci¨® en 1948- era una promoci¨®n monstruo, con 21 alumnos. Cuando estaba en cuarto de carrera escribi¨®, en colaboraci¨®n con un ingeniero, un Anteproyecto de la m¨¢quina electr¨®nica para la resoluci¨®n de ecuaciones algebraicas, que defin¨ªa lo que luego se llamar¨ªa cibern¨¦tica como Inteligencia de las instalaciones". "Llegaba a unas conclusiones que al a?o siguiente desarrollar¨ªa m¨¢s profundamente el cient¨ªfico norteamericano Norbert Wiener".Nacido en 1923, se?ala a su mujer como "la v¨ªctima de mi trabajo". Tienen tres hijas, las tres m¨¦dicas. Reconoce que ha trabajado casi siempre en solitario, y que le sugirieron marcharse a Estados Unidos, "pero me dej¨¦ influir por la opini¨®n contraria de mi mujer. Hubiera sido mucho mejor para llegar a desarrollar mis intuiciones. En Espa?a hay muchos problemas para desarrollar investigaciones nuevas". Tiene en su rostro y en sus gestos esa pasi¨®n met¨®dica que parece definir a los cient¨ªficos. Tal vez por eso resulte m¨¢s acusado el contraste entre la secreta labor de muchos a?os y el ¨¦xito final que parece reservarle el ¨²ltimo invento de una vida dedicada a ellos.

La antena plana para captar se?ales de televisi¨®n v¨ªa sat¨¦lite la fundamenta G¨®mez en las llamadas zonas de Fresnel, unas ¨¢reas circulares conc¨¦ntricas que se pueden distinguir en un enlace electromagn¨¦tico de radio o televisi¨®n si se traza un plano en el eje que va del emisor al receptor. Estas zonas est¨¢n cargadas sucesivamente, formando c¨ªrculos conc¨¦ntricos, de forma positiva y negativa. La nueva antena consigue cambiar el signo de las contribuciones negativas de las zonas de Fresnel, y como consecuencia se obtiene un incremento de la capacidad de captaci¨®n.

La nueva antena para la recepci¨®n supondr¨¢ una gran reducci¨®n de costes debido a su dise?o con material pl¨¢stico, seg¨²n su inventor.

Al ser plana, si se gira unos grados, la se?al que se obtiene es casi la misma, cosa que no ocurre con las parab¨®licas, cuyas posibilidades de captaci¨®n se ven alteradas si la orientaci¨®n no es muy precisa. Adem¨¢s, la tolerancia de fabricaci¨®n -los errores que se pueden producir en el proceso productIvo sin que afecten a la calidad final del producto- "es muy alta, cosa que no ocurre con las parab¨®licas, en las que cualquier defecto de fabricaci¨®n perjudica gravemente la capacidad de captaci¨®n", afirma. Una empresa de Santiago de Compostela tiene la concesi¨®n de la patente y comenzar¨¢ a explotarla comercialmente en la primavera del pr¨®ximo a?o.