Droga en la catedral
Lejos de lo que tiende a presentarse como un modelo de modernidad futbol¨ªstica, lo que gobierna el inter¨¦s de los partidos est¨¢ siempre fuera de los partidos. Cierto que, una vez ingresados en el encuentro, es la calidad del espect¨¢culo lo que legitima o no la expectativa, pero esto es s¨®lo una hora y tres cuartos de vida. La gran masa argumental, el caudal de blografia que se empe?a en el choque, se encuentra en sus entornos. En la fascinaci¨®n de lo que va a pasar y en la memoria de lo sucedido, en la fantas¨ªa de Dios sabe lo que estar¨¢ pasando antes de que se salte al campo y en lo que habr¨¢ pasado despu¨¦s. El caso del partido entre el Athl¨¦tic y el Espa?ol es un paradigma de, este modelo. Lo que juega es lo imaginario y, en correlaci¨®n, donde se juega es en un ¨¢mbito -fuera del campo- que el aficionado no alcanza a ver. He aqu¨ª los elementos decisivos de un partido decisivo. Lo decisivo de un partido decisivo es que sean espesas sus v¨ªsperas y sus novenas. O, en fin, lo decisivo de un partido decisivo no es lo que hagan los jugadores en.90 minutos, sino en la interminable cavilaci¨®n del hincha.Obs¨¦rvese este caso: Athl¨¦tic-Espa?ol. Nadie podr¨ªa decir que esto es un encuentrocon knack. En cualquier otra ocasi¨®n, es posible que un buen aficionado sometido a la menor presi¨®n familiar habr¨ªa cambiado este incierto disfrute por el cumplimiento de una fastidiosa tarde en el parque de atracciones. Lo que hace excitante este s¨¢bado de San Mam¨¦s no es, en efecto, el, f¨²tbol que contiene, sino el texto que lo merodea. Pero as¨ª es, en general, el deporte, la vida, la liga y sus episodios mortales. Toda la galanura del enfrentamiento deportivo se relaciona directamente con la literatura o la ficci¨®n. Un campo hacinado es la r¨¦plica de un best-seller. Clemente no es propiamente un atractivo entrenadorde f¨²tbol, sino en la medida en que encarna al personaje central de esta novela. Sangu¨ªneo, facundo, ornamental, frente a Ir¨ªbar, deslucido, lac¨®nico, lineal. Consangu¨ªneos y condenados a disputarse la misma r aci¨®n de sangre.
M¨¢s que hacer vencer con otro equipo, Clemente esta emplazado a mostrar su carnal necesidad para la salud del Athletic. Pero, adem¨¢s, mostrar esa necesidad de beneficio perjudic¨¢ndolo. Pr¨¢cticamente, el ¨²nico g¨¦nero que conoce el f¨²tbol es este tono de tragedia dura. Seguramente los seguidores, ante invitaciones de menor enjundia, se ir¨ªan con la mujer a ver un oscar.
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